LAS TRAMPITAS SALEN A LA LUZ
Esta semana volvió a repetirse el enojo, que es real (lo sabemos de
buenas fuentes) entre los integrantes del jurado de Bailando por un
Sueño, o sea, el programa de Marcelo Tinelli. El jueves 25, único
día en que fue en vivo, según el mismo Tinelli, discutieron Graciela
Alfano, a quien hay que levantarle un monumento por no dejarse
avasallar por nadie!!!!, y Gerardo Sofovich junto a Moria Casán y
nuestro colega Jorge Lafauci. Cuando hubo que aclarar por qué,
Alfano no tuvo empacho en decir que no entendía por qué Florencia de
la V nunca iba al "teléfono" y los demás participantes, sí o sí.
La situación que vivió Florencia de la V fue de lo más ingrata. Si
bien consideramos que no debería participar de ningún "Bailando...",
pensamos que es una gran artista de teatro, un gran capocómico, y
también de televisión. Pero bailando no siempre lo hace como el
resto de los participantes, y esto es así, se ve. Nadie duda de su
presencia escénica, que es volcánica, apabullante. Bailar es otra
cosa. El meneo de caderas que tanto exige el jurado de Bailando...
no le sale bien a Florencia. Y esto no es atacarla. Es ajustarnos a
la realidad.
Volvemos al comienzo: fue una situación ingrata para Flor de la V
porque se vio en el medio de una puja de intereses empresariales y
personales que le hicieron mal. A nadie le gusta escuchar "por qué
no la mandás al teléfono?" o bien "yo no quiero mandarla al
teléfono, soy su empresario", por ejemplo, porque éstas no fueron
las frases dichas. Estamos tomando el "sentido". Y ahí se vio la
arrogancia de Gerardo Sofovich que salva a quienes contrata de
manera discrecional. Aunque intente negarlo sobre el final, ocurrió
durante todo el año con muchas participantes de este show.
Aplaudimos a Graciela Alfano por su valentía, porque hay que
oponérsele a don Sofovich, y también lamentamos la situación que
vivió FLorencia de la V. Fue injusta y se debió a que "alguien" es
más papista que el papa, aunque todavía FLor no se dé cuenta.
Agregamos que FLorencia de la V es una excelente jurado de Patinando
por un sueño, donde se la ve generosa y comprensiva y, además,
justa.
El otro caso que nos llamó la atención fue el llanto de Wanda Nara
antes de conocer el resultado de la votación el viernes 26. En su
llanto, cuando Tinelli le preguntó, explicó que la producción le
había comunicado que había quedado afuera. Todos creímos siempre, me
parece, que nadie sabía nada antes de que Tinelli abriera el sobre
frente a las cámaras. Parece que no es así y Wanda, con bastante
ingenuidad, dijo lo que Tinelli no quería escuchar, y lo que
intentó, también, calmar aclarando que todavía no había leído la
votación del público en cámara y que no debía ponerse así porque
faltaba, justamente, esa lectura.
Wanda siguió con su discurso. Ella ya lo sabía. Entonces, quién le
miente al público???? No estamos, acaso, en lo cierto, cada vez que
decimos que nuestros votos van a parar quién sabe dónde? Y
seguiremos afirmándolo hasta que Tinelli muestre en cámara no un
papel tipeado en computadora sino las computadoras y la votación en
sí.
Fuente:
Elsa Bragato
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