Cinco
estrenos renuevan parcialmente la cartelera cinematográfica porteña. Las
nacionales “Voley”, de y con Martín Piroyansky, ficción sobre un
grupo de jóvenes que deciden celebrar el Año Nuevo en el Tigre, y el
documental “Silencio roto, 16 Nikkeis”, de Pablo Moyano, sobre
las víctimas de la última dictadura militar. Para las chicas, surge
“Barbie, superprincesa”, donde la bella heroína es besada por una
mariposa mágica adquiriendo superpoderes.
SIEMPRE ALICE
De Wash
Westmoreland y Richard Glatzer. Con Julianne Moore, Alec
Baldwin, Kristen Stewart, entre otros. Música de Ilan Eshkeri. Duración:
101 minutos.
BUENA. CRUDA HISTORIA
SOBRE EL ALZHEIMER
“Siempre Alice” nos
enfrenta a una mujer joven, profesora universitaria, que descubre
pequeños olvidos cotidianos y, en ellos, la sombra del Alzheimer. Basada
en el libro homónimo de Lina Genova (2007), un best-seller, el film de
Westmoreland y Glatzer tiene una muy buena dirección general, producción
y dirección actoral. Julianne Moore recibió todos los premios posibles
por su rol de “Alice”, incluyendo el Oscar. Y, frente a otras
competidoras de este año, está bien otorgado.
Moore sostiene el rol de
“Alice” con un trabajo intenso y profundo sobre la lucha de una mujer
por no olvidar su presente ni su pasado inmediato, enfrentar el rechazo
de su joven hija (Kristen Stewart se sacude la pátina de “vampira” que
le quedaba) y aceptar su final comprensión. Sin duda, el notable aporte
de Alec Baldwiin sostiene el rol de “Alice” componiendo a su marido.
Baldwin es de esos “segundos” infaltables para que un “primero o
primera” se destaquen. En series de televisión ha brillado y obtenido
premios, no así en el cine donde las premiaciones le son bastante
esquivas y, por lo tanto, injustas. Tengamos presente su rol de marido
también en “Blue Jazmine” y en “To Rome with Love”, ambas de Woody
Allen. Julianne Moore nos conmovió pero, a fuerza de ser sinceros, hasta
ahí. Es imposible olvidar “Iris” (2002) con la extraordinaria actuación
de Judy Dench componiendo a la escritora británica Iris Murdoch, quien
padeció la misma enfermedad. Es un film antológico sobre el Alzheimer y
sus estragos. En virtud de estos recuerdos, la comparación es inevitable
y odiosa: Julianne Moore tiene una primera parte estupenda, pero hay un
cierto apuro en la segunda mitad del film que descoloca a su personaje y
le da algunos rasgos poco precisos para este tremendo mal. Este mal
enajena, aisla, devuelve a una edad sin edad, a una “tabula rasa”
mental. No obstante, es un film aleccionador con un gran Alec Baldwin.
Elsa Bragato
RESUCITADOS
De David Gels. Con Olivia
Wilde, Donald Glover, Sarah Bolger, Evan Peters, entre otros. Música de
Sarah Schachner. Duración: 83 minutos.
BUENA. LA RESURRECCIÓN
TAN TEMIDA
En inglés, este film de
terror se llama “The lazarus effect” y tiene que ver con el hecho
conocido a través del Nuevo Testamento. Dentro del género del terror
hemos visto todo y de todo, lo bueno y lo malo. En el caso de
“Resucitados”, hay bajo presupuesto pero intenta, con dignidad fílmica y
un guión poco novedoso, abordar el tema de la resurrección como un
“efecto lázaro” moderno y a espaldas, en este caso, de los cánones de la
prestigiosa universidad de Berkeley, dado que uno de sus científicos
investiga la posibilidad de volver de la muerte.Decíamos que hay
dignidad fílmica porque se apela a escenas a plena luz del día, sin
puertas ni ventanas chirriantes y aún cuando se filma en un laboratorio
donde los investigadores trabajan, hay excelente iluminación: quirófano,
rostros expectantes, animales muertos. El proyecto será clausurado por
las autoridades universitarias. Sin embargo, los estudiosos obtuvieron
logros: la resurrección de un perro. Un accidente fatal pone en un brete
al científico quien se propone resucitar a su pareja con consecuencias
inesperadas.Con ciertos parecidos a la historia del desdichado
Frankestein, nos enfrentamos a situaciones de terror bien resueltas. Y,
de alguna manera, es un aporte a un género que resulta muy atractivo
siempre y que tiene un merecido público cautivo. El espectador estará
ansioso por ver qué pasa con la resurrección de la joven y qué hay en su
pasado que podrían haber movilizado el extraordinario experimento. Para
fanáticos.
Carlos Pierre
JUEVES 5 DE MARZO DEL 2015.-
Doce estrenos que incluyen documentales y films premiados. “Invasión”,
documental de Abner Benaim, sobre el desembarco estadounidense en Panamá en
1989, “Hamdam”, del argentino Martín Solá, sobre un líder palestino que estuvo
en las cárceles israelíes, y “Tango, pasión, amor y sexo”, de Abel Beltrami.
SUEÑO DE INVIERNO
Guión y dirección de Nuri Belgi Ceylan (Turquía). Con
Haluk Bilginer, Melisa Sozen, Demet Akbag, entre otros. Fotografía de Gokhan
Tiryaki. Duración: 196 minutos.
BUENA. ALMAS EN CONFLICTO
Nury Belgi Ceylan es un autor de culto del cine turco, con antecedentes muy
bienvenidos por la crítica tales como “Los climas”, “Tres monos” o bien “Erase
una vez en Anatolia”. Llega a las salas con una monumental obra de 196 minutos,
ganadora de la Palma de Oro en Cannes, donde pone a sus protagonistas a mirarse
cara a cara y a desnudar sus almas. Densa, en algunas secuencias mucho más de lo
deseado, y con escenas de crueldad animal, mete su cámara en la confrontación de
egos, especialmente entre un veterano actor, su joven esposa, y los pocos
residentes que, atraídos por la publicidad en internet, llegan al perdido hotel.
Desde el punto de vista dramático, es un verdadero compendio de los altibajos de
todo tipo que los seres humanos tenemos, más aún en geografías donde las
inclemencias de las estaciones obligan a una convivencia forzada entre cuatro
paredes, sean lugares amplios o pequeños. Nuri Belgi Ceylan transforma el
refugio invernal en el escenario de las aflicciones de los que conviven incluso
circunstancialmente en el lugar.
En cuanto a la realización, hay más desplazamientos y encuadres teatrales que lo
conveniente. El movimiento de las cámaras es forzosamente menor por cómo se
plantea la historia y el lugar y la estación del año en la que se desarrolla.
Tiene un tinte claustrofóbico y centra el trabajo fotográfico en los residentes
y sus respectivas problemáticas.
Hay ideas muy buenas que tal vez requirieron de otro tratamiento narrativo. No
es Ingmar Bergman, pero sigue ese camino cinematográfico. El entorno, el
medioambiente, se transforma en otro protagonista más, tal vez el más poderoso
porque es el que obliga a esos seres afligidos a estar donde están y a mirarse a
la cara. Es una película para cinéfilos, con parlamentos inteligentes y
extensos, más cerca del teatro que de lo que hoy se considera cine. Y, aún así,
la porfía de Ceylan ha logrado un film con un atractivo especial sobre estas
almas a las que desnuda sin piedad a lo largo de un extenso largometraje que no
siempre se mantiene en pie.
Carlos Pierre
PISTAS PARA VOLVER A CASA
De Jazmín Stuart. Con Erica Rivas, Juan Minujín, Hugo Arana, Beatriz Spelzini,
entre otros. Música de Guillermo Guareschi. Duración: 89 minutos.
BUENA. ROAD MOVIE FAMILIAR
Múltiples aristas muestra este guión de la realizadora Jazmín Stuart: encara una
historia familiar divertida y melodramática, a la manera de “road movie”. Dos
hermanos (Erica Rivas y Juan Minujin, en notable ascenso) a bordo de un viejo
Renault 12 van en busca de su padre, internado en un hospital rural por un
accidente. No se han frecuentado demasiado por vivir separados, y cada uno de
ellos está sumido en su propio fracaso. Una suma de dinero ganada por el
progenitor y escondida en un matorral los anima a este viaje, dado que están
solos porque ni la madre (Beatriz Spelzini) se ha preocupado por los hijos.
La película llega al corazón, se hace entrañable, aún con debilidades en la
coherencia narrativa, es decir, hay un encabalgamiento de secuencias que resulta
forzada algunas veces. Se destacan las actuaciones de Rivas y Minujin, siempre
creíbles y eficaces, quienes logran que la mediana endeblez de la historia se
supere con sus performances. Entre el drama y la comedia, con fluidez de
emociones, más espontáneas que dirigidas, la película de Jazmín Stuart nos
convence, nos deja “ese algo” en el espíritu que se recuerda al salir de la
sala.
Carlos Pierre
LO MEJOR DE MÍ
De Michael Hoffman. Con James Mardsen, Michelle Monaghan, Liana Liberato, Luke
Bracey, entre otros. Música de Aaron Zigman. Duración: 118 minutos.
REGULAR. EDULCORADA REVISIÓN DE MÁS DE LO MISMO
El exitoso autor de “The notebook” vuelve con esta producción basada en un libro
propio, “The best of me”, cuyo título en castellano es traducción literal del
inglés. Desde el vamos nos encontramos con lo mismo. Dos jóvenes adolescentes
sse enamoran, algo pasa y se separan, se reencuentran 20 años después y se dan
otro “permiso” para amarse. En el medio ocurre lo de siempre, accidentes,
desencuentros, lágrimas, cajas con cartas y flores secas, y, en síntesis, esas
mieles del amor adolescente que ahora enfrenta la madurez e historias de vida
diferentes.
Se destaca la fotografía del paisaje exuberante de New Orleans, una vegetación
maravillosa que le da un marco estupendo a una historia que se cae porque no
convencen los personajes más que las actuaciones, acotadas a un guión sin nada
nuevo que ofrecer. Es un melodrama, un folletín del siglo XIX, que muestra lo
que ya sabemos: las luces y sombras de lo que pudo ser, de lo que es, con no
poca tragedia en el medio. La idea es buena: la segunda oportunidad para el
primer amor, al que suele ubicarse como el “salto” para el amor adulto y luego
olvidar. Más para la tele que para el cine actual.
Carlos Pierre
FRANCISCO DE BUENOS AIRES (LA REVOLUCIÓN DE LA IGUALDAD)
Documental dirigido por Miguel Rodríguez Arias. Música original de Vox Dei.
Coproducción argentino-italiana.
REGULAR. INFORMATIVO SOBRE EL PAPA FRANCISCO
Las reflexiones de Miguel Rodríguez Arias sobre la decisión de filmar este
documental del Papa Francisco son interesantes: el primer Papa no europeo desde
el año 740, el primero latinoamericano en la historia de la Iglesia Católica, el
primer Jesuita en llegar a el máximo sitial del catolicismo. Razones valederas
para que este reconocido documentalista echara manos a la obra.
El documental comienza y termina de manera interesante: la cripta de San
Francisco de Asís, un lugar poco visitado por la mayoría de los argentinos, y
luego, la presencia de argentinos (algunos hoy muy cuestionados) e italianos,
cercanos a Su Santidad, expresando lo que ya conocemos sobre Jorge Bergoglio.
Salvo la mayoría de los testimonios (algunos no nos convencieron), el resto es
una sumatoria de imágenes ya vistas en los noticieros de televisión. Y, aunque
se trate de resumir los dos primeros años de Papado, resulta un material
reiterativo, que no nos aporta nada nuevo. Se esperaba mucho más: una verdadera
investigación sobre estos 24 meses de gestión de un Papa que ha revolucionado a
la Iglesia Católica. No es así y hay que decirlo. Una cámara más curiosa, metida
en el seno del Vaticano, habría sido lo mejor y no un empalme de lo registrado
por la televisión.
Elsa Bragato
MCFARLAND
De Niki Caro. Con Kevin Costner, María Bello, Morgan Saylor, Carlos Pratts,
entre otros. Música de Antonio Pinto. Duración: 129 minutos.
BUENA. EL DEPORTE COMO VEHÍCULO DE SOCIALIZACIÓN
Kevin Costner ama el deporte en la vida real y no es la primera vez que encarna
un rol que tiene estrecha vinculación con el esfuerzo y los sentimientos que el
mismo despierta en los jóvenes. En este caso, se trata de la biopic de Jim
White, un entrenador de raza blanca que cayó en desgracia en su propio país y
fue a parar con su familia a McFarland, un poblado de inmigrantes mexicanos,
pobres pero de espíritu indomable. “White” no se amilana por la situación y
comienza a preparar los recolectores de coles en el deporte. La tarea es difícil
y encomiable: estos jóvenes deben enfrentar a equipos muy competitivos del
llamado “Cross Country”, especialmente a los de Palo Alto, un condado o “county”
caracterizado por el alto nivel de vida.
La historia plantea subtemas interesantes: la simbiosis, por momentos forzada,
de la raza sajona con la latina, tan difícil en el comienzo, que se va
consolidando con el tiempo entre los inmigrantes mexicanos y el entrenador
norteamericano. Costner nos regala su apostura habitual, su enorme solvencia
actoral y la contundencia de una performance que nos transmite emociones, que
nos llega al corazón.
Los Estudios Walt Disney eligieron un tema interesante, no novedoso pero bien
realizado, que muestran hechos de la vida real. Jim White aparece en los
créditos a través de documentales de la época (década del 80) y la película
cumple con su objetivo de aleccionar y entusiasmar. La carrera de estos chicos
por mejorar es, desde ya, un punto a favor que destacamos.
Carlos Pierre
JOVEN Y BELLA
De Francois Ozon. Con Marine Vacth, Geraldine Pailhas, Frederic Pierrot,
Charlotte Rampling, entre otros. Música de Philippe Rombi. Duración: 95 minutos.
BUENA. SEXO O AMOR EN LA MIRADA ADOLESCENTE
Francois Ozon es un indagador de las almas, de las conductas humanas
especialmente relacionadas con el erotismo, tanto masculino como femenino (Gotas
que caen sobre piedras calientes, Swimming pool, entre otros títulos). En este
caso, nos cuenta en cuatro capítulos, con cuatro temas musicales diferentes y
diferenciadores, la vida de Isabelle, que está de vacaciones con sus padres y su
hermano menor, que le encanta ver porno por internet, y que tiene un plan de
vida muy diferente al que sus padres desean. Ozon toma a la bella actriz Marine
Vacth como eje de una historia sin respuestas: “Isabelle” no cree en el amor y
sí en el sexo casual, como el que ella disfruta por internet. Elige a un joven
apuesto para perder su virginidad al que descarta sin vueltas, y ya en la
ciudad, entre el colegio y la casa paterna, se transforma en “Lea”, una bella
prostituta de flamantes 17 años que cobra por el placer que le da a hombres
grandes, sometiéndose a vejámenes según los diferentes gustos. El resultado es
una buena cantidad de dinero que guarda con indisimulado placer.
Un trágico hecho pone al descubierto la actividad de la joven, la enfrenta a sus
padres y a una de las esposas de sus ocasionales amantes, que será determinando
en su vida.
Francoiz Ozon, realizador francés de bien ganado prestigio, logra un film
cargado de erotismo, con algunas escenas de sexo casi explícito, y marca
rigurosamente la actuación de la juvenil Marine Vacth, impasible, con un plan de
vida que obliga a repreguntas: ¿es producto de las facilidades tecnológicas
actuales? ¿Es resultado de una sociedad que poco y nada ofrece a los jóvenes?
¿Es consecuencia de ausencias notables de formación e información? En un
ambiente con más cultura sustancial cotidiana, ¿sería posible que una joven
eligiera la prostitución como el mejor camino de vida?
¿Es facilismo, es falta de presencia paterna? La elección final de
“Isabelle-Lea” queda librada al espectador, por lo que las preguntas surgen y
son el legado de este film de Ozon, una suerte de “Belle de Jour” del Tercer
Milenio.
A nivel realización, Ozon ha cuidado muchos aspectos porque la temática no es
sencilla así como una dirección actoral, tal como indicamos más arriba, muy
precisa. Marine Vacth se revela como uno de los nuevos rostros del cine francés,
magnético y profundamente bello.
Elsa Bragato
NATURALEZA MUERTA
De Gabriel Grieco. Con Luz Cipriota, Juan Palomino, Nicolás Pauls, Amín Yoma,
Mercedes Oviedo, entre otros. Música de Pablo Vostrouski. Duración: 90 minutos.
MUY BUENA. THRILLER VEGANO DE EXCELENTE REALIZACIÓN
Grata sorpresa produce este primer thriller “vegano”, que tiene un interesante
recorrido por diferentes festivales internacionales. Se trata de la opera prima
de Gabriel Grieco quien contó con un excelente elenco para esta película de
marcada tensión creciente, muy bien lograda, y de secuencias al mejor estilo “gore”,
en nombre del “veganismo”. Empecemos por esclarecer el término “vegano”, que
creó el inglés Donald Watson en 1944 a partir de la palabra latina “vegere”, que
significa estar sano y fuerte. Watson la aplicó para quienes se abstienen de
comer productos de origen animal.
En pueblos del interior (dos localidades de la provincia de La Rioja) los
animales se toman venganza de los hombres que los matan para comérselos. Una
joven periodista (una fantástica Luz Cipriota) es enviada a investigar los casos
y se involucra profundamente con las desapariciones de habitantes amantes de los
asados. Los vecinos le advierten que no vaya más allá por razones de seguridad
(Juan Palomino, Nicolás Pauls, entre otros). Pero ella irá por más.
El valor de este film es muy amplio. El tema es novedoso y muy real: matar a
seres de sangre caliente para comerlos como si tal cosa no es bienvenido en
buena parte de la sociedad mundial más conciente del dolor que los humanos
infringimos por este hábito. La película va virando desde un comienzo de
búsquedas, desapariciones, y encuentros con personajes ligados al salvataje
animal, hacia la intensidad del thriller violento y sangriento, de inesperada
resolución, lo cual agrega un valor, un plus, al film. Como decía Enrique
Anderson Imbert, los cuentos deben tener un final insospechado, que surja en las
dos líneas finales. Gabriel Grieco es fiel al estilo de la narración y asesta el
golpe donde debe ser, generando un clima de tensión con una realización
impecable. Es, sin duda, una agradable sorpresa del cine nacional que merece
verse. Diferente, real, Grieco se hace eco del pensamiento de buena parte de la
sociedad actual.
Elsa Bragato
FOCUS, MAESTROS DE LA ESTAFA
De Glen Ficarra, John Requa. Con Will Smith, Margto Robbie, Rodrigo Santoro,
entre otros. Música de Nick Urata. Duración: 114 minutos.
REGULAR. MALANDRAS QUE SE ENAMORAN
La apertura del film es impactante: una imagen zenital de la fantástica New
York, bellamente realizada, con una música incidental más que agradable de Nick
Urata. Will Smith anduvo por Buenos Aires filmando en diciembre del 2013 y
conmocionó a los porteños. Figura valorada del cine norteamericano, nos ha
regalado buenas performances. No quiere decir que aquí no realice un buen papel.
El tema está en la endeblez del guión que nos deja en ascuas todo el tiempo. Un
experimentado ladrón, en realidad “carterista”, le enseña a una joven, novata en
el “oficio”, a hacer “foco” en los ojos de la víctima mientras le roba llaves,
billeteras, y todo lo que pueda. De allí el título, y en eso se quedará. La
historia no encuentra mayor desarrollo, se agota en las primeras escenas, aún
cuando vengan a Buenos Aires y sintamos orgullo por ver algo de nuestra ciudad
en un film de Hollywood.
Idas y venidas entre maestro y alumna, una separación forzada, y un
enamoramiento que se prevé y que resulta al final tal como presentimos. Es un
film más, no aporta nada salvo distracción y merecería estar en el cable y no
ocupar un lugar en la cartelera porteña, salvo por mostrar algo de nuestra
ciudad. Uno sale de la sala como si no hubiese visto nada… Para comer
“palomitas”.
Elsa Bragato
AUTÓMATA
De Gabe Ibáñez. Con Antonio Banderas, Dylan McDermott, Melanie Griffith, entre
otros. Música de Zacarías M. de la Riva. Duración: 109 minutos. Coproducción de
España y Bulgaria.
BUENA.
En el 2044 la ciencia ficción estará rodeándonos de manera que hoy no podemos
imaginarlo. Para eso están las películas cómo ésta, Autómata, que cuenta con el
guión de su realizador, el madrileño Gabe Ibáñez. Dentro del género, tiene un
tono moderado si bien apela a cierta intelectualidad para abordar la relación
entre el hombre y la máquina, aludiendo a la Teoría de la Evolución y a cierta
ventaja que los “autómatas” tendrían sobre los humanos por el rápido desarrollo
que tienen. ¿Pueden estos seres artificiales ser independientes del hombre, que
los ha creado?
Gabe Ibáñez ha tomado buena nota de los cambios climáticos y nos ofrece una
visión de la Tierra con desertificación gradual. Los científicos entonces crean
androides para que ayuden a los hombres a sobrevivir. En especial, una
corporación millonaria cuyo inspector (Antonio Banderas) asiste a una de estas
criaturas por un defecto que presenta. Las consecuencias son insospechadas.
Hay varios aciertos de Gabe Ibáñez que queremos destacar: incursiona en el
futuro sin un alarde técnico desmesurado porque, en verdad, nada cambiará tan
radicalmente salvo un desastre cósmico. Y luego de colaborar con Guillermo del
Toro, Alejandro Amenábar y Steven Soderbergh, entre otros, la experiencia para
elaborar mundos diferentes con buen ritmo y capacidad de narración
cinematográfica sin baches están a la vista.
En definitiva, ¿quiénes son más humanos, los androides o nosotros? Esos seres
mecánicos, ¿tienen sentimientos, tienen capacidad de razonamiento propio? Film
interesante, con buenas actuaciones de todo su elenco, buena fotografía y un
guión, dentro del género, que nos plantea algo diferente que lleva a la
reflexión.
Carlos Pierre
JUEVES 26 DE FEBRERO DEL 2014.-
Hay seis estrenos y un
reestreno: “Ida”, film polaco ganador del Oscar al mejor film
extranjero, que se puede ver en 26 salas de esta ciudad. También se
estrena”Escuchar a Dios”,
de Mariano Báez, documental sobre la banda rock “Dios”.
LA
MIRADA DEL AMOR
De Arie Posin. Con
Annette Benning y Ed Harris, entre otros. Música de Macelo Zarvos.
Duración: 92 minutos.
BUENA. RETORCIDA PERO
EFICAZ
En 1958, Alfred Hitchcock
estrenada “Vértigo, de entre los muertos”, film cuyo guión tiene muchos
puntos en común con éste, La mirada del amor, de Arie Posin salvado
gracias a la estupenda actuación de sus protagonistas, Annette Benning y
Ed Harris, quedando en el limbo de la tilinguería rosa aceptable.
Una mujer enviuda y
encuentra un sosías de su marido en un lugar que solían frecuentar. Y se
enamora, en realidad más de lo que él representa por ser idéntico a su
fallecido esposo que por lo que es él. Raro pero aceptable hasta ahí. El
quid de este guión, lo inverosímil, es el final, que obviamente no
contamos. Esa vuelca de tuerca forzada es un golpe bajo innecesario.
Por lo demás, la
fotografía, el tema intelectual que los une y las actuaciones, nos
regalan un momento de placidez amorosa que no molesta ni agrega nada.
Elsa Bragato
SE
ACABO LA ÉPICA
De Matilde Michanie.
Documental sobre el escritor Néstor Sánchez.
BUENA. SEMBLANZA
INACABADA
Reconocer al escritor
Néstor Sánchez, su existencial enfrentamiento con la muerte y la
necesidad de una “épica”, o sea de acciones fundamentales que hicieran
potable la vida y, en especial, le dieran sentido a su propia vida, es
un viaje cinematográfico interesante.
Buenos Aires, París,
Estados Unidos, calor, nieve, y un deambular pernicioso y compulsivo que
lo llevaba a caer desmayado en las calles siendo salvado por los
policías del lugar, nos muestran una personalidad ultrasensible y una
naturaleza para el sufrimiento poco común.
El problema que
encontramos está en la irrupción de testimonios sin la debida
aclaración. No sabemos quién es quién y por ahí descubrimos en los
créditos del final que la morena con acento caribeño que habló fue su
compañera durante 10 años o más, Teresa Vangeman. Tampoco se hace una
reseña exhaustiva de la biografía del escritor que, no obstante, queda
plasmada en trazos significativos a partir de los relatos de quienes lo
conocieron, así como en la lectura de algunos de sus textos (“Nosotros
dos” fue la primera novela, 1966) y queda solo en palabras un hecho
fundamental: su amistad con Julio Cortázar. El aporte de todo documental
es poner sobre el tapete hechos y personalidades que no deben pasar al
olvido. Esto se cumple pero, con las salvedades hechas, en forma
inacabada.
Elsa Bragato
ALMA
SALVAJE
De Jean-Marc Vallée. Con
Reese Witherspoon, Laura Dern, Thomas Sadoski, entre otros. Fotografía
de Ives Belanger. Duración: 115 minutos.
BUENA. ALMA EN PENA
Reese Witherspoon estuvo
nominada al Oscar por el protagónico de “Cheryl Strayed”, autora del
libro “Wild” en el que se basa literalmente este film, producido también
por la actriz, entre otros. Ch. Strayed escribió su aventura de
convertirse en “senderista” del llamado Pacific Crest Trail, que se
extiende entre México y llega hasta Canadá. No es un camino fácil,
recorre tierras desérticas hasta otras muy nevadas, con simpáticos
buzones a lo largo de tantos kilómetros donde cada senderista anota un
pensamiento o un pedido que rápidamente es reportado a la siguiente
posta (no se sabe cómo). Allí va Strayed -Witherspoon en un rol difícil,
que va desde la desesperación por el pasado que intenta olvidar hasta la
costosa felicidad de ir redescubriéndose en su verdadera esencia.
Jean-Marc Vallée, el
director, es quien realizó la oscarizada “Dallas Buyer Club” que vimos
el año pasado y este film, rudo también, tiene esa impronta: flashes
sobre la madre de Cheryl, a cargo de Laura Dern (fue nominada a actriz
de reparto por estas breves apariciones), su fallecimiento, la relación
con su hermano menor, la ruptura con su marido luego de 7 años, la
muerte de un caballo amado por la familia (sangre que explota en la
pantalla) y una caída moral que la llevó a probar drogas duras y tener
sexo circunstancial. Vallée se encarga de que nada de esto quede al
margen y nos lo muestra con flashes montados en breves tomas muy
fuertes.
La primera media hora del
film se hace más extensa que lo que indica el reloj. Hay que adentrarse
en el personaje, trepado a una cumbre montañosa, en medio de sus gritos
por arrancarse una uña del pie, y sus gemidos de desolación cuando
elementos de su pesada mochila (llamada “el monstruo”) caen al vacío. En
algunas postas, encuentra amigos circunstanciales que le dan ayuda y un
respiro al espectador para sacudirse de gritos destemplados, bichos
venenosos, y recuerdos ‘non sanctos’ de la protagonista. Cobra, y hay
que destacarlo, una presencia importante la enorme mochila, ese monstruo
que la diminuta Reese carga, ocupando muchos minutos, si acostada, si
sentada en el piso, aplastada por la mochila, hasta conseguir mantenerla
erguida en la espalda. Una suerte de “box-girl” con secuencias que son
un cortometraje en sí mismas, un “entre comas” que pudo aligerarse.
Ni soporífera ni
exuberante dado que los paisajes se muestran sin fruición. “Alma
salvaje” es un tour por el alma de una joven que intenta retomar la
buena senda aceptando el tremendo camino como un flagelo. Lejos de la
simpática “El camino” con Martin Sheen, Reese Whiterspoon se mete en la
piel de una dolorosa y acuciante experiencia de vida, atrapante tan solo
por momentos, dirigida al público femenino.
Elsa Bragato
AL CINE
CON AMOR
Documental de Steve
James. Presentación de Martin Scorsese. Música de Joshua Abrams.
Duración: 120 minutos.
MUY BUENA
Roger Ebert fue un
reconocido crítico de cine en su país, Estados Unidos, y en todo el
mundo por ser el primer periodista en ganar el premio Pulitzer, hecho
que marcó su vida generándole un declarado orgullo al que utilizó para
confrontar con sus colegas.
Martín Scorsese presenta
este documental (recordemos que Scorsese es un notable documentalista)
basado en el libro de memorias del propio Roger Ebert: “Life Itself”,
título en inglés del film. La vida de Ebert fue inspiradora, dolorosa y
divertida al mismo tiempo. Comenzó a destacarse en el Chicago Sun-Times
y luego, junto a Gene Siskel, otro crítico del mismo diario, formó una
dupla exitosa seguida en gráfica y televisión. El ciclo de tevé se llamó
“Siskel y Ebert at the movies”, donde se enfrentaban en sus análisis de
los films, mostrando los celos de uno hacia el otro, aunque se
admiraran. Trece años duró el programa, de 1986 a 1999, año del
fallecimiento de Siskel que padecía de un tumor cerebral.
Hubo siempre, además,
empatía entre Scorsese y Ebert, dado el apoyo del crítico a sus
realizaciones que inspiraron al realizador y lo ayudaron a seguir en su
carrera.
En muchas secuencias, se
muestra el estado físico que padeció Ebert a raíz de un cáncer de
garganta que le impidió hablar, aunque siguió escribiendo hasta el final
de sus días. Son escenas muy dramáticas porque muestran el proceso de la
cruel enfermedad (cáncer en las glándulas salivales) ante un Ebert
luchador, férreo en su postura de vivir aún en silla de ruedas y con el
rostro deformado por tremendos colgajos en el cuello, productos del
terrible mal.
Como crítico, se destaca
su actitud hacia los realizadores, nunca sentenció “a muerte” un film
sino que trató de analizarla a fondo, sin ser despiadado e injusto.
Es un documental muy
interesante que está dirigido especialmente a los críticos de cine, y
para los que amen el cine, una de las artes contemporáneas más
complejas.
Carlos Pierre
EL
PATRÓN, RADIOGRAFÍA DE UN CRIMEN
Guión y dirección de
Sebastián Schindel. Con Joaquín Furriel, Luis Ziembrowski, Mónica
Lairana, Germán Da Silva, Guillermo Pfening, Andrea Garrote, entre
otros. Coproducción Argentina-Venezuela. Música de Lucas Kohan.
Duración: 98 minutos.
MUY BUENA. FURRIEL EN
EXCELENTE PERFORMANCE
Siendo uno de los
primeros estrenos nacionales de cine ficcional, el realizador Sebastián
Schindel incursiona en una historia muy fuerte con meritorio trabajo.
Tiene una muy interesante trayectoria como documentalista que le abre
las puertas al largometraje. Entre sus títulos están “Mundo Alas”,
“Rerum Novarum”, “Cuba Plástica”.
Después de 12 años de
investigación, toma una novela de Elías Neuman donde se narra un hecho
real: un trabajador analfabeto (Joaquín Furriel) deja su Santiago del
Estero natal para buscar futuro en Buenos Aires. Cae en manos del dueño
de una cadena de carnicerías (rol a cargo de Luiz Ziembrowski),
personaje violento y manipulador, capaz de vender carne podrida curada
con agua lavandina.
“Hermógenes” es el papel
de Furriel, dócil y recatado, con un defecto físico que, por momentos,
se hace más notable. En este sentido, hay que destacar su trabajo en el
que se observa un estudio profundo del personaje real, que incluyó
hasta el uso de la “chaira” para fraccionar reses. Escenas difíciles
dotadas de fuerte dramatismo.
El documentalista sale a
la luz: Schindel emplea planos precisos y austeros, fijos, tanto en una
carnicería de Villa Lugano como en una penitenciaría de Lomas de Zamora,
resolviendo el guión dentro de un clima de opresión que sufre el
protagonista y que llevará a un sangriento climax.
Destacamos los trabajos
de Mónica Lairana, en el papel de esposa del peón, y de Guillermo
Pfening como el abogado defensor. Es tan verosímil la actuación del
elenco, en general, que no le caben dudas al espectador que lo que ve en
pantalla ha sido, y es en el momento de la proyección, real.
En síntesis, tanto buena
dirección actoral como la buena dramatización de la historia real le dan
a Sebastián Schindel el aval para una excelente carrera en el
largometraje.
Carlos Pierre
JUEVES 19 DE FEBRERO DEL 2015.-
Hay cuatro novedades entre las que aparece uno de los títulos importantes de los
Oscar: “Selma”.
INVOCANDO AL DEMONIO
Guión y dirección: David Jung. Con Shane Johnson, Ella Anderson y Cara Pifko,
entre otros. Música de Mark Bindea. Duración: 83 minutos.
BUENA. EL DIABLO METE LA COLA
Con pocos recursos ambientales, con un marcado tono claustrofóbico, asistimos a
la gradual y escalofriante transformación de un cineasta (Shane Johnson) cuando
decide, desesperanzado ante la muerte accidental de su esposa, investigar y
filmar sucesos sobrenaturales que se dan sobre él. Teníala convicción de que el
deomonio y Dios jamás se muestran a la Humanidad en forma “directa”, por lo que
decide recurrir a demonólogos, sacerdotes y psiquiatras a fin de encontrar una
manifestación del propio Mal. Y éste se manifestará en el propio cuerpo del
protagonista a través de heridas sangrantes, insectos que lo recorren, a medida
de que su figura se va devastando.
Es un film “bueno” a nuestro criterio porque hay un guión muy esforzado, de
búsqueda permanente, por encontrar al Demonio, o Satanás, o el mismísimo Diablo,
de alguna forma. Y en esto reside el quid de esta película dentro de su género,
y lo que realmente la salva de una calificación menor. Estamos en presencia de
un universo demoníaco que hará las delicias de los amantes del terror y también
de aquéllos que buscan una personificación del Mal para denostarlo o… someterse
a él. Para fans…
Carlos Pierre
SELMA
De Ava Du Vernay. Con David Oyelowo, Carmen Ejogo, Tin Roth, Lorrainge
Toussaint, Oprah Winfrey, Tom Wilkinson, Cuba Gooding Jr., entre otros. Música
de Jason Moran. Duración: 127 minutos.
MUY BUENA. LA LUCHA DE MARTIN L. KING
Resulta muy interesante este momento en la vida del pastor y líder de los
derechos de los negros en los Estados Unidos Martin Luther King, asesinado el 4
de abril de 1968, después del asesinato en 1965 del líder revolucionario Malcom
X, su oponente por perseguir los mismos ideales pero con violencia. Interesante
como cualquier biopic que ponga sobre el tapete, en momentos de grave crisis de
la paz mundial, los conflictos trágicos de un pasado no tan lejano que intentan
aflorar nuevamente.
La brutal represión a los negros en aquellos años (se volvieron a repetir en el
2014) no tenia en cuenta edades: así vemos cómo cuatro niñas negras son
asesinadas (palabra que repetiremos) con una bomba, mientras los negros son
maltratados en bares de blancos, se les prohíbe ir a la escuela, y se les niega
el derecho al voto (Oprah Winfrey encarna a la mujer que intenta votar y se lo
impiden). En ese contexto, King recibe el premio Nobel de la paz en 1964, a
meses del asesinato del presidente John F. Kennedy en noviembre de 1963. Es
entonces Lyndon Johnson (Tom Wilkinson), sucesor de Kennedy, quien dirime
cuestiones con Martin L. King (David Oyelowo) enfrentando al discriminador
gobernador de Alabama, George Wallace (Tim Roth) y la negativa de varios estados
de incluir a los afroamericanos en el padrón general.
El film se centra en las marchas que Martin L. King realizó desde la localidad
de Selma, en Alabama, hasta la ciudad de Montgomery, encontrando en las dos
primeras el avance de la policía local con brutal ensañamiento contra los
negros, golpeando, hiriendo, a hombres, mujeres y niños. La tercera es la
vencida y se le suman representantes de otras religiones y blancos, cansados de
la violencia de su gobernador. Es atrapante desde el punto de vista
cinematográfico la inserción de los documentales de la época con la marcha
filmada para la película.
Recordemos que conocimos a David Oyelowo en el papel del hijo de “El mayordomo”,
film que vimos el año pasado con el protagónico de Forest Withaker, donde
también actuó Oprah Winfrey, la millonaria ex conductora de tevé que se ha
volcado a la beneficencia hacia sus hermanos de raza y a apoyar y producir este
tipo de films. Una característica técnica de la película de Ava Du Vernay es la
fotografía que apunta a medios planos y a un color virando al sepia, otorgándole
un acercamiento al espectador con los protagonistas del film y sus vivencias,
incluso las personales de Martin L. King: su relación con su esposa Coretta
Scott (Carmen Ejogo).
Dentro de la línea de “12 años de esclavitud” y “El mayordomo”, por nombrar solo
los films más recientes sobre el tema, “Selma” nos acerca un momento de la
historia norteamericana que vale la pena conocer. Instructiva, bien realizada,
buenas performances, sin llegar a las “alturas” de otras películas del mismo
tenor, cumple con su objetivo y está nominada entre las 8 mejores películas del
2014 según la Academia de Hollywood.
Elsa Bragato
ANNIE
De Will Gluck. Con Jamie Foxx, Quvenzhané Wallis, Rose Byrne, bobby Cannavale,
Cameron Díaz, entre otros. Música de Greg Kurstin con canciones de Charles
Strouse y Martin Charnin, y canciones originales de Greg Jurstin, Sia y Will
Gluck. Duración: 118 minutos.
BUENA. FLOJITA…
Ni grandes coreografías ni una búsqueda de excelencia. Simplemente una historia
conocida recreada a partir del original, en este caso, la tira cómica de 1924
“La pequeña huérfana Annie”, de Harold Gray. Tampoco es un tema ignorado por los
argentinos porque, en 1982, Pinky fue la productora del musical de Broadway en
la city porteña (con no pocos problemas por los derechos autorales de los
americanos). Ese mismo año John Huston hacía la versión cinematográfica con el
protagónico de Aileen Quinn, hoy con título universitario y esporádicas
intervenciones en cine y televisión y cameo en este film, mientras en 1999
Disney llevaba la historia de Annie a la televisión. El musical de Broadway data
de 1977.
Hecha la presentación, digamos que Jamie Foxx se luce sobre el final como el
buen cantante que es, baila tap con Annie siendo una de las secuencias más
lindas. Antes, desde el comienzo hasta ese momento, tenemos un film lineal con
musicales de Annie y sus compañeras de la casa que las hospeda, al frente de la
cual está Cameron Díaz en uno de sus peores papeles. Inverosímil por donde se la
mire.
La acción ha sido aggiornada. Se está en la New York actual, sin que se haga un
aprovechamiento turístico de la “gran manzana”, y del original “Daddy Warbucks”
se pasa a “Will Stucks”, el papel de Foxx como supermagnate que aspira a ser el
gobernador del estado. Un ayudante que complica más que colabora, y una
secretaria rubia, completan el trío que tratará de utilizar a Annie porque ha
sido redituable para la figura de Stucks el haberla salvado de un accidente
automovilístico. Nada nuevo bajo el sol: el amor que se descubre entre el
millonario y la joven rubia, la adopción de Annie, los falsos padres para dar un
tono un tanto dramático, y algunas canciones que son realmente muy bellas como “Tomorrow”.
Para toda la familia.
Elsa Bragato
KINGSMAN: SERVICIO SECRETO
De Matthew Vaughn. Con Colin Firth,Samuel L. Jackson, Michael Caine, Taron
Egerton, entre otros. Música de Henry Jackman y Matthew Margeson. Duración: 129
minutos.
MUY BUENA. “BRITISH GORE”
Entre el mítico James Bond y los films más actuales de espías (algunos
memorables, no es el caso), oscila “Kingsman”, señores dedicados al espionaje
muy selectivo y a desbaratar a un genio de la tecnología. El villano está a
cargo de un enflaquecido Samuel L. Jackson mientras que el superespía es el
elegante Colin Firth, que cumple a la perfección con el rol de un muy british
hombre de los servicios. El gran Michael Caine, cuya presencia siempre se
agradece, es algo así como el “capo” de una logia (¿recuerdan la logia Lautaro
del siglo XIX, tan mentada en nuestra historia?) que necesita reclutar a jóvenes
deseosos de llevar secretos en sus almas y vestir con elegancia suprema. Firth
(Harry Hart) se encarga de que su “protegido” (Taron Egerton) luzca de manera
impecable, requisito “sine qua non” para ser un “kingsman”. Importa más la
“pilcha” que las cualidades que vendrán luego de un fuerte entrenamiento. Además
de una torpeza notable que motiva secuencias “a lo Bond”.
La diferencia con otros films del género radica en el “british gore”, en ver a
un Colin Firth en un medio narrativo poco habitual, un Samuel j. Jackson en un
gran papel, la inclusión de Caine en mesas redondas al estilo del “Rey Arturo”,
y acción elegante. Película sólida, de muy buena factura, rinde un homenaje a
los primeros films de James Bond. Y no escapa al “story-board” característico de
los guiones basados en cómics, en este caso a la serie sobre espías de Mark
Millar y Dave Gibbons, publicadas entre el 2012 y el 2013. Es espionaje de
alcurnia con grandes actores.
Elsa Bragato
JUEVES 12 DE FEBRERO DEL 2015.-
Hay 4 estrenos: "TINKERBELL y la bestia de nunca jamás" para la
platea menuda, y el documental "Ciudades de lluvia" de Juan Gonzalez
Lanuza, un tour sobre el Museo Británico y sobre la mítica ciudad de Stonehenge.
50 Sombras de Grey
De Sam Taylor Wood, con Jamie Doman y Dakota Johnson.
NADA QUE DECIR
Basada en el primer libro de los tres que componen la saga de la inglesa E.L.
James, de 2011, es un producto muy menor para exacerbar el morbo en especial de
los adolescentes. Esta muy lejos de '9 SEMANAS y MEDIA, y es tan solo un
producto comercial sin relevancia narrativa. Es un gran éxito de taquilla, como
lo fueron los libros.
Elsa Bragato
Birdman
De Alejandro Gonzalez Inarritu. Con michael Keaton, Edward Norton, Emma Norton,
Naomi Watts, Zach Galifianakis, entre otros.Duracion: 119 minutos
MUY BUENA. Atrapante viaje por los sentimientos
Entre el humor negro y la comedia dramática, Inarritu junto a los argentinos
Armando Bo Jr y Nicolás Giacovone y el fotografo Emmanuel Lubezki (esta rodada
en una falsa única toma secuencia) nos cuentan la vida de un actor famoso por un
personaje de superhéroe en conflicto con la vida, la fama y la relación con su
hija. Broadway aparece con sus luces y sombras, en medio de una batalla
espiritual y profesional de conmovedora factura. Hay mucho de la vida del propio
Keaton, que renace con este film firme candidato al Oscar como Boyhood.
Hay dialogos y secuencias de gran intensidad emocional, el hombre tratando de
superar las minitragedias cotidianas, y una actuacion memorable de Keaton que
nos toca el corazón. No se la pierda.
Elsa Bragato
JUEVES 5 DE FEBRERO DEL 2015.-
Hay seis estrenos en soporte fílmico. Entre ellos, “El destino de Júpiter”,
de los hermanos Wachowski (los mismos de Matrix), un film de ciencia ficción, y
el docuficción chileno “Naomí Campbel”, de Nicolás Videla y Camila
Donoso, sobre un transexual afrocolombiano y sus peripecias para transformarse
en la bella modelo que da título al documental.
EL CÓDIGO ENIGMA
De Morten Tyldum. Con Benedict Cumberbatch, Keira Knightley, Mark Strong,
Matthew Goode, Charles Dance, entre otros. Música de Alexandre Desplat.
Duración: 114 minutos.
MUY BUENA. EL MATEMÁTICO QUE SALVÓ MILLONES DE VIDAS
Basada en el libro biográfico “Alan Turing, the enigma”, de Andrew Hodges, este
film británico es un reconocimiento póstumo al gran matemático, criptógrafo,
analista y héroe de la Segunda Guerra Mundial, Alan Turing, que descifró el
código Enigma alemán, por lo cual ayudó a ponerle fin a la guerra salvando
millones de vida. La Reina de Inglaterra lo honró 50 años después por su tarea
levantando el “secreto de Estado” sobre su trabajo en el código alemán.
Alan Turing fue un hombre brillante, para quien no había “puzzle” imposible de
descifrar. Se presentó en el ejército de su país con la confianza de poder
descifrar el enigma alemán, sin pensar que con este hecho serviría para
descubrir con antelación los bombardeos alemanes sobre su país y sobre Europa en
general. Su carácter introvertido, que solo admitía una notable científica a su
lado como compañera de vida (una fantástica Keira Knightley), se debió a su
condición homosexual, condenada en esos tiempos por la sociedad al punto de
merecer o cárcel o tratamientos hormonales para “curar” la elección sexual.
De formato clásico, sólido, la narración de Tyldum es muy atractiva y atrapante.
En principio, no se hace hincapié en la vida personal de Turing de manera
morbosa sino que surge el tema hacia el final. Se toma esta situación personal
como algo tangencial a su enorme inteligencia. Y es un logro del guión, sin que
abandone el tormento íntimo del gran matemático. Puntillosa, creíble y emotiva,
esta biopic (una de las cuatro que se presentan en los Oscar sobre ocho films
elegidos en el rubro “Mejor película”) es moderna y contenida, agregándole la
música del compositor Alexandre Desplat como sostén acertado de la trama.
Los dos protagonistas han sido nominados a los premios de la Academia de
Hollywood. Keira Knightley, que ha trabajado en numerosos films del género,
compone a “Joan Clarke”, criptógrafa y numismática inglesa de Cambridge, que
trabajo junto a Turing durante la guerra, enérgico personaje y femenino, para
quien la homosexualidad de su compañero de trabajo no fue mella para quererlo y
hasta proponerle matrimonio a fin de salvarlo de la persecución legal. Por su
parte, el ascenso profesional de Benedict Cumberbatch amerita la consideración
como uno de los mejores actores actuales. Pasaron 70 años de este reconocimiento
mundial. No se la pierda.
Carlos Pierre
LA TEORÍA DEL TODO
De James Marsh. Con Eddie Redmayne, Felicity Jones, David Thewlis, Emily Watson.
Música de Johann Johannsson. Duración: 125 minutos.
MUY BUENA. LA SUPERVIVENCIA ENTRE LÁGRIMAS Y CIENCIA
El impacto emocional que produce “La teoría del todo” tiene un hacedor: el actor
Eddie Redmayne, que viene ganando todos los premios por su rol de Stephen
Hawking, y a quien vimos en “Los miserables”. Inglés, actor de teatro, cantante,
su personificación de Hawking es realmente notable, aunque muchos piensen en
golpes bajos y en manipulación del espectador. La realidad, la vida misma de
Hawking y su desfiguración física por la esclerosis múltiple, no son ficción.
Son lo que es y lo que, en gran medida, muestra el film. Y esto no es manipular
sino mostrar. No podemos ocultar la vida misma.
El punto es la actuación y, en este sentido, faltan palabras para describir la
performance de Redmayne quien nos golpea el corazón. El científico y el drama,
tal como en la vida real. Se une a “Código Enigma” porque ambas tienen un
comienzo en la bella ciudad medieval de Cambridge, donde el “numen” de las
mentes brillantes británicas tiene a sus principales escuelas y mentores.
En principio, puede tomarse como un film romántico porque nos narra la vida del
científico y su primer gran amor, la madre de sus tres hijos, basándose en el
libro “Travelling to infinity. My life with Stephen”, que escribió la misma Jane
Wilde (su esposa). La “teoría del todo” aparece como la obsesión (subsiste en
él) del científico inglés, pero no es una película que analice fórmulas sino que
muestra una vida difícil, sobrellevada por él mismo y su esposa, con la alegría
de los hijos. Una enfermera, que en pocas pinceladas se nos muestra como “la
otra”, es quien dará por terminada la relación matrimonial. Bien puede decirse
que está más sugerido que narrado este hecho, por lo que no habría estado mal
unos minutos más de película para explicarnos por qué Hawking abandonó su hogar
por esta mujer. Es, en síntesis, lo que le falta a este film biográfico.
Destacamos secuencias de gran emotividad como el momento de la separación de
Hawking y Jane, en el que no hacen falta muchas palabras y sí emoción. Que de
eso se trata el film, un amor que se sobrelleva durante años y que se quiebra
por esas razones que solo el corazón entiende. Historia romántica, sobrecogedora
por la actuación del protagonista, lacrimógena, pero fue y es la vida de Stephen
Hawking, mostrando la dureza de un temperamento aunque a muchos les desagrade.
Así como la importancia de su primera esposa, Jane Wilde, para que Hawking
sobreviviera a los dos años de vida que la ciencia de entonces le había dado.
Nos atrapó, aunque hubiésemos visto el buen documental inglés interpretado por
Benedict Cumberbatch; por esas coincidencias de la vida, tanto Eddie Redmayne
como Cumberbatch están nominados a los Oscar como los mejores actores del año,
entre otros. Estilo clásico, buena banda sonora del ascendente sueco J.
Johannsson, cuyo estilo oscila entre el puramente clásico y el minimalismo de
Philip Glass, narración convincente, buenas tomas, conforman una biopic muy
interesante que merece verse.
Elsa Bragato
EN EL BOSQUE
De Rob Marshall. Con Meryl Streep, Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick,
Lilla Crawford, Daniel HUttlestone, Mackenzie Mauzi y Johnny Depp. Música de
Stephen Sondheim y James Lapine. Duración:
REGULAR. PERSONAJES EN BUSCA DE ALGUNA LUZ
Barajar y dar de nuevo. Algo así ocurre con los personajes más tradicionales de
la literatura infantil en esta película, basada en una obra de Broadway que
escribieron el notable Stephen Sondheim y James Lapine (recordemos que S.
Sondheim fue el letrista de L. Bernstein en “Amor sin barreras”). Rob Marshall
tomó el libro, habló con sus escritores y organizó este film donde se
entrecruzan los cuentos de los hermanos Grimm (Cenicienta, Caperucita Roja,
Rapunzel) y el anónimo inglés “Jack y los porotos mágicos”. Marshall conoce bien
con quiénes trabajó dado que dirigió a Depp en “Piratas del Caribe navegando
aguas misteriosas”. El resultado no conforma, además por la inclusión de
canciones poco pegadizas.
Meryl Streep, nominada al Oscar por este trabajo, jamás desentona. Es una bruja
cabal, de espantosas uñas largas y aspecto desgreñado que le impone a un
matrimonio cuatro prendas a cumplir para poder tener un bebé. Empezamos mal…
Estas tareas tienen relación con los cuatro cuentos famosos. Johnny Depp la
secunda en breve aparición como el “lobo feroz”, personajes que el actor acepta
con fruición, siempre con un toque estrafalario, alejándose de roles dramáticos
de envergadura.
No se puede objetar la fotografía, es impecable, ni tampoco abrir juicio sobre
la producción con recreaciones escenográficas fantásticas. A lo mejor, con un
tono oscuro exagerado. El bosque del título en inglés (“Into the Wood”) es
estereotipado y, aunque preste ayuda a los personajes, no logra equilibrar el
agobio provocado por tantas canciones sin fuerza, desteñidas. Es que un teatro
en Broadway es un escenario diferente al set de filmación y, si bien Sondheim es
un gran compositor, llama la atención que su propia adaptación no haya estado a
la altura de “Sweeney Todd”.
El film, en síntesis, puede dividirse en dos partes, una primera más clara que
la segunda, densa. Sin canciones que nos atrapen y con un forzado guión que
intenta atraparnos sin conseguirlo, resulta una elección poco gratificante para
ir al cine.
Carlos Pierre
BOB ESPONJA UN HÉROE FUERA DEL AGUA 3D
De Paul Tibbitt. Con Antonio Banderas, Clancy Browns, Tom Keny, entre otras
voces. Música de John Debney. Duración: 93 minutos.
REGULAR. BOB ESPONJA EN UNA HISTORIA DISCONTINUA
Que se van a entretener con el nuevo Bob Esponja, no lo dudamos. Pero hay que
ser honestos y decir que el guión filmado por Paul Tibbitt adolece de
discontinuidad y de un tufillo bélico que no nos gustó para nada. Bob Esponja,
que vive en su ciudad submarina del océano Pacífico llamada Fondo de Bikini,
tiene la fórmula secreta para hacer unas hamburguesas que los amiguitos comen
hasta intoxicarse. No falta quien lo traiciona y ahí comienzan los problemas.
Está secundado por sus amigos de siempre como Calamardo, Patrick, Arenitas,
entre otros, que tomarán dimensiones importantes, como Plancton en una especie
de Hulk. El robo de la fórmula de las hamburguesas genera tal desaguisado que
produce una guerra. No hay balas pero sí papas que se tiran como torpedos,
casitas que se incendian y un panorama desolador propio de lo que hoy vemos que
ocurre en el mundo. Bob Esponja se queja de cómo ha quedado su ciudad. Y aquí
entramos en la disyuntiva de si es una animación para chicos o para adultos,
porque tampoco llega a serlo.
Antonio Banderas actúa como el pirata que quiere la fórmula y se arriesga, en
una secuencia inicial que resulta la única espléndida por el sobrevuelo del
océano y la buena banda de Debney. Es mejor Banderas como el Gato con Botas…
Papas, patatas, o lo que fuere, generan agresiones con torpedos, aviones
lanza-bombas, y todo tipo de elementos bélicos. Y sinceramente no mueven a risa
sino a preguntas: “¿Esto tienen que ver nuestros hijos pequeños?”. En medio de
esta confusión, de personajes que gritan (Bob Esponja pegando gritos altera al
espectador más templado), de Plancton sujetado con cintas para “ser torturado”,
hay algunas secuencias, sobre todo en el final, donde el bien le gana al mal.
Pero hubo sustos e imitaciones de las desgraciadas guerras, además del
“torturado” Plancton y de la Computadora, atada como rehén en una improvisada
cárcel, que no nos convencieron en medio de una deshilachada historia que solo
al final logra reunirse. Así y todo uno se plantea si este bélico Bob es lo
mejor para nuestros chicos.
Elsa Bragato
JUEVES 29 DE ENERO DEL 2015.-
Hay cinco estrenos confirmados en las salas más importantes de esta ciudad de
Buenos Aires. Entre ellos, la comedia francesa “Dios mío, ¿qué hemos hecho”,
de Philippe de Chauveron, que viene con buenas críticas, y la nacional “El
desafío”, de Juan Manuel Rampoli, con Nico Riera, Rocío Igarzábal, Gastón
Soffritti, Diego Ramos, en los rubros protagónicos. Consignamos que Nico Riera y
Rocío Igarzábal es una pareja surgida en la televisión y que hace un año que no
están en la pantalla chica. El film está dirigido a la platea femenina
adolescente. Se anuncia también el estreno del documental “El vals de los
inútiles”, sin difusión para la mayoría de los críticos, del chileno Edison
Cajas.
ST VINCENT
Guión y dirección de Theodore Melfi. Con Bill Murray, Jaeden Lieberther, Melissa
McCarthy, Naomí Watts, entre otros. Música de Theodore Shapiro. Duración: 102
minutos.
MUY BUENA. MURRAY SE ADUEÑA DE LA PANTALLA
“St Vincent” nos muestra a Bill Murray en su mejor interpretación, a manera de
unipersonal, en el cine. Dueño de un estilo mesurado, de una gestualidad muy
particular, Murray se adueña de la pantalla en esta historia, una comedia
dramática, cuyo nudo se centra en la relación de este hombre mayor y un niño,
agredido en una escuela de un Brooklyn bello pero difícil y reo. Vincent es un
veterano de Vietnam, malhumorado, atormentado, con muchos vicios que van desde
el cigarrillo hasta el alcohol, pasando por las apuestas en carreras de
caballos, sin un dólar a mano, con su mujer en un geriátrico y una amante rusa
(la bella Naomí Watts) que está embarazada. Por esas cosas del destino, Vincent
se ve involucrado con una nueva vecina (Melissa McCarthy) y su pequeño de 12
años (Jarden Lieberther).
Bill Murray sabe cómo adueñarse de su personaje y hacerlo vivir el entorno que
le toca en suerte. Su rol es ir a buscar al niño a la salida del colegio
religioso, transformándose en un singular “babysitter”, recibiendo un sueldo a
cambio. Aquí se ve la mano de Theodore Melfi en el tratamiento del guión y la
dirección actoral, dejando con sabiduría que Murray y el elenco se explayen en
sus roles sin notar el invisible hilo que los sostiene.
El film tiene varios golpes bajos, hay un tosco sentimentalismo, y una serie de
clishés y algunas sobreactuaciones de Bill Murray que, sin embargo, atrapan, no
declinan el interés por este personaje, eje del film. Bill Murray se transforma
no solo en el “babysitter” que la ficción le exige sino también en el sostén de
un muy buen elenco. Y por esta actuación que es superlativa le damos un “muy
bueno” al film, sin olvidarnos que, detrás de Bill Murray, hay títulos
inolvidables como “Hechizo del tiempo”, “Perdidos en Tokio”, y los lejanos films
de entretenimientos sobre los “cazadores de fantasmas”. Murray hace suyo el film
y merece verse.
Carlos Pierre
BÚSQUEDA IMPLACABLE 3 (TAKEN 3)
De Olivier Megaton. Con Liam Neeson, Famke Jansson, Maggie Grace, Forest
Whitaker. Musica de Nathaniel Méchaly. Duración: 109 minutos. Guión y producción
de Luc Besson.
REGULAR. DESANGELADA BÚSQUEDA
Los policiales son atractivos, aún con sus menos… En este caso, esta tercera
película final de la saga “Taken” (se inició en el 2008 y continuó con Taken 2
en el 2012), luce sin gracia, desangelada, atada a clishés de los que ha sabido
crear Luc Besson y su mano está más que clara, con algunas escenas que nos
recuerdan y mucho a “Lucy” (esos pasillos largos plagados de custodios muertos a
tiros). Para Liam Nesson, uno de los grandes actores de Hollywood, la franquicia
de Besson lo catapultó a la taquilla nuevamente (en su haber tiene la magnífica
“La lista de Schindler” o “Kinsey”, entre tantos otros títulos), valiéndose del
mismo director de “Taken 2”, Olivier Megaton, que pertenece a su estrecho
círculo de colaboradores. Film francés con actores ingleses e irlandeses.
Recordemos la otra franquicia de Besson, “El transportador”, que le dio fama
mundial al excelente actor inglés Jason Statham, conocido en su país por su
labor teatral. Es decir, Luc Besson le encontró la vuelta a su fábrica de
sucesos de acción.
Hechas estas consideraciones, vamos al film en cuestión. Aquí el ex agente Bryan
Mills se enfrenta al nuevo marido (¿acaso no había reiniciado su relación con
Brian Mills en Taken 2?) de su ex esposa (una sensual Famke Janssen) y al
asesinato de ésta, quedándole solo su hija (la bella Maggie Grace como “Kim
Mills”) para defender. Tan previsible es la historia que ni habría valido la
pena la película porque, de entrada, nos damos cuenta de quién es el asesino, a
pesar de que Besson hizo giros en la trama para alentar el suspenso. Inútiles.
Está “Franck Dotzler” (Forest Whitaker, de quien nunca olvidaremos su
interpretación en “El último rey de Escocia” y la más reciente “El mayordomo”)
como el inspector que sigue los pasos de “Mills” con escasa suerte. Un rol de
taquito para Whitaker.
Entre los hechos que pueden desalentar al espectador es la no ubicación real del
film, qué ciudad, dónde estamos. Todo indica que es Los Angeles donde
efectivamente se filmó gran parte del film. Hay tomas interesantes aéreas y
alguna secuencia lograda. En general, Liam Neeson luce agotado del personaje si
bien, aún con dobles de riesgo, sale indemne de tanta acción. La cuestión pasa
por su inexpresión, no nos transmite nada porque, evidentemente, Neeson ya está
para otros personajes. Y Besson finiquitó su propia franquicia.
Elsa Bragato
INQUEBRANTABLE
De Angelina Jolie. Guión de los hermanos Cohen. Con Jack O’Connell, Miyavi,
Garrett Hedlund, Jai Courtney, entre otros. Música de Alexandre Desplat.
Duración: 134 minutos.
REGULAR. CÓMO QUEBRANTAR AL ESPECTADOR
El 26 de enero pasado Louis Zamperini habría cumplido 98 años, falleció el año
pasado, luego de ser honrado por esta película, la segunda que filma Angelina
Jolie (la anterior fue “En la tierra de sangre y miel”, una historia de amor en
la Guerra de Bosnia, 2011). Pocos días después, se estrena el film basado en el
libro de Laura Hillebrand sobre su vida. Los hermanos Cohen, creativos de alta
alcurnia, y la misma Jolie se encargaron de este guión donde no se ahorró ningún
sufrimiento para el espectador quien, en más de una oportunidad, se retorcerá en
su butaca ante las escenas sin cortapisas que ve. El tema (honrando la vida de
un atleta olímpico que soñó con participar en los juegos de Tokio, siendo
enviado a la segunda guerra mundial desde 1941 a 1945) sobre la supervivencia en
condiciones infrahumanas en las temibles barracas japonesas, castigos brutales,
naufragio de 47 días en el Pacífico, ya lo hemos visto en “La vida de Pi”,
“Kon-Tiki”, y “Un pasado imborrable” con Colin Firth y Nicole Kidman, donde se
muestran las torturas japonesas, si bien las historias eran diferentes.
La actuación de Jack O’Connell es excelente y se nota el esfuerzo físico para el
rol: de tener un peso normal a llegar a ser esquelético en los campos de
concentración de Japón; el resto del elenco cumple con su tarea denotando
profesionalismo y buena dirección de Angelina Jolie. La fotografía también es
estupenda, especialmente en las secuencias iniciales donde se muestra la lucha
aérea de los Aliados y los escasos recursos de este batallón. El naufragio es
inmediato y los sobrevivientes, entre ellos Louis Zamperini, se aferran a botes
salvavidas donde pasarán más de un mes. He aquí escenas que nos hacen saltar de
la butaca como la caza y despanzurramiento de una gaviota, de un pez-pescado
comido casi vivo a mordiscones desesperados y de un tiburón. Y luego la captura
por los japoneses donde Zamperini es violentado por el jefe de las barracas, el
temible Mutsuhiro Watanabe apodado “El pájaro“, quien estuvo 7 años escondido
después de la guerray, aún siendo catalogado como un asesino, logró escapar del
juicio por torturas, falleciendo en el 2003.
Las trompadas que recibe “Louis Zamperini” por orden de “El pájaro” de cada uno
de los prisioneros de guerra, uno a uno, hasta quedar destruido, los latigazos
en su rostro que le propina “El pájaro”, los bastonazos en su frágil cuerpo, son
larguísimas secuencias que terminan por agotar al espectador ante tanto
sufrimiento (sin dudas, real). Zamperini, en su propia vida (regresó con la
llama olímpica a Tokio ya superando los 80 años), fue más fuerte espiritual y
físicamente que cualquier espectador que debe tolerar la seguidilla de torturas
bien completitas a las que fue sometido.
El film resulta una narración audiovisual de manual. A su favor está la
biografía de Louis Zamperini por lo que el traslado al cine de la pieza
literaria debió ser lo más fiel posible. En su contra, la realización es
convencional como indicamos, aunque se destaca la actuación de Jack O’Connell.
Poco convincente resulta el japonés “Miyavi”, reiterativo en sus expresiones y
parlamentos. Innecesariamente extensa, añadimos que inquebrantable fue Zamperini.
Quebrantable es la tolerancia del espectador.
Elsa Bragato
JUEVES 22 DE ENERO DEL 2015.-
Hay seis estrenos de cine. Además de los que comentamos, llegan a la pantalla
“Mortdecai” con Johnny Depp, basada en una famosa trilogía literaria; para los
chicos, “Los pingüinos de Madagascar”, surgidos de la estupenda “Madagascar”, y
la nacional “Libre de sospecha”, policial de Emilio Blanco que protagoniza
Miguel Habud.
LA DAMA DE NEGRO 2 (EL ÁNGEL DE LA MUERTE)
De Tom Harper. Con Phoebe Fox, Helen McCrory, Jeremy Irvine, Leilah de Meza,
entre otros. Música de Marco Beltrami, Brandon Roberts y Marcus Tramp. Duración:
98 minutos.
REGULAR. MÁS QUE TERROR, RISAS…
No valió el salto del siglo XIX de “La dama de negro” a la Segunda Guerra
Mundial del siglo XX para lograr un acendrado terror en esa forzada secuela.
Encontramos la casa en ruinas, siempre cargada de una mala energía que no logra
efectos salvo sustos por audios excesivos y clishés de lo que sería “un terror
original”, y la locación es la isla separada de tierra firme por ondulantes
marismas, terrenos bajos y pantanosos que se inundan por las aguas del mar.
Ocho niños son llevados a la casa para huir de los bombardeos nazis. Sus
ocasionales tutores son una rígida directora de escuela (Helen McCrory), una
joven maestro (Phoebe Fox) y un desplazado aviador de la RAF (Jeremy Irvine, que
debutara en la fantástica “Caballo de guerra” de Steven Spielberg). Uno de los
niños es huérfano y, como en la versión anterior, cae atrapado en las pantanosas
marismas.
En realidad, es la película en sí la que está atrapada y empantanada, y el
destino de los personajes no fluye, no hay evolución sino gags y “sustitos”. Se
percibe claramente un clima forzado con situaciones imprevistas pero que, lejos
de causar miedo, mueven a risa. Debiera ser una gran preocupación para los
productores el haber lanzado este film como secuela de un éxito, una “dama de
negro” devaluada, con actuaciones que no convencen, y con esfuerzos denonados
por salvarla de las propias marismas. Olvidable.
Carlos Pierre
AMERICAN SNIPER – FRANCOTIRADOR
De Clnt Eastwood. Con Bradley Cooper, Sienna Miller, Luke Grimes, Kyle Gallner,
entre otros. Duración: 132 minutos.
EXCELENTE. EASTWOOD A TODO NADA EN GRAN FILM BÉLICO
El cine bélico ha regresado en estos días con muy buenas producciones: la que
comentaremos y el film protagonizado por Brad Pitt, “Corazones de hierro – Fury”.
Esta última, más romántica aunque cruel, y la de Eastwood, una de esas
narraciones del gran director que conmueven porque son mucho más que secuencias
intensas en contenido y en imágenes.
Clint Eastwood tomó el libro de Chris Kyle, asesinado en el 2013 por un ex
combatiente. En su corta vida, logró ser el francotirador que más bajas produjo
en Irak, cargando sobre su alma la muerte de un niño que llevaba una granada
para arrojarla a un batallón de marines. Eastwood repasa con habilidad de cámara
y de criterio la vida personal de este “SEAL” (marine francotirador para tierra,
aire y mar), su casamiento, el nacimiento de sus hijos, y su noble principio de
combatir para salvar a su país del terrorismo. Y no nos ahorra tremendas escenas
porque de eso se trata la guerra. Pero va más allá. En la brillante
interpretación de Bradley Cooper (uno de los productores del film junto con
Malpaso, la productora de C. Eastwood) se percibe, nos llega al corazón, la
lucha interior de Chris entre matar para salvar a su gente y el sinsentido de la
guerra que sobrevuela en cada tiro certero que da.
La figura del héroe entonces, y solo por la reflexión de Clint Eastwood, es
puesta en tela de juicio: Chris Kyle logra renombre entre sus camaradas,
mientras se enfrenta a situaciones complejas en su matrimonio. La tragedia no es
solo la los iraquíes,
Chris Kyle debe matar al francotirador iraquí más famoso, tan popular como él.
La notable tecnología militar estadounidense se pone en marcha: al mejor estilo
“google”, se sobrevuela la zona con una espectacular toma-secuencia, hasta
determinar el lugar del “asalto”. La pantalla se recorta y queda enmarcada en la
pared de los mandamás del Pentágono. Desde allí, C.Kyle recibe las órdenes y se
le indica por donde se acercan los enemigos. Es el comienzo de una de las
secuencias más impresionantes vistas hasta ahora donde, en medio de un polvillo
rojo intenso, se mueven como sombras los soldados, son heridos, otros son
muertos, caen y manos salvadoras los rescatan. Increíble ejercicio de filmación,
que incluye efectos especiales.
Resulta también innovador el trabajo del sonido en postproducción. A diferencia
de otros filmes suyos, Clint Eastwood utiliza percusión para acentuar el drama o
la tragedia que se avecinan. Y sobre el final, el angustiante “Toque de
silencio” que se ejecuta con trompeta (surgió en 1862 durante la Guerra de
Secesión de los Estados Unidos) se funde en una variación con pocos
instrumentos. Tremendo cierre que nos deja un interrogante, como el solitario
toque de queda, y variaciones que debieran tener respuestas: ¿de qué vale tanta
perfección para matar? ¿De qué vale la crueldad del fundamentalismo de cualquier
índole como la venganza en un niño al que se le perfora la cabeza? ¿No es hora
de que todos digamos “basta” a este poderío insano de balas, metralletas,
granadas, e inútil perfeccionismo para matar? Clint Eastwood, a los 84 años, nos
deja un film memorable y un legado de reflexiones a su país y al mundo.
Elsa Bragato
WHIPLASH
De Damien Chazelle. Con J.K. Simmons, Miles Teller, Melissa Benoist, entre
otros. Música de Justin Hurwitz. Duración: 106 minutos.
MUY BUENA. LA OTRA CARA DE LA MÚSICA
En principio, debemos decir que si a usted no le interesa la batería, la música
en general y menos el jazz, no vea este film. Pero si a usted lo emociona el
“detrás de escena”, la generación de un artista, sea cual fuere su especialidad,
no deje de ver “Whiplash” que literalmente significa “latigazo”. Y es el que dan
los bateristas cada vez que ponen sus palillos sobre los diferentes “drums” o
elementos de la batería. Agregamos que el tema que da título al film pertenece a
Hank Levy.
Poco se sabe sobre la formación de un músico. Y podría resultar exagerado el
notable director de orquesta que encarna J.K. Simmons (posible ganador del Oscar
al mejor actor de reparto) músico en su juventud. Sin embargo, esta película
retrata, aún en la exageración que indicamos, la dura tarea de un músico
profesional, el batallar horas con su instrumento y someterse a un régimen de
perfeccionamiento cotidiano a solas y dentro de una orquesta o “banda”.
“Andrew Neyman”, a cargo del joven actor Miles Teller, quiere ser un gran
baterista. Y se topa con un exigente director musical, el maestro Terence
Fletchner. La ofensa, los golpes, la sangre en las manos y los dedos por tocar
sin parar, no son imaginaciones del film sino la dura realidad de cualquier
profesional de la música. La escuela europea “goza” de estas cualidades que
incluyen hasta la frustración de alguien con la capacidad para ser músico. Es el
pan cotidiano. Y en nuestro país hay renombrados casos de directores de orquesta
que apelaron a la frustración, al golpe y al insulto para que sus cantantes y
músicos fuesen los mejores aún a costa de problemas de salud.
El realizador Damien Chazelle (se conoció solo un film anterior suyo en uno de
los festivales de cine de Mar del Plata, un corto donde retrató su propia brutal
experiencia como estudiante de música) ha recibido numerosos premios en el
último Sundance Festival por este film así como está nominado a cinco premios
Oscar 2015. Más que merecidos reconocimientos porque ha sabido captar el
significado de ser músico profesional. El premio musical para el espectador son
algunas canciones que la banda del film ejecuta como “Caravana” y la melodía que
da título al film, “Whiplash”,con un exigente “latigazo” doble de la batería.
Imperdible.
Elsa Bragato
CON PECADO CONCEBIDOS
De Vinko Bresan. Con Kesimir Mikic, Niksa Butjer, Marija Skaricic, entre otros.
Música de Mate Matisic. Duración: 94 minutos.
MUY BUENA. UNA JOYITA DE SÁTIRA SOCIAL
Vinko Bresan es un aclamado director croata, nacido en Zagreb, de 51 años, que
llega a nuestras salas con una de las mejores comedias europeas de los últimos
tiempos. “Con pecado concebidas” es el título en castellano de su “Los hijos del
cura”, en otra traducción de “Svenekikova djeca”. En una isla del Adriático, un
joven sacerdote que llega para ayudar al párroco del lugar observa que hay más
fallecimientos que nacimientos y, en combinación con el quiosquero de lugar y el
farmacéutico, deciden “pinchar” los condones para que no cumplan su función. La
isla se convertirá en un polo de atracción para los turistas que desean ser
padres, provocando un desenlace insólito la llegada del obispo. La tragedia que
se avecina tiene un desarrollo coherente que no abandona esa suerte de picaresca
que Bresan ha utilizado desde el comienzo. Quedan envueltos y enredados desde
los dogmas más recalcitrantes hasta la convivencia de pocas almas en una pequeña
isla.
Una pequeña joya de análisis sociopolítico donde las secuencias novedosas son un
solo un aporte a una narración aparentemente clásica. Vinki Bresan muestra su
poder de síntesis en una inteligente comedia… para pensar.
Elsa Bragato
JUEVES 15 DE ENERO DEL 2015.-
Hay cuatro estrenos esta semana que incluyen la comedia romántica “Los
imprevistos del amor”, de Christian Ditter para los más jóvenes y afectos a los
diálogos melifuos.
EL SÉPTIMO HIJO 3D
De Sergey Bodrow. Con Jeff Bridges, Julianne Moore, Ben Barnes, Kit Harington,
Alicia VIkander, entre otros. Música de Marco Beltrami. Duración: 103 minutos.
MUY BUENA. ENTRETENIDA FANTASÍA SOBRE ESPECTROS Y BRUJAS
Jeff Bridges a sus 65 años parece empeñado en interpretar a personajes
estrambóticos, al estilo de Johnny Depp, que lo alejan de los roles románticos y
profundamente dramáticos como el de “The door in the floor” o “Crazy Heart” que
le valió su primer Oscar como mejor actor, sin desestimar “True grit”. Una aldea
medieval, un bosque de espectros al que “Maestro Gregory”, su personaje en “El
séptimo hijo” , frecuenta y una lucha con una ex amante, la bruja Malkin
interpretada por la bella JuliAnne Moore, son el entorno primario de esta
película basada en el primer libro de la saga “”Crónicas de la piedra Ward” de
Joseph Delaney, lo cual asegura una franquicia exitosa.
El séptimo hijo del séptimo hijo está encarnado por Ben Barnes como “Tom”, cuya
madre ha sido una bruja hecha y derecha en el pasado pero de las buenas. Jeff
Bridges se encarga de darle a su “espectro Gregory” un matiz muy personal y
esperado por la audiencia con frases que suenan a “morcilleo” y sin duda alguna
simpáticas y atrapantes. Y Julianne Moore es una maldita con todas las ganas,
acentuando estas características por un make-up de base blanca con tiznes negros
alrededor de los ojos en los momentos cruciales. La cuestión de Maestro Gregory
es terminar con la maldad en el mundo que encarna esta ex amante suya que mató a
su esposa. Y a uno de sus jóvenes ayudantes.
El camino es largo y permite una narración más que entretenida y disfrutable,
con seres malignos que, de polvo en movimiento, se transforman o en aves
espantosas o bien se depositan en el suelo como bellas mujeres. La técnica
actual todo lo puede. Precipicios que terminan en bellos mares azules,
impactante secuencia inicial sobrevolando montañas y la cumbre de una de ellas
donde un joven Gregory hace de las suyas con Malkin, son atractivas secuencias a
pura acción y música incidental del gran Marco Beltrami.
Destacamos la fotografía, el diseño de producción, el diseño del sonido, el
vestuario, y la escenografía, así como los efectos especiales que apuntábamos.
Si queremos valorar la interpretación, Jeff Bridges está en su salsa componiendo
a este espectro que no lo parece y que, con más de seis décadas de vida, se da
el lujo de participar de coreografías de peleas espectaculares. Es una lucha
cuerpo a cuerpo con brujas y amantes del bien, bocas gigantescas de dragones que
“comen” al espectador, cataratas fantásticas, además de un romance entre los
juveniles Ben Barnes y la fotogénica Alicia Vikander en medio de espectaculares
secuencias de fuego, calaveras, monstruos y espadas al rojo vivo. ¿Un “Señor de
los anillos” devaluado? Puede ser, pero entretiene y vaya cómo!
Elsa Bragato
13 PECADOS
De Daniel Stamm. Con Mark Webber, Devon Graye, Tom Bower, Rutina Vesley, Ron
Perlman y Pruitt Taylor Vince. Música de Michael Wandmacher. Duración: 92
minutos.
BUENA. …PORQUE ATRAPA, NADA MÁS
El realizador alemán Daniel Stamm (El último exorcista) se basó en el film
tailandés “13: Game of death” para narrar esta historia ambientada en una nada
ostentosa Nueva Orleans, “cuna” de otros films gore de superior factura
(recordar “Angel Heart”). Un vendedor de seguros (Mark Webber) pierde su trabajo
y tiene la agobiante responsabilidad de sostener a su novia embarazada, a su
hermano discapacitado y a su padre minusválido. Un reguero de golpes bajos… Este
infortunado hombre recibe un llamado donde se le informa que puede participar de
un reality show realizando 13 tareas de crueldad en aumento por lo que podría
ganar hasta 6 millones de dólares. Una característica de este show es que deberá
matar y comer una mosca (¡Marley lo superó ampliamente en la ingesta de
insectos!). El juego va tornándose más temerario y sangriento. Manipulado por
espectadores invisibles, debe completar las tareas que lo llevan a un camino
sangriento y sin retorno.
La narración se va tornando, a su vez, menos creíble. Sin embargo, es rescatable
el interés que despierta cada tarea por la actuación de Mark Webber, endemoniado
y consustanciado con cada pecado, según el guión que resulta bastante ingenioso
en algunas secuencias, si bien las palmas se la sigue llevando el film original
tailandés.
Por momentos, las vueltas de tuerca de la trama resultan sorpresivas y nos
conducen a un final con sangre que brota de la pantalla, cruel, despiadado e
inhumano.
Es regular el resultado final de la película pero resulta buena la destreza
narrativa para superar sus propios escollos. No es un “gore” genuino, tampoco un
policial acabado. Es un desquiciado juego que solo puede gustarle a los
seguidores del género en un film menor.
Carlos Pierre
CORAZONES DE HIERRO
De David Ayer. Con Brad Pitt, Shia Labeouf, Logan Lerman, Michael Peña, Jon
Brnthal y Brad William Henke. Música de Steven Price. Duración: 134 minutos.
MUY BUENA. OTRA DE GUERRA PARA BRAD PITT
A la manera de “Rescatando al soldado Ryan”, David Ayer (guionista de “Día de
entrenamiento) pone a Brad Pitt al frente de un batallón sobre finales de la
segunda guerra mundial en plena Alemania (un toque de “Bastardos sin gloria” de
Q. Tarantino) tratando de sofocar los últimos ataques de los soldados de Hitler
que no estaban enterados del fin de la conflagración. Tienen una misión sin
retorno a cumplir y cuentan con un casi destartalado tanque Sherman, inferior a
los tanques alemanes en todos sus aspectos. Buena parte del film transcurre en
ese interior donde la amistad, el compañerismo, la solidaridad, se transforman
en los sentimientos cotidianos. Un novato religioso que jamás mató a nadie es
sumado a este grupo de hombres que se han pasado toda la guerra a sangre y
fuego.
Una espectacular toma inicial, un plano largo con un jinete que asoma en el
centro y a lo lejos en medio de un campo de batalla reducido a muerte e
incendios, nos pone en tema de inmediato. “Don “Wardaddy” Collier” – Brad Pitt
recibe a un novato al que debe entrenar incluso obligándolo a fusilar a los
alemanes que encuentran en el camino. De aquí en más, las secuencias serán muy
duras con algunas escasas muy clishés: el aliado que se mete en una casa y pide
comida y baño, la pelea por una joven alemana, la piedad del líder del batallón
por sus impiadosos compañeros y el novato. Un remanso en medio de escenas
filmadas en medio plano de una verosimilitud pocas veces vista hasta ahora
gracias a la tecnología.
Esa Europa con lluvias en abril del 45, los tanques que aplastan a restos de
cuerpos de soldados en su paso hacia las aldeas, las granadas que explotan y se
producen despedazamientos de cuerpos en las narices del espectador, las luchas
finales en un ambiente de polvo rojizo, balazos que retuercen de dolor,
edificios que se derrumban y cuerpos que asoman en los escombros, un final
preanunciado pero aceptado, son solo algunos d e los elementos de esta film
sobre un hecho pequeño y particular de una segunda guerra mundial que pudo o no
existir tal como se lo cuenta, pero que sin duda forma parte de muchas luchas
solitarias de pequeños grupos de hombres para derrotar al nazismo.
Como detalle visual está el corte de pelo de Brad Pitt y algunos de sus
compañeros, pelados a los costados y con copete, un estilo tan de moda hoy que
se ve en algunas fotografías de la época y no en todos los batallones. Otras
particularidades del film es que se rodó en la campiña inglesa y que se empleó
el único tanque Panzer VI Tiger utilizable, perteneciente al Museo de Tanques de
Bovington, de Dorset, al Sur de Gran Bretaña.
Es un film de guerra que impresiona, de gran realización, con buenas actuaciones
aunque tenga algunos clishés. Fuerte, dura, sin medias tintas. No hay que
desestimarlo porque su realismo es impactante.
Elsa Bragato
JUEVES 8 DE ENERO DEL 2015.-
Hay seis estrenos, todos muy interesantes. Entre ellos, el nuevo film del
realizador nacional Juan Taratuto titulado “Papeles en el viento” con un
superelenco integrado por Pablo Rago, Diego Peretti, Diego Torres y Pablo
Echarri, así como el documental nacional “Sordo”, de Marcos Martínez.
SIN CONTROL (JOHN WICK)
De David Leitch y Chad Stahlski. Con Keanu Reeves, Willem Dafoe, Alfie Allen,
Michael Nywvis, entre otros. Música de Joel J. Richard, Tyler Bates. Duración:
101 minutos.
BUENA. ACCIÓN Y SUSPENSO AL POR MAYOR
Keanu Reeves, en sus flamantes 50 años, regresa a la pantalla alejado de su
personaje de “Matrix” y logra convencernos de que es un asesino retirado.
Conforma, junto a Denzel Washington y Liam Neeson, la trilogía de los
cincuentones que se mantienen en forma para realizar films de intensa acción
física, aunque sea coreografiada y tengan dobles de acción para algunas
secuencias.
Para entrar en tema, nunca te metas con alguien que acaba de perder a su esposa,
le roban su Mustang 601 y le matan a su perro, regalo de la mujer para que la
recuerde. Es el caso de John Wick, el personaje que compone Reeves, un asesino a
sueldo que se retiró pero que, ante la sangrienta acción de un joven mafioso
(Ian McShane), decide volver a las armas e iniciar una sangrienta venganza.
El guión está ambientado en New York, buscando los personajes delictivos que
deambulan en la gran ciudad. La mafia rusa es una de las presencias más actuales
y el joven mafioso es el hijo del máximo gangster ruso (Michael Nyqvis), ex jefe
de Wick, quien sabe muy bien que el ex asesino no perdona y su hijo corre
peligro de vida.
Con una fuerte presencia de la ciudad de los rascacielos, de una fotogénica y
singular New Jersey, con tomas zenitales iluminadas, con secuencias del bajo
fondo, miserable y sofisticado a la vez, los directores Leitch y Stahlski
muestran las dos caras de una misma moneda. Hay una densa telaraña de submundo
que va envolviendo la historia y, junto a los violentos, están los que hacen un
culto de la amistad como el personaje que encara Willem Dafoe junto a la bella y
malísima a la vez Adrianne Palicki.
Hay que destacar la intensidad creciente de la venganza que se desata, muy
sangrienta y brutal, con ausencia de policías, aunque el escándalo provocado sea
extremo, respetándose los clishés del género, especialmente cuando de mafias se
trata. Kenue Reeves sale muy bien parado de esta performance, como el dúctil
Willem Dafoe (que en el 2014 anduvo por Buenos Aires), la narración audiovisual
está cuidada en todos sus detalles, coreografías de luchas realmente impactantes
y balaceras que no dejan ganas de enfrentarse con John Wick aunque ya se habla
de que lo volveremos a ver porque da para una saga. Un sólido policial con todos
sus ingredientes.
Carlos Pierre
FOXCATCHER
De Bennet Miller. Con Steve Carell, Channing Tatum, Mark Ruffalo, Sienna Miller
y Vanessa Redgrave, entre otros. Música de Rob Simonsen, West Dylan Thordson y
Mychal Danna. Duración: 130 minutos.
MUY BUENA, INTENSA BIOPIC SOBRE UN MILLONARIO ASESINO
Bennet Miller es el consagrado realizador de “Capote” con el recordado Philip
Seymour Hoffman como protagonista. Tiene un estilo narrativo muy especial,
detallista, un tanto desangelado pero potente porque atrapa al espectador más
allá de la historia en sí. En “Foxcatcher” nos regala otra película donde la
narración no tiene fisuras, logrando una dirección de actores puntillosa, que
acompaña con un trabajo estupendo en postproducción del sonido y una fotografía
que le da aire, respiro, a la historia de los famosos luchadores Schultz, los
hermanos Mark y Dave, contratados por el psicópata millonario John E. Du Pont.
Mark está en la piel de Channing Tatum quien logra superar su etapa de carilindo
para entregarnos una muy buena actuación, mientras que Steve Carell asombra como
el magnate Du Pont al adoptar una gestualidad en la que solo reconocemos al
personaje, la mirada fría y penetrante, el mentón levantado, el andar marchando.
Los datos son absolutamente reales y fueron tomados del libro de Mark Schultz
quien, luego de ver el film, expresó su “odio” al director. Ciertamente,
trasladar un texto literario a la narración cinematográfica no es sencillo y
permite licencias que, como en este caso, produjeron el rechazo del real Schultz.
Recordemos que los hermanos Schultz ganaron medallas de oro en los Juegos
Olímpicos y que Mark Schultz fue dos veces campeón mundial.
Du Pont fue un excéntrico magnate, con serios problemas mentales, dominado por
su madre (una envejecida Vanessa Redgrave, siempre eficaz aún en apariciones
breves), que quiso convertir la finca, de enormes dimensiones, en el centro de
entrenamiento de los Estados Unidos para los luchadores especializados en “lucha
libre”. El primero en ser contratado es Mark, quien organiza ese centro y se
transforma en el amigo del magnate en una relación profesional y fraternal, si
bien el director Miller le da un toque, en una sola secuencia, de algo más
personal, pero no lo define sino que lo deja librado al criterio del espectador
(hecho rechazado por el auténtico Schultz). La mente enfermiza de D Pont lo
llevó a odiarlo y hasta abofetearlo frente al grupo de luchadores, quebrándose
toda relación. Sin embargo, contrató a su hermano mayor, Dave, para reemplazarlo
como entrenador, intentando resquebrajar la relación de los hermanos. Du Pont
está loco por lo que toma una decisión insólita, inesperada, pero no contamos
nada más porque sería develar el “quid” de esta historia.
El tema en sí puede alejar a muchos espectadores: la lucha libre, los ganchos
entre los cuerpos, y otro tipo de posturas para enfrentar al contrincante son
secuencias muy extensas a las que les falta pasión. Secas, a puro golpe, nos
internan en los secretos de la lucha libre sin parlamentos. Y hay una parsimonia
especial en Bennet Miller para mostrar en detalle las luchas, las presentaciones
entre luchadores y el magnate, darle amplitud a la mirada extraviada y soberbia
de Du Pont, lejos de algún rasgo de emoción. El personaje de Mark Ruffalo, Dave
Schultz, es el que tiene más posibilidades de mostrar sus sentimientos, hay
calidez en su entorno, y es un hermano mayor afectuoso que supo preparar a su
hermano en la lucha, además de brindarle contención psicológica. Sin embargo,
Ruffalo no se queda en la comodidad de un personaje amable sino que pone su
cuerpo al servicio del mismo, estilizado, con músculos, y con diferencias
notables en su aspecto. Nos regala una notable actuación. Como detalle apuntamos
la música incidental, especialmente un piano que, con pocos acordes, crea climas
opresivos en las secuencias en las que Miller elimina el audio y se ve el
accionar de los actores.
Fría pero cercana a la perfección de la narración audiovisual, con algunos
altibajos en la expresividad de Channing Tatum más allá de elogiar su gran
trabajo (incluye un aumento excesivo de peso y una escena de furia bien
lograda), “Foxcatcher” se acerca a los Oscars como firme candidata a alguna
estatuilla. Cabe consignar que el film parece, por momentos, un panfleto
republicano por los discursos de Du Pont frente a cámaras para difundir su
centro de entrenamiento. Su afición por las armas de guerra, la práctica de
tiro, y la reiterada mención a defender al país, lo transforman en un
representante del actual “tea-party”. Una narración impecable y actuaciones para
aplaudir.
Elsa Bragato
DE TAL PADRE TAL HIJO
Guión y dirección de Hirokazu Kore-Eda. Con Masahuru Fukuyama, Machiko Ono, Yoko
Maki, entre otros. Música de Takeshi Matsubara, Junichi Matsumoto, Variaciones
Goldberg de Bach. Duración: 121 minutos.
MUY BUENA. LA PATERNIDAD MÁS ALLÁ DE LOS HIJOS PROPIOS
Hirokazu Kore-Eda vuelve a sus temas preferidos, la vida intrafamiliar, y enfoca
en la paternidad acuciada por leyes y condicionamientos no comunes pero hoy en
día habituales como el cambio de los hijos de dos parejas en la maternidad donde
vieron la luz. Con la minuciosidad propia del documental, género en el que Kore-Eda
es también un avezado realizador, dos familias enfrentan la noticia de que sus
hijos fueron cambiados por una nurse. La historia se va hilando con el sustento
de un encuadre donde el paisaje de estas almas conmovidas está respaldado por
una fotografía de líneas convergentes, en una ciudad muy moderna donde las
pagodas no son parte de la cotidianeidad.
Uno de los matrimonios representa la clase media refinada del Japón, con modales
delicados al extremo, mientras que la segunda pareja es más simple. Ni el dinero
de uno ni la vida sencilla del otro pueden superar el drama que enfrentan ambos
por igual: el niño que cada matrimonio ha criado le pertenece al otro, tras
largos seis años. He aquí una paradoja existencial que la criminalidad ha
provocado. Cómo resolver que los hijos se puedan adaptar a los verdaderos padres
cuando fueron criados por otros padres? En la Argentina, el caso más crucial y
doloroso está en los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Las Variaciones Goldberg de Bach para piano acentúan el drama de esta historia
inteligente y difícil sin excederse. Resulta muy interesante, atrapante, para el
espectador el retrato de familia de cada matrimonio que realiza Kore-Eda, con
emotividad y elegancia, pero con contundencia. El acierto del guión reside en no
mostrar quiebres o dobleces en la conducta de los matrimonios, recursos fáciles
para arribar a un final que nos coomplazca. Los lazos de sangre y el rigor de la
ley se unen en una historia audaz, valiente, que, como dijimos, hemos conocido
vastamente desde otro lugar, aunque todos sabemos que estos casos existen. Una
gran película, bellamente emotiva y dramática.
Carlos Pierre
UNA NOCHE EN EL MUSEO 3, EL SECRETO DE LA TUMBA
De Shawn Levy. Con Ben Stiller, Owen Wilson, Robin Williams, Patrick Gallagher,
Steve Coogan, Dan Stevens, Mickey Rooney, Dick Van Dyke, Ben Kingsley, Hugh
Jackman, entre otros. Música de Alan Silvestri. Duración: 105 minutos.
MUY BUENA. INGENIOSA VUELTA DE TUERCA
Nos divierte y toca el corazón “Una noche en el museo 3” por la realización en
sí y la presencia de dos grandes actores que ya no están: Mickey Rooney y Robin
Williams, a quienes les está dedicado el film, además de la actuación de un
ícono de la televisión de los 60, Dick Van Dyke, hoy de espléndidos 89 años. La
vuelta de tuerca en el guión ha sido por demás efectiva a partir de la tabla de
Ahkmenrah, encontrada en las excavaciones realizadas en Egipto en 1938. Es la
que, de noche y por la luz de la luna, se ha venido activando permitiendo que
esqueletos de “saurios” y hombres primitivos, así como el mono Dexter disecado y
el mismísimo B. Roosevelt (Robin Williams), entre otros personajes, cobren vida
y disfruten en las madrugadas de una fraternal convivencia bajo la mirada del
guardia nocturno que compone Ben Stiller, “Larry Daley”.
La tabla egipcia está perdiendo poder por una extraña corrosión y “Larry” y sus
amigos deciden viajar al British Museum de Londres donde están los padres del
Faraón Ahkmenrah, conocedores del secreto de reactivación de la misma. El joven
faraón decide quedarse con sus padres y con la tabla, por lo que los seres del
museo de Nueva York ya no podrán tener vida. He aquí el dilema que encuentra una
vía de solución en la guardia femenina de Londres, la simpática “Tilly” (Rebel
Williams).
Destacamos varias secuencias de humor y con muchos gags así como otras de enorme
emotividad: cuando “Roosevelt”, o sea Robin Williams, se entera de que no tendrá
vida por las noches en New York, le dice a “Larry” que “los deje ir”. Prepare el
pañuelo… La partida del mono Dexter también sensibilizará a chicos y grandes.
Pero a estas secuencias se le suman otras muy simpáticas como el asombro de
“Lancelot” (Dan Stevens) por la representación de “Camelot” en un teatro
londinense por Hugh Jackman, quien se presenta como él mismo. O cuando, por una
tea que está blandiendo, Lancelot empieza a perder su nariz, que se derrite en
la punta colgando ridículamente, o bien los famosos leones de piedra de
Trafalgar Square, centro neurálgico de Londres, que cobran vida. También las
secuencias iniciales de las excavaciones en Egipto en 1938 tienen una recreación
impactante, así como la gran noche de reapertura del museo neoyorquino con las
autoridades presentes y un cambio alocado en las actitudes de los habitantes del
museo, las aventuras en Pompeya y la reactivación del volcán. Y resulta más que
simpática la relación entre la joven rubia que es la guardia nocturna del museo
británico y el hombre primitivo elaborado a imagen y semejanza de “Larry”.
Quizás la más perfecta de las secuencias sea el baile nocturno, que dura
segundos en pantalla, de los fragmentos de estatuas que, en el sector
grecoromano, se lucen en el museo de Londres.
Podríamos hablar de evolución de los personajes o de transformación de otros.
Pero sería inverosímil porque se parte de personajes de cera de un museo, y son
lo que son. Pedirles más sería entrar en otro género y desvirtuar la esencia del
entretenimiento que esta vez está logrado con creces siendo muy superior a la
segunda entrega. En cuanto a los gags, están renovados por los fantásticos
efectos especiales. El guión ha logrado un entorno diferente para los mismos
personajes que resulta muy atrapante para el espectador.
Pensamos que esta tercera película de “Una noche en el museo” es realmente un
regalo de humor, emotividad, y efectos especiales deslumbrantes que rodean a un
elenco de grandes figuras. Fue la última participación actoral del gran Robin
Williams y también de Mickey Rooney, en una brevísima aparición que emocionará a
los adultos. No se la pierda. Es un entretenimiento hecho con madera noble.
NdeR: los tesoros egipcios fueron repartidos en varios museos del primer mundo.
Por lo tanto, los féretros de las familias de los faraones quedaron separados
entre Londres, París y New York especialmente (en los Museos del Vaticano hay
también momias y féretros egipcios pero en menor cantidad). Este hecho explica
que el hijo del gran faraón esté “viviendo” en el museo neoyorquino y sus
padres, en el británico.
Elsa Bragato
JUEVES 1RO DE ENERO DEL 2015.-
OUIJA
De Stiles White. Con Shelley Henning, Olivia Cooke, Vivis Colombetti, Sierra
Henermann, Daren Kagasoff, Ana Coto, Bianca Santos, Douglas Smith, entre otros.
Música de Anton Sanko Duración: 89 minutos.
BUENA. SUSTOS EN CADENA PARA LOS MÁS JÓVENES
La Ouija es un viejo juego: una tabla, varios interesados en los espíritus y una
pequeña madera que les irá armando un mensaje sobre un abecedario si el espíritu
aparece. El consejo más sano es no meterse con la Ouija, no jugarlo porque, en
verdad, no es un juego y se atraen espíritus malignos que no han podido subir y
merodean nuestras viviendas tratando de cobrarse alguna venganza o sea matando
al que se meta con ellos. A partir de esta premisa común, Stiles White armó un
buen producto con jóvenes actores. Los adolescentes, especialmente en los
últimos años de la escuela secundaria, son los preferidos para este tipo de
género.
Una jovencita, que quedó sola en la casa, juega con una Ouija que encontró en el
desván. Y termina ahorcándose. Sus amigas (una mesera y dos hermanas huérfanas
de madre con el papá que ha viajado), su novio y el de la fallecida no superan
la ausencia e intentan traerla a la tierra mediante el viejo juego. Su mejor
amiga lo había practicado. La frase “Hola amigos” (en inglés) le aparece a todos
y esto indica que nadie se salvará, salvo algún artilugio de último momento. Un
fantasma está haciendo de las suyas y vaya cómo. Le cosieron los labios y solo
espera que alguien corte esos malditos hilos y pueda lanzar su tenebroso grito
de terror. Pero no se queda solo con este pedido. El alma en pena es bastante
“malita” y se las trae.
No es una novedad. Ni el tema ni la presencia de adolescentes en el elenco. Pero
Stiles White supo conseguir atmósferas opresivas, sustos que aumentan el terror
y mantienen en vilo al espectador más avezado. Y la película, que no nos ofrece
ninguna novedad, cumple con su objetivo, destinado especialmente a los más
jóvenes.
El trabajo en el sonido es muy bueno y la banda sonora aparece en el momento
justo acentuando el terror. Hay una excelente toma secuencia en los primeros
minutos, y mucho silencio que funciona muy bien para meternos el miedo en el
alma. Al menos, la narración es muy atractiva desde el punto de vista
fotográfico y por los efectos conseguidos, si bien el film tuvo un presupuesto
modesto. Por lo visto, muy bien empleado.
Elsa Bragato
EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS
De Peter Jackson. Basada en El Hobbit de J.R.R.Tolkien. Tercera y última parte.
Con Martin Freeman, Ian Holm, Christopher Lee, Benedict Cumberbatch, Cate
Blanchett, Orlando Bloom, entre otros. Música de Howard Shore. Duración: 144
minutos.
BUENA. DESANGELADA SUCESIÓN DE BATALLAS
Esta tercera y última parte de El Hobbit : la batalla de los cinco ejércitos
(las anteriores fueron El Hobbit: un viaje inesperado y El hobbit: la desolación
de Smaug) encuentra a Bilbo Bolsón, tío de Frodo (el personaje que nos guía
durante las tres películas de El señor de los Anillos en una sucesión de luchas
y caminos mágicos) termina sus recuerdos sobre por qué tiene el llamado Anillo
Unico, que dejará a su sobrino. La visita del Mago Gandalf en las anteriores dos
películas lo lleva a una serie de luchas impensadas. En este caso, está en la
Ciudad de los Lagos, una reminiscencia muy bella de Venecia, donde se acerca un
gran peligro, tal como terminó el segundo film: se ha despertado una fuerza
maligna, la del estupendo dragón Smaug que le ha robado el tesoro a los enanos y
los ha echado de sus tierras. Bilbo no consigue que Thorin, enano poderoso,
devuelva el tesoro y provoca luchas impensadas con los Orcos y otros ejércitos.
Y el incendio de toda la Ciudad de los Lagos en secuencias de notable valor
estético y técnico.
El film se vuelve alocado por las luchas cuerpo a cuerpo, muy bien
coreografiadas, que se añaden a las batallas, impulsadas por la tecnología que
produce miles de soldados en la pantalla. Tiene un punto de unión que salva de
la incoherencia total al guión y es Bilbo joven (Martin Freeman) y ya anciano,
cuando ha comenzado a recordar lo que estamos viendo, personaje que encarna el
actor Ian Holm.
Mantener en alto la franquicia ha provocado esta caída en tres films vistosos
pero sin la pasión que existió en la trilogía “El señor de los anillos”, única
en su género marcando un hito en la historia del cine. En los tres Hobbits,
incluyendo esta última parte que tiene puntos de enlace con “El señor…” (uno d e
los guionistas es nada menos que Guillermo del Toro, hombre de fantástica
imaginación) se sumaron otros escritos de Tolkien. Y hay luchas y hechos que no
están en los libros originales de Tolkien. Esto debe ser así siempre que se
transporta un texto literario al cine por obvias razones de narración
audiovisual. Sin embargo, en este caso hay muchos elementos que se agregan y no
aportan nada.
Destacamos la secuencia de la furia de Smaug sobre la Ciudad de los Lagos, la
lucha cuerpo a cuerpo de Thorin con el troll Azog sobre el hielo, cierto
romanticismo sin gracia y frío entre Tauriel y Kili, y las batallas que están
realizadas a la perfección. En medio de estas secuencias, solo se suman hechos
que alargan el film sin gracia alguna. Cate Blanchett está desconocida tanto
física como actoralmente.
Es una película atractiva visualmente, pero con baches argumentales que tal vez
sean exceso de personajes y de hechos. Distrae, establece la unión con la
trilogía “El señor…” pero sin esa pasión que sentimos a flor de piel en la
primera trilogía mencionada. Faltó ángel y sobró tecnicismo a favor de una
franquicia que debe ser taquillera sí o sí.
Elsa Bragato
LA FAMILIA BELIER
DE Eric Lartigau. Con Karin Viard, Francois Damiens, Louane Emera, Roxane Duran,
entre otros. Música de Michel Sardou. Duración: 100 minutos.
BUENA. BOCANADA DE AIRE FRESCO PARA EMPEZAR EL AÑO
“La familia Belier” es aire puro, fresco, para comenzar un año con esperanzas,
con ganas de que todo es posible, aún en medio de las adversidades. Una
sugerencia, más que moraleja, que debió estrenarse en Navidad. Así las cosas,
decimos que es una comedia bien francesa, sobre una familia afincada en las
afueras de la ciudad, dedicada a la fabricación de queso a partir de sus propias
vacas. El padre (Rodolphe Belier), la madre (Gigi) y el hijo pequeño (Quentin)
son sordomudos. Solo la mayor, Paula (Louane Emera), de 16 años, no tiene
discapacidad, y ayuda a sus seres queridos a comunicarse con el medio que los
rodea. Paula canta en el coro del colegio y su voz llama la atención por lo que
es llevada a un concurso de la Radio France.
La vida rural francesa es el entorno de este film e incluye el crecimiento de
los hijos de la familia, que robustece aún más la gran conexión entre todos. De
alguna manera, y allá a lo lejos, nos recuerda la excelente tira “Nano” de Canal
13 porque aquí Paula se comunica con sus padres y hermano mediante el lenguaje
de señas. Ni aún con este detalle, el film pierde dinamismo. Todo es vertiginoso
dentro de un clima muy amable y cálido.
La emoción es inevitable en varias secuencias y esto no significa que se caiga
en el melodrama. Son emociones genuinas ante una realidad que nos puede tocar de
cerca o no pero que está contada con buena entraña, en forma natural, con
diálogos y situaciones que conmueven. Linda de ver, nuestros corazones no salen
indemnes, salen emocionados y con una esperanzadora mirada sobre la vida. Pudo
caerse en los clishés, en un costumbrismo pesado, en un melodrama familiar, pero
no ocurre nada de eso. Una buena película para empezar el año sin efectos
especiales y limpiarnos un poco el alma de tanta balacera que puebla la
cartelera porteña.
Carlos Pierre
JUEVES 25 DE DICIEMBRE DEL 2014.-
EL APOCALIPSIS
De Vic Armstrong. Con Nicolás Cage, Cassi Thomson, Chad Michael Murray, Lea
Thompson y Nicky Whelan. Música de Jack Lenz. Duración: 111 minutos.
REGULAR. CAÍDA EN PICADA DE NICOLÁS CAGE
Es un film raro que produce el efecto contrario en el espectador. O se ríe o se
asusta. Por lo general, ocurre lo primero. Partimos de una antinomia entre el
guión, con fuerte acento religioso, bíblico, y su realización, con una técnica
muy buena y eficaz, donde no se escatimó lo puramente material, es decir, coches
accidentados, disturbio sy saqueos que sobrevienen al rapto o desaparición de
los niños del mundo y también de algunos hombres considerados “buenos”. Es la
mano de Dios.
El guión se torna poco creíble y pueril al proponer este apocalipsis en la
Tierra, y su correlato en un avión de línea entre New York y Londres piloteado
por su impertérrito capitán, personaje que encarna Nicolás Cage. Este ha sido
descubierto por su hija (Cassi Thomson) en una infidelidad con una azafata, y,
desde tierra, sigue los avatares del avión tratando de hacerlo aterrizar.
Nada es convincente. Nicolás Cage como el papá “Rayford Steele” aparece forzado
y hierático, sin expresividad frente a cámaras, no dota a su rol de nada. Para
muchos, Cage toma cuanto papel se le alcanza en forma mecánica y no le importa
nada más que su cachet. Es la impresión que da por lo que marca una “caída a
pique” en su carrera aunque, por lo visto, no le preocupa.
Es una de las peores películas del año y va camino a recibir esta distinción,
superando a “Transformers 4”, otro bodrio fenomenal.
Carlos Pierre
APUESTAS PERVERSAS (CHEAP THRILLS)
De E.L.Katz. Con Pat Healy, Sara Paxton, Ethan EMbry y David Koechner. Duración:
88 minutos.
REGULAR. DEGRADACIÓN HUMANA, SANGRIENTA Y MORBOSA
El cine independiente puede considerarse, en el género del gore y del terror, o
una genialidad o una basura. Hay términos medios y es el caso de “Apuestas
perversas” que remeda “Propuesta indecente” pero dentro de otro contexto: bajo
presupuesto, cámara a puro medio plano en casi todas las secuencias, buenos
actores y un guión sin distinción y sí cargado de escoria espiritual. El elenco
salva a este film por rostros conocidos en el género del terror, de allí su
presencia en diferentes festivales donde ha obtenido importantes galardones. En
el circuito comercial, es una atracción para morbosos o bien una forma de
acicatear el morbo del ser humano.
Craig pierde su trabajo y lo están por desalojar. Se reúne casualmente con un
amigo de otras épocas y ambos, en una noche de tragos para olvidar el futuro
negro que se les viene, aceptan el convite de un matrimonio de perversos, una
bella mujer joven con un hombre de mediana edad que hace alarde de su dinero. La
invitación está hecha: la casa y las apuestas, que irán cumpliendo los dos
desgraciados hasta la automutilación o la escatología más degradante, el consumo
de drogas y un “gore” intenso, bien logrado, pero desagradable. No siempre se
puede mirar la pantalla grande. El dinero es el consuelo para estos
desgraciados, es decir, dos hombres sin la gracia del futuro digno.
Se puede recomendar el film para los que aman este cine. El libre albedrío los
guiará o no a la sala de cine pero se pagará la consecuencia de casi una hora y
media de degradación humana. No nos complace este cine, entendemos su
existencia, aplaudimos a los actores que sobreviven en ese medio, pero se pueden
tener otras ideas para mostrar la pobreza espiritual y las consecuencias del
capitalismo salvaje en la vida de los pueblos. La droga, la mutilación, las
heces, no resultan edificantes. Ni siquiera por un puñado de dólares.
ESCOBAR: EL PARAÍSO PERDIDO
De Andrea Di Stefano. Con Josh Hutchrson, Benicio del Toro, Clauda Traisac,
entre otros. Música de Max Ricther. Duración: 120 minutos.
MUY BUENA. POTENTE “BENICIO DEL TORO”
Elsa Bragato
ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO
De Andrea Di Stefano. Con Josh Hutcherson, Benicio del Toro, Claudia Traisac,
Brady Corbet, entre otros. Música de Max Richter. Duración: 120 minutos.
MUY BUENA. BIOPIC FAMILIAR DE UN MONSTRUO
Está de moda en la televisión. No podía faltar del cine. “Escobar: paraíso
perdido” es la otra cara de Pablo Escobar, el poderoso narcotraficante que fue
considerado un dios por los pobres de sus país y un monstruo por sus enemigos,
aún los supuestos, porque los mató sin piedad. Carga sobre sus espaldas miles de
asesinatos. Murió en su ley. En el caso de la película, el debutante en
largometrajes Andrea Di Stefano convocó a Benicio del Toro que, con bigotes,
asemeja lindamente, hay que decirlo, al desagradable Escobar real. Pero está en
segundo plano. La historia de este temible patrón del mal es tomada
lateralmente. Un surfista canadiense se enamora de una bella colombiana que es
nada menos que la sobrina de Pablo Escobar. Josh Hutcherson compone a Nick, el
surfista canadiense, luego de ser el “Peeta” de las supertaquilleras “Los juegos
del hambre”. El joven actor de 22 años no desentona y, junto con Benicio del
Toro, compone un papel interesante que le da tinte de thriller romántico a un
policial intenso.
“María” es Claudia Traisac y lleva al seno de su familia a Nick. La
cotidianeidad del jefe de narcotráfico era diferente, amaba a su familia, pero
eso no le impedía ordenar telefónicamente el asesinato de quien quisiera, como
ocurrió con tres presidenciables de su país. Es interesante cómo Di Stefano no
deja de lado la pintura social de Colombia, que es el fondo constante que sirve
de justificación, aunque no se la comparta, a las actividades de Escobar. Amado
por los pobres, con quienes se comportó como Robin Hood, este lado positivo se
contrapuso siempre a su deseo de poder y de dinero, llegando a ser uno de los
hombres más ricos del mundo.
Nick ve el horror del “entrecasa” del mafioso y, sin querer estar, queda en
medio de situaciones que ayudan al thriller policial. Si nos atenemos al título,
alude más a Pablo Escobar que a Nick, quien guía en buena medida el guión.
Intentando una explicación, Escobar perdió su paraíso y el joven Nick, novio de
la sobrina del narcotraficante, también. Lo que soñó no fue. El paraíso estuvo
en el amor de María pero su realidad fue tan tremenda que perdió esa ilusión
primera. Andrea Di Stefano cabalga entre el thriller violento, el policial
atenuado y la comedia romántica casi costumbrista. No es poco, por lo que pueden
notarse baches narrativos. La historia y la actuación de Del Toro suplen estas
contingencias.
Agregamos que la actuación de Benicio del Toro, potente y sólida, aún en un
segundo lugar, ocupa el primero porque es contundente. Del Toro tiene el
suficiente oficio y el don de tornar sus performances en únicas, poderosas y
atractivas para el público. Con sus más y sus menos, destacamos este film por
aportar una muy buena visión del costado poco conocido del mafioso colombiano, y
entrando en familia de una manera casi ingenua para toparse con la monstruosidad
de un asesino sin piedad. No se la pierda.