Hay cuatro novedades entre las que aparece uno de los títulos importantes de los
Oscar: “Selma”.
INVOCANDO AL DEMONIO
Guión y dirección: David Jung. Con Shane Johnson, Ella Anderson y Cara Pifko,
entre otros. Música de Mark Bindea. Duración: 83 minutos.
BUENA. EL DIABLO METE LA COLA
Con pocos recursos ambientales, con un marcado tono claustrofóbico, asistimos a
la gradual y escalofriante transformación de un cineasta (Shane Johnson) cuando
decide, desesperanzado ante la muerte accidental de su esposa, investigar y
filmar sucesos sobrenaturales que se dan sobre él. Teníala convicción de que el
deomonio y Dios jamás se muestran a la Humanidad en forma “directa”, por lo que
decide recurrir a demonólogos, sacerdotes y psiquiatras a fin de encontrar una
manifestación del propio Mal. Y éste se manifestará en el propio cuerpo del
protagonista a través de heridas sangrantes, insectos que lo recorren, a medida
de que su figura se va devastando.
Es un film “bueno” a nuestro criterio porque hay un guión muy esforzado, de
búsqueda permanente, por encontrar al Demonio, o Satanás, o el mismísimo Diablo,
de alguna forma. Y en esto reside el quid de esta película dentro de su género,
y lo que realmente la salva de una calificación menor. Estamos en presencia de
un universo demoníaco que hará las delicias de los amantes del terror y también
de aquéllos que buscan una personificación del Mal para denostarlo o… someterse
a él. Para fans…
Carlos Pierre
SELMA
De Ava Du Vernay. Con David Oyelowo, Carmen Ejogo, Tin Roth, Lorrainge
Toussaint, Oprah Winfrey, Tom Wilkinson, Cuba Gooding Jr., entre otros. Música
de Jason Moran. Duración: 127 minutos.
MUY BUENA. LA LUCHA DE MARTIN L. KING
Resulta muy interesante este momento en la vida del pastor y líder de los
derechos de los negros en los Estados Unidos Martin Luther King, asesinado el 4
de abril de 1968, después del asesinato en 1965 del líder revolucionario Malcom
X, su oponente por perseguir los mismos ideales pero con violencia. Interesante
como cualquier biopic que ponga sobre el tapete, en momentos de grave crisis de
la paz mundial, los conflictos trágicos de un pasado no tan lejano que intentan
aflorar nuevamente.
La brutal represión a los negros en aquellos años (se volvieron a repetir en el
2014) no tenia en cuenta edades: así vemos cómo cuatro niñas negras son
asesinadas (palabra que repetiremos) con una bomba, mientras los negros son
maltratados en bares de blancos, se les prohíbe ir a la escuela, y se les niega
el derecho al voto (Oprah Winfrey encarna a la mujer que intenta votar y se lo
impiden). En ese contexto, King recibe el premio Nobel de la paz en 1964, a
meses del asesinato del presidente John F. Kennedy en noviembre de 1963. Es
entonces Lyndon Johnson (Tom Wilkinson), sucesor de Kennedy, quien dirime
cuestiones con Martin L. King (David Oyelowo) enfrentando al discriminador
gobernador de Alabama, George Wallace (Tim Roth) y la negativa de varios estados
de incluir a los afroamericanos en el padrón general.
El film se centra en las marchas que Martin L. King realizó desde la localidad
de Selma, en Alabama, hasta la ciudad de Montgomery, encontrando en las dos
primeras el avance de la policía local con brutal ensañamiento contra los
negros, golpeando, hiriendo, a hombres, mujeres y niños. La tercera es la
vencida y se le suman representantes de otras religiones y blancos, cansados de
la violencia de su gobernador. Es atrapante desde el punto de vista
cinematográfico la inserción de los documentales de la época con la marcha
filmada para la película.
Recordemos que conocimos a David Oyelowo en el papel del hijo de “El mayordomo”,
film que vimos el año pasado con el protagónico de Forest Withaker, donde
también actuó Oprah Winfrey, la millonaria ex conductora de tevé que se ha
volcado a la beneficencia hacia sus hermanos de raza y a apoyar y producir este
tipo de films. Una característica técnica de la película de Ava Du Vernay es la
fotografía que apunta a medios planos y a un color virando al sepia, otorgándole
un acercamiento al espectador con los protagonistas del film y sus vivencias,
incluso las personales de Martin L. King: su relación con su esposa Coretta
Scott (Carmen Ejogo).
Dentro de la línea de “12 años de esclavitud” y “El mayordomo”, por nombrar solo
los films más recientes sobre el tema, “Selma” nos acerca un momento de la
historia norteamericana que vale la pena conocer. Instructiva, bien realizada,
buenas performances, sin llegar a las “alturas” de otras películas del mismo
tenor, cumple con su objetivo y está nominada entre las 8 mejores películas del
2014 según la Academia de Hollywood.
Elsa Bragato
ANNIE
De Will Gluck. Con Jamie Foxx, Quvenzhané Wallis, Rose Byrne, bobby Cannavale,
Cameron Díaz, entre otros. Música de Greg Kurstin con canciones de Charles
Strouse y Martin Charnin, y canciones originales de Greg Jurstin, Sia y Will
Gluck. Duración: 118 minutos.
BUENA. FLOJITA…
Ni grandes coreografías ni una búsqueda de excelencia. Simplemente una historia
conocida recreada a partir del original, en este caso, la tira cómica de 1924
“La pequeña huérfana Annie”, de Harold Gray. Tampoco es un tema ignorado por los
argentinos porque, en 1982, Pinky fue la productora del musical de Broadway en
la city porteña (con no pocos problemas por los derechos autorales de los
americanos). Ese mismo año John Huston hacía la versión cinematográfica con el
protagónico de Aileen Quinn, hoy con título universitario y esporádicas
intervenciones en cine y televisión y cameo en este film, mientras en 1999
Disney llevaba la historia de Annie a la televisión. El musical de Broadway data
de 1977.
Hecha la presentación, digamos que Jamie Foxx se luce sobre el final como el
buen cantante que es, baila tap con Annie siendo una de las secuencias más
lindas. Antes, desde el comienzo hasta ese momento, tenemos un film lineal con
musicales de Annie y sus compañeras de la casa que las hospeda, al frente de la
cual está Cameron Díaz en uno de sus peores papeles. Inverosímil por donde se la
mire.
La acción ha sido aggiornada. Se está en la New York actual, sin que se haga un
aprovechamiento turístico de la “gran manzana”, y del original “Daddy Warbucks”
se pasa a “Will Stucks”, el papel de Foxx como supermagnate que aspira a ser el
gobernador del estado. Un ayudante que complica más que colabora, y una
secretaria rubia, completan el trío que tratará de utilizar a Annie porque ha
sido redituable para la figura de Stucks el haberla salvado de un accidente
automovilístico. Nada nuevo bajo el sol: el amor que se descubre entre el
millonario y la joven rubia, la adopción de Annie, los falsos padres para dar un
tono un tanto dramático, y algunas canciones que son realmente muy bellas como “Tomorrow”.
Para toda la familia.
Elsa Bragato
KINGSMAN: SERVICIO SECRETO
De Matthew Vaughn. Con Colin Firth,Samuel L. Jackson, Michael Caine, Taron
Egerton, entre otros. Música de Henry Jackman y Matthew Margeson. Duración: 129
minutos.
MUY BUENA. “BRITISH GORE”
Entre el mítico James Bond y los films más actuales de espías (algunos
memorables, no es el caso), oscila “Kingsman”, señores dedicados al espionaje
muy selectivo y a desbaratar a un genio de la tecnología. El villano está a
cargo de un enflaquecido Samuel L. Jackson mientras que el superespía es el
elegante Colin Firth, que cumple a la perfección con el rol de un muy british
hombre de los servicios. El gran Michael Caine, cuya presencia siempre se
agradece, es algo así como el “capo” de una logia (¿recuerdan la logia Lautaro
del siglo XIX, tan mentada en nuestra historia?) que necesita reclutar a jóvenes
deseosos de llevar secretos en sus almas y vestir con elegancia suprema. Firth
(Harry Hart) se encarga de que su “protegido” (Taron Egerton) luzca de manera
impecable, requisito “sine qua non” para ser un “kingsman”. Importa más la
“pilcha” que las cualidades que vendrán luego de un fuerte entrenamiento. Además
de una torpeza notable que motiva secuencias “a lo Bond”.
La diferencia con otros films del género radica en el “british gore”, en ver a
un Colin Firth en un medio narrativo poco habitual, un Samuel j. Jackson en un
gran papel, la inclusión de Caine en mesas redondas al estilo del “Rey Arturo”,
y acción elegante. Película sólida, de muy buena factura, rinde un homenaje a
los primeros films de James Bond. Y no escapa al “story-board” característico de
los guiones basados en cómics, en este caso a la serie sobre espías de Mark
Millar y Dave Gibbons, publicadas entre el 2012 y el 2013. Es espionaje de
alcurnia con grandes actores.
Elsa Bragato
JUEVES 12 DE FEBRERO DEL 2015.-
Hay 4 estrenos: "TINKERBELL y la bestia de nunca jamás" para la
platea menuda, y el documental "Ciudades de lluvia" de Juan Gonzalez
Lanuza, un tour sobre el Museo Británico y sobre la mítica ciudad de Stonehenge.
50 Sombras de Grey
De Sam Taylor Wood, con Jamie Doman y Dakota Johnson.
NADA QUE DECIR
Basada en el primer libro de los tres que componen la saga de la inglesa E.L.
James, de 2011, es un producto muy menor para exacerbar el morbo en especial de
los adolescentes. Esta muy lejos de '9 SEMANAS y MEDIA, y es tan solo un
producto comercial sin relevancia narrativa. Es un gran éxito de taquilla, como
lo fueron los libros.
Elsa Bragato
Birdman
De Alejandro Gonzalez Inarritu. Con michael Keaton, Edward Norton, Emma Norton,
Naomi Watts, Zach Galifianakis, entre otros.Duracion: 119 minutos
MUY BUENA. Atrapante viaje por los sentimientos
Entre el humor negro y la comedia dramática, Inarritu junto a los argentinos
Armando Bo Jr y Nicolás Giacovone y el fotografo Emmanuel Lubezki (esta rodada
en una falsa única toma secuencia) nos cuentan la vida de un actor famoso por un
personaje de superhéroe en conflicto con la vida, la fama y la relación con su
hija. Broadway aparece con sus luces y sombras, en medio de una batalla
espiritual y profesional de conmovedora factura. Hay mucho de la vida del propio
Keaton, que renace con este film firme candidato al Oscar como Boyhood.
Hay dialogos y secuencias de gran intensidad emocional, el hombre tratando de
superar las minitragedias cotidianas, y una actuacion memorable de Keaton que
nos toca el corazón. No se la pierda.
Elsa Bragato
JUEVES 5 DE FEBRERO DEL 2015.-
Hay seis estrenos en soporte fílmico. Entre ellos, “El destino de Júpiter”,
de los hermanos Wachowski (los mismos de Matrix), un film de ciencia ficción, y
el docuficción chileno “Naomí Campbel”, de Nicolás Videla y Camila
Donoso, sobre un transexual afrocolombiano y sus peripecias para transformarse
en la bella modelo que da título al documental.
EL CÓDIGO ENIGMA
De Morten Tyldum. Con Benedict Cumberbatch, Keira Knightley, Mark Strong,
Matthew Goode, Charles Dance, entre otros. Música de Alexandre Desplat.
Duración: 114 minutos.
MUY BUENA. EL MATEMÁTICO QUE SALVÓ MILLONES DE VIDAS
Basada en el libro biográfico “Alan Turing, the enigma”, de Andrew Hodges, este
film británico es un reconocimiento póstumo al gran matemático, criptógrafo,
analista y héroe de la Segunda Guerra Mundial, Alan Turing, que descifró el
código Enigma alemán, por lo cual ayudó a ponerle fin a la guerra salvando
millones de vida. La Reina de Inglaterra lo honró 50 años después por su tarea
levantando el “secreto de Estado” sobre su trabajo en el código alemán.
Alan Turing fue un hombre brillante, para quien no había “puzzle” imposible de
descifrar. Se presentó en el ejército de su país con la confianza de poder
descifrar el enigma alemán, sin pensar que con este hecho serviría para
descubrir con antelación los bombardeos alemanes sobre su país y sobre Europa en
general. Su carácter introvertido, que solo admitía una notable científica a su
lado como compañera de vida (una fantástica Keira Knightley), se debió a su
condición homosexual, condenada en esos tiempos por la sociedad al punto de
merecer o cárcel o tratamientos hormonales para “curar” la elección sexual.
De formato clásico, sólido, la narración de Tyldum es muy atractiva y atrapante.
En principio, no se hace hincapié en la vida personal de Turing de manera
morbosa sino que surge el tema hacia el final. Se toma esta situación personal
como algo tangencial a su enorme inteligencia. Y es un logro del guión, sin que
abandone el tormento íntimo del gran matemático. Puntillosa, creíble y emotiva,
esta biopic (una de las cuatro que se presentan en los Oscar sobre ocho films
elegidos en el rubro “Mejor película”) es moderna y contenida, agregándole la
música del compositor Alexandre Desplat como sostén acertado de la trama.
Los dos protagonistas han sido nominados a los premios de la Academia de
Hollywood. Keira Knightley, que ha trabajado en numerosos films del género,
compone a “Joan Clarke”, criptógrafa y numismática inglesa de Cambridge, que
trabajo junto a Turing durante la guerra, enérgico personaje y femenino, para
quien la homosexualidad de su compañero de trabajo no fue mella para quererlo y
hasta proponerle matrimonio a fin de salvarlo de la persecución legal. Por su
parte, el ascenso profesional de Benedict Cumberbatch amerita la consideración
como uno de los mejores actores actuales. Pasaron 70 años de este reconocimiento
mundial. No se la pierda.
Carlos Pierre
LA TEORÍA DEL TODO
De James Marsh. Con Eddie Redmayne, Felicity Jones, David Thewlis, Emily Watson.
Música de Johann Johannsson. Duración: 125 minutos.
MUY BUENA. LA SUPERVIVENCIA ENTRE LÁGRIMAS Y CIENCIA
El impacto emocional que produce “La teoría del todo” tiene un hacedor: el actor
Eddie Redmayne, que viene ganando todos los premios por su rol de Stephen
Hawking, y a quien vimos en “Los miserables”. Inglés, actor de teatro, cantante,
su personificación de Hawking es realmente notable, aunque muchos piensen en
golpes bajos y en manipulación del espectador. La realidad, la vida misma de
Hawking y su desfiguración física por la esclerosis múltiple, no son ficción.
Son lo que es y lo que, en gran medida, muestra el film. Y esto no es manipular
sino mostrar. No podemos ocultar la vida misma.
El punto es la actuación y, en este sentido, faltan palabras para describir la
performance de Redmayne quien nos golpea el corazón. El científico y el drama,
tal como en la vida real. Se une a “Código Enigma” porque ambas tienen un
comienzo en la bella ciudad medieval de Cambridge, donde el “numen” de las
mentes brillantes británicas tiene a sus principales escuelas y mentores.
En principio, puede tomarse como un film romántico porque nos narra la vida del
científico y su primer gran amor, la madre de sus tres hijos, basándose en el
libro “Travelling to infinity. My life with Stephen”, que escribió la misma Jane
Wilde (su esposa). La “teoría del todo” aparece como la obsesión (subsiste en
él) del científico inglés, pero no es una película que analice fórmulas sino que
muestra una vida difícil, sobrellevada por él mismo y su esposa, con la alegría
de los hijos. Una enfermera, que en pocas pinceladas se nos muestra como “la
otra”, es quien dará por terminada la relación matrimonial. Bien puede decirse
que está más sugerido que narrado este hecho, por lo que no habría estado mal
unos minutos más de película para explicarnos por qué Hawking abandonó su hogar
por esta mujer. Es, en síntesis, lo que le falta a este film biográfico.
Destacamos secuencias de gran emotividad como el momento de la separación de
Hawking y Jane, en el que no hacen falta muchas palabras y sí emoción. Que de
eso se trata el film, un amor que se sobrelleva durante años y que se quiebra
por esas razones que solo el corazón entiende. Historia romántica, sobrecogedora
por la actuación del protagonista, lacrimógena, pero fue y es la vida de Stephen
Hawking, mostrando la dureza de un temperamento aunque a muchos les desagrade.
Así como la importancia de su primera esposa, Jane Wilde, para que Hawking
sobreviviera a los dos años de vida que la ciencia de entonces le había dado.
Nos atrapó, aunque hubiésemos visto el buen documental inglés interpretado por
Benedict Cumberbatch; por esas coincidencias de la vida, tanto Eddie Redmayne
como Cumberbatch están nominados a los Oscar como los mejores actores del año,
entre otros. Estilo clásico, buena banda sonora del ascendente sueco J.
Johannsson, cuyo estilo oscila entre el puramente clásico y el minimalismo de
Philip Glass, narración convincente, buenas tomas, conforman una biopic muy
interesante que merece verse.
Elsa Bragato
EN EL BOSQUE
De Rob Marshall. Con Meryl Streep, Emily Blunt, James Corden, Anna Kendrick,
Lilla Crawford, Daniel HUttlestone, Mackenzie Mauzi y Johnny Depp. Música de
Stephen Sondheim y James Lapine. Duración:
REGULAR. PERSONAJES EN BUSCA DE ALGUNA LUZ
Barajar y dar de nuevo. Algo así ocurre con los personajes más tradicionales de
la literatura infantil en esta película, basada en una obra de Broadway que
escribieron el notable Stephen Sondheim y James Lapine (recordemos que S.
Sondheim fue el letrista de L. Bernstein en “Amor sin barreras”). Rob Marshall
tomó el libro, habló con sus escritores y organizó este film donde se
entrecruzan los cuentos de los hermanos Grimm (Cenicienta, Caperucita Roja,
Rapunzel) y el anónimo inglés “Jack y los porotos mágicos”. Marshall conoce bien
con quiénes trabajó dado que dirigió a Depp en “Piratas del Caribe navegando
aguas misteriosas”. El resultado no conforma, además por la inclusión de
canciones poco pegadizas.
Meryl Streep, nominada al Oscar por este trabajo, jamás desentona. Es una bruja
cabal, de espantosas uñas largas y aspecto desgreñado que le impone a un
matrimonio cuatro prendas a cumplir para poder tener un bebé. Empezamos mal…
Estas tareas tienen relación con los cuatro cuentos famosos. Johnny Depp la
secunda en breve aparición como el “lobo feroz”, personajes que el actor acepta
con fruición, siempre con un toque estrafalario, alejándose de roles dramáticos
de envergadura.
No se puede objetar la fotografía, es impecable, ni tampoco abrir juicio sobre
la producción con recreaciones escenográficas fantásticas. A lo mejor, con un
tono oscuro exagerado. El bosque del título en inglés (“Into the Wood”) es
estereotipado y, aunque preste ayuda a los personajes, no logra equilibrar el
agobio provocado por tantas canciones sin fuerza, desteñidas. Es que un teatro
en Broadway es un escenario diferente al set de filmación y, si bien Sondheim es
un gran compositor, llama la atención que su propia adaptación no haya estado a
la altura de “Sweeney Todd”.
El film, en síntesis, puede dividirse en dos partes, una primera más clara que
la segunda, densa. Sin canciones que nos atrapen y con un forzado guión que
intenta atraparnos sin conseguirlo, resulta una elección poco gratificante para
ir al cine.
Carlos Pierre
BOB ESPONJA UN HÉROE FUERA DEL AGUA 3D
De Paul Tibbitt. Con Antonio Banderas, Clancy Browns, Tom Keny, entre otras
voces. Música de John Debney. Duración: 93 minutos.
REGULAR. BOB ESPONJA EN UNA HISTORIA DISCONTINUA
Que se van a entretener con el nuevo Bob Esponja, no lo dudamos. Pero hay que
ser honestos y decir que el guión filmado por Paul Tibbitt adolece de
discontinuidad y de un tufillo bélico que no nos gustó para nada. Bob Esponja,
que vive en su ciudad submarina del océano Pacífico llamada Fondo de Bikini,
tiene la fórmula secreta para hacer unas hamburguesas que los amiguitos comen
hasta intoxicarse. No falta quien lo traiciona y ahí comienzan los problemas.
Está secundado por sus amigos de siempre como Calamardo, Patrick, Arenitas,
entre otros, que tomarán dimensiones importantes, como Plancton en una especie
de Hulk. El robo de la fórmula de las hamburguesas genera tal desaguisado que
produce una guerra. No hay balas pero sí papas que se tiran como torpedos,
casitas que se incendian y un panorama desolador propio de lo que hoy vemos que
ocurre en el mundo. Bob Esponja se queja de cómo ha quedado su ciudad. Y aquí
entramos en la disyuntiva de si es una animación para chicos o para adultos,
porque tampoco llega a serlo.
Antonio Banderas actúa como el pirata que quiere la fórmula y se arriesga, en
una secuencia inicial que resulta la única espléndida por el sobrevuelo del
océano y la buena banda de Debney. Es mejor Banderas como el Gato con Botas…
Papas, patatas, o lo que fuere, generan agresiones con torpedos, aviones
lanza-bombas, y todo tipo de elementos bélicos. Y sinceramente no mueven a risa
sino a preguntas: “¿Esto tienen que ver nuestros hijos pequeños?”. En medio de
esta confusión, de personajes que gritan (Bob Esponja pegando gritos altera al
espectador más templado), de Plancton sujetado con cintas para “ser torturado”,
hay algunas secuencias, sobre todo en el final, donde el bien le gana al mal.
Pero hubo sustos e imitaciones de las desgraciadas guerras, además del
“torturado” Plancton y de la Computadora, atada como rehén en una improvisada
cárcel, que no nos convencieron en medio de una deshilachada historia que solo
al final logra reunirse. Así y todo uno se plantea si este bélico Bob es lo
mejor para nuestros chicos.
Elsa Bragato
JUEVES 29 DE ENERO DEL 2015.-
Hay cinco estrenos confirmados en las salas más importantes de esta ciudad de
Buenos Aires. Entre ellos, la comedia francesa “Dios mío, ¿qué hemos hecho”,
de Philippe de Chauveron, que viene con buenas críticas, y la nacional “El
desafío”, de Juan Manuel Rampoli, con Nico Riera, Rocío Igarzábal, Gastón
Soffritti, Diego Ramos, en los rubros protagónicos. Consignamos que Nico Riera y
Rocío Igarzábal es una pareja surgida en la televisión y que hace un año que no
están en la pantalla chica. El film está dirigido a la platea femenina
adolescente. Se anuncia también el estreno del documental “El vals de los
inútiles”, sin difusión para la mayoría de los críticos, del chileno Edison
Cajas.
ST VINCENT
Guión y dirección de Theodore Melfi. Con Bill Murray, Jaeden Lieberther, Melissa
McCarthy, Naomí Watts, entre otros. Música de Theodore Shapiro. Duración: 102
minutos.
MUY BUENA. MURRAY SE ADUEÑA DE LA PANTALLA
“St Vincent” nos muestra a Bill Murray en su mejor interpretación, a manera de
unipersonal, en el cine. Dueño de un estilo mesurado, de una gestualidad muy
particular, Murray se adueña de la pantalla en esta historia, una comedia
dramática, cuyo nudo se centra en la relación de este hombre mayor y un niño,
agredido en una escuela de un Brooklyn bello pero difícil y reo. Vincent es un
veterano de Vietnam, malhumorado, atormentado, con muchos vicios que van desde
el cigarrillo hasta el alcohol, pasando por las apuestas en carreras de
caballos, sin un dólar a mano, con su mujer en un geriátrico y una amante rusa
(la bella Naomí Watts) que está embarazada. Por esas cosas del destino, Vincent
se ve involucrado con una nueva vecina (Melissa McCarthy) y su pequeño de 12
años (Jarden Lieberther).
Bill Murray sabe cómo adueñarse de su personaje y hacerlo vivir el entorno que
le toca en suerte. Su rol es ir a buscar al niño a la salida del colegio
religioso, transformándose en un singular “babysitter”, recibiendo un sueldo a
cambio. Aquí se ve la mano de Theodore Melfi en el tratamiento del guión y la
dirección actoral, dejando con sabiduría que Murray y el elenco se explayen en
sus roles sin notar el invisible hilo que los sostiene.
El film tiene varios golpes bajos, hay un tosco sentimentalismo, y una serie de
clishés y algunas sobreactuaciones de Bill Murray que, sin embargo, atrapan, no
declinan el interés por este personaje, eje del film. Bill Murray se transforma
no solo en el “babysitter” que la ficción le exige sino también en el sostén de
un muy buen elenco. Y por esta actuación que es superlativa le damos un “muy
bueno” al film, sin olvidarnos que, detrás de Bill Murray, hay títulos
inolvidables como “Hechizo del tiempo”, “Perdidos en Tokio”, y los lejanos films
de entretenimientos sobre los “cazadores de fantasmas”. Murray hace suyo el film
y merece verse.
Carlos Pierre
BÚSQUEDA IMPLACABLE 3 (TAKEN 3)
De Olivier Megaton. Con Liam Neeson, Famke Jansson, Maggie Grace, Forest
Whitaker. Musica de Nathaniel Méchaly. Duración: 109 minutos. Guión y producción
de Luc Besson.
REGULAR. DESANGELADA BÚSQUEDA
Los policiales son atractivos, aún con sus menos… En este caso, esta tercera
película final de la saga “Taken” (se inició en el 2008 y continuó con Taken 2
en el 2012), luce sin gracia, desangelada, atada a clishés de los que ha sabido
crear Luc Besson y su mano está más que clara, con algunas escenas que nos
recuerdan y mucho a “Lucy” (esos pasillos largos plagados de custodios muertos a
tiros). Para Liam Nesson, uno de los grandes actores de Hollywood, la franquicia
de Besson lo catapultó a la taquilla nuevamente (en su haber tiene la magnífica
“La lista de Schindler” o “Kinsey”, entre tantos otros títulos), valiéndose del
mismo director de “Taken 2”, Olivier Megaton, que pertenece a su estrecho
círculo de colaboradores. Film francés con actores ingleses e irlandeses.
Recordemos la otra franquicia de Besson, “El transportador”, que le dio fama
mundial al excelente actor inglés Jason Statham, conocido en su país por su
labor teatral. Es decir, Luc Besson le encontró la vuelta a su fábrica de
sucesos de acción.
Hechas estas consideraciones, vamos al film en cuestión. Aquí el ex agente Bryan
Mills se enfrenta al nuevo marido (¿acaso no había reiniciado su relación con
Brian Mills en Taken 2?) de su ex esposa (una sensual Famke Janssen) y al
asesinato de ésta, quedándole solo su hija (la bella Maggie Grace como “Kim
Mills”) para defender. Tan previsible es la historia que ni habría valido la
pena la película porque, de entrada, nos damos cuenta de quién es el asesino, a
pesar de que Besson hizo giros en la trama para alentar el suspenso. Inútiles.
Está “Franck Dotzler” (Forest Whitaker, de quien nunca olvidaremos su
interpretación en “El último rey de Escocia” y la más reciente “El mayordomo”)
como el inspector que sigue los pasos de “Mills” con escasa suerte. Un rol de
taquito para Whitaker.
Entre los hechos que pueden desalentar al espectador es la no ubicación real del
film, qué ciudad, dónde estamos. Todo indica que es Los Angeles donde
efectivamente se filmó gran parte del film. Hay tomas interesantes aéreas y
alguna secuencia lograda. En general, Liam Neeson luce agotado del personaje si
bien, aún con dobles de riesgo, sale indemne de tanta acción. La cuestión pasa
por su inexpresión, no nos transmite nada porque, evidentemente, Neeson ya está
para otros personajes. Y Besson finiquitó su propia franquicia.
Elsa Bragato
INQUEBRANTABLE
De Angelina Jolie. Guión de los hermanos Cohen. Con Jack O’Connell, Miyavi,
Garrett Hedlund, Jai Courtney, entre otros. Música de Alexandre Desplat.
Duración: 134 minutos.
REGULAR. CÓMO QUEBRANTAR AL ESPECTADOR
El 26 de enero pasado Louis Zamperini habría cumplido 98 años, falleció el año
pasado, luego de ser honrado por esta película, la segunda que filma Angelina
Jolie (la anterior fue “En la tierra de sangre y miel”, una historia de amor en
la Guerra de Bosnia, 2011). Pocos días después, se estrena el film basado en el
libro de Laura Hillebrand sobre su vida. Los hermanos Cohen, creativos de alta
alcurnia, y la misma Jolie se encargaron de este guión donde no se ahorró ningún
sufrimiento para el espectador quien, en más de una oportunidad, se retorcerá en
su butaca ante las escenas sin cortapisas que ve. El tema (honrando la vida de
un atleta olímpico que soñó con participar en los juegos de Tokio, siendo
enviado a la segunda guerra mundial desde 1941 a 1945) sobre la supervivencia en
condiciones infrahumanas en las temibles barracas japonesas, castigos brutales,
naufragio de 47 días en el Pacífico, ya lo hemos visto en “La vida de Pi”,
“Kon-Tiki”, y “Un pasado imborrable” con Colin Firth y Nicole Kidman, donde se
muestran las torturas japonesas, si bien las historias eran diferentes.
La actuación de Jack O’Connell es excelente y se nota el esfuerzo físico para el
rol: de tener un peso normal a llegar a ser esquelético en los campos de
concentración de Japón; el resto del elenco cumple con su tarea denotando
profesionalismo y buena dirección de Angelina Jolie. La fotografía también es
estupenda, especialmente en las secuencias iniciales donde se muestra la lucha
aérea de los Aliados y los escasos recursos de este batallón. El naufragio es
inmediato y los sobrevivientes, entre ellos Louis Zamperini, se aferran a botes
salvavidas donde pasarán más de un mes. He aquí escenas que nos hacen saltar de
la butaca como la caza y despanzurramiento de una gaviota, de un pez-pescado
comido casi vivo a mordiscones desesperados y de un tiburón. Y luego la captura
por los japoneses donde Zamperini es violentado por el jefe de las barracas, el
temible Mutsuhiro Watanabe apodado “El pájaro“, quien estuvo 7 años escondido
después de la guerray, aún siendo catalogado como un asesino, logró escapar del
juicio por torturas, falleciendo en el 2003.
Las trompadas que recibe “Louis Zamperini” por orden de “El pájaro” de cada uno
de los prisioneros de guerra, uno a uno, hasta quedar destruido, los latigazos
en su rostro que le propina “El pájaro”, los bastonazos en su frágil cuerpo, son
larguísimas secuencias que terminan por agotar al espectador ante tanto
sufrimiento (sin dudas, real). Zamperini, en su propia vida (regresó con la
llama olímpica a Tokio ya superando los 80 años), fue más fuerte espiritual y
físicamente que cualquier espectador que debe tolerar la seguidilla de torturas
bien completitas a las que fue sometido.
El film resulta una narración audiovisual de manual. A su favor está la
biografía de Louis Zamperini por lo que el traslado al cine de la pieza
literaria debió ser lo más fiel posible. En su contra, la realización es
convencional como indicamos, aunque se destaca la actuación de Jack O’Connell.
Poco convincente resulta el japonés “Miyavi”, reiterativo en sus expresiones y
parlamentos. Innecesariamente extensa, añadimos que inquebrantable fue Zamperini.
Quebrantable es la tolerancia del espectador.
Elsa Bragato
JUEVES 22 DE ENERO DEL 2015.-
Hay seis estrenos de cine. Además de los que comentamos, llegan a la pantalla
“Mortdecai” con Johnny Depp, basada en una famosa trilogía literaria; para los
chicos, “Los pingüinos de Madagascar”, surgidos de la estupenda “Madagascar”, y
la nacional “Libre de sospecha”, policial de Emilio Blanco que protagoniza
Miguel Habud.
LA DAMA DE NEGRO 2 (EL ÁNGEL DE LA MUERTE)
De Tom Harper. Con Phoebe Fox, Helen McCrory, Jeremy Irvine, Leilah de Meza,
entre otros. Música de Marco Beltrami, Brandon Roberts y Marcus Tramp. Duración:
98 minutos.
REGULAR. MÁS QUE TERROR, RISAS…
No valió el salto del siglo XIX de “La dama de negro” a la Segunda Guerra
Mundial del siglo XX para lograr un acendrado terror en esa forzada secuela.
Encontramos la casa en ruinas, siempre cargada de una mala energía que no logra
efectos salvo sustos por audios excesivos y clishés de lo que sería “un terror
original”, y la locación es la isla separada de tierra firme por ondulantes
marismas, terrenos bajos y pantanosos que se inundan por las aguas del mar.
Ocho niños son llevados a la casa para huir de los bombardeos nazis. Sus
ocasionales tutores son una rígida directora de escuela (Helen McCrory), una
joven maestro (Phoebe Fox) y un desplazado aviador de la RAF (Jeremy Irvine, que
debutara en la fantástica “Caballo de guerra” de Steven Spielberg). Uno de los
niños es huérfano y, como en la versión anterior, cae atrapado en las pantanosas
marismas.
En realidad, es la película en sí la que está atrapada y empantanada, y el
destino de los personajes no fluye, no hay evolución sino gags y “sustitos”. Se
percibe claramente un clima forzado con situaciones imprevistas pero que, lejos
de causar miedo, mueven a risa. Debiera ser una gran preocupación para los
productores el haber lanzado este film como secuela de un éxito, una “dama de
negro” devaluada, con actuaciones que no convencen, y con esfuerzos denonados
por salvarla de las propias marismas. Olvidable.
Carlos Pierre
AMERICAN SNIPER – FRANCOTIRADOR
De Clnt Eastwood. Con Bradley Cooper, Sienna Miller, Luke Grimes, Kyle Gallner,
entre otros. Duración: 132 minutos.
EXCELENTE. EASTWOOD A TODO NADA EN GRAN FILM BÉLICO
El cine bélico ha regresado en estos días con muy buenas producciones: la que
comentaremos y el film protagonizado por Brad Pitt, “Corazones de hierro – Fury”.
Esta última, más romántica aunque cruel, y la de Eastwood, una de esas
narraciones del gran director que conmueven porque son mucho más que secuencias
intensas en contenido y en imágenes.
Clint Eastwood tomó el libro de Chris Kyle, asesinado en el 2013 por un ex
combatiente. En su corta vida, logró ser el francotirador que más bajas produjo
en Irak, cargando sobre su alma la muerte de un niño que llevaba una granada
para arrojarla a un batallón de marines. Eastwood repasa con habilidad de cámara
y de criterio la vida personal de este “SEAL” (marine francotirador para tierra,
aire y mar), su casamiento, el nacimiento de sus hijos, y su noble principio de
combatir para salvar a su país del terrorismo. Y no nos ahorra tremendas escenas
porque de eso se trata la guerra. Pero va más allá. En la brillante
interpretación de Bradley Cooper (uno de los productores del film junto con
Malpaso, la productora de C. Eastwood) se percibe, nos llega al corazón, la
lucha interior de Chris entre matar para salvar a su gente y el sinsentido de la
guerra que sobrevuela en cada tiro certero que da.
La figura del héroe entonces, y solo por la reflexión de Clint Eastwood, es
puesta en tela de juicio: Chris Kyle logra renombre entre sus camaradas,
mientras se enfrenta a situaciones complejas en su matrimonio. La tragedia no es
solo la los iraquíes,
Chris Kyle debe matar al francotirador iraquí más famoso, tan popular como él.
La notable tecnología militar estadounidense se pone en marcha: al mejor estilo
“google”, se sobrevuela la zona con una espectacular toma-secuencia, hasta
determinar el lugar del “asalto”. La pantalla se recorta y queda enmarcada en la
pared de los mandamás del Pentágono. Desde allí, C.Kyle recibe las órdenes y se
le indica por donde se acercan los enemigos. Es el comienzo de una de las
secuencias más impresionantes vistas hasta ahora donde, en medio de un polvillo
rojo intenso, se mueven como sombras los soldados, son heridos, otros son
muertos, caen y manos salvadoras los rescatan. Increíble ejercicio de filmación,
que incluye efectos especiales.
Resulta también innovador el trabajo del sonido en postproducción. A diferencia
de otros filmes suyos, Clint Eastwood utiliza percusión para acentuar el drama o
la tragedia que se avecinan. Y sobre el final, el angustiante “Toque de
silencio” que se ejecuta con trompeta (surgió en 1862 durante la Guerra de
Secesión de los Estados Unidos) se funde en una variación con pocos
instrumentos. Tremendo cierre que nos deja un interrogante, como el solitario
toque de queda, y variaciones que debieran tener respuestas: ¿de qué vale tanta
perfección para matar? ¿De qué vale la crueldad del fundamentalismo de cualquier
índole como la venganza en un niño al que se le perfora la cabeza? ¿No es hora
de que todos digamos “basta” a este poderío insano de balas, metralletas,
granadas, e inútil perfeccionismo para matar? Clint Eastwood, a los 84 años, nos
deja un film memorable y un legado de reflexiones a su país y al mundo.
Elsa Bragato
WHIPLASH
De Damien Chazelle. Con J.K. Simmons, Miles Teller, Melissa Benoist, entre
otros. Música de Justin Hurwitz. Duración: 106 minutos.
MUY BUENA. LA OTRA CARA DE LA MÚSICA
En principio, debemos decir que si a usted no le interesa la batería, la música
en general y menos el jazz, no vea este film. Pero si a usted lo emociona el
“detrás de escena”, la generación de un artista, sea cual fuere su especialidad,
no deje de ver “Whiplash” que literalmente significa “latigazo”. Y es el que dan
los bateristas cada vez que ponen sus palillos sobre los diferentes “drums” o
elementos de la batería. Agregamos que el tema que da título al film pertenece a
Hank Levy.
Poco se sabe sobre la formación de un músico. Y podría resultar exagerado el
notable director de orquesta que encarna J.K. Simmons (posible ganador del Oscar
al mejor actor de reparto) músico en su juventud. Sin embargo, esta película
retrata, aún en la exageración que indicamos, la dura tarea de un músico
profesional, el batallar horas con su instrumento y someterse a un régimen de
perfeccionamiento cotidiano a solas y dentro de una orquesta o “banda”.
“Andrew Neyman”, a cargo del joven actor Miles Teller, quiere ser un gran
baterista. Y se topa con un exigente director musical, el maestro Terence
Fletchner. La ofensa, los golpes, la sangre en las manos y los dedos por tocar
sin parar, no son imaginaciones del film sino la dura realidad de cualquier
profesional de la música. La escuela europea “goza” de estas cualidades que
incluyen hasta la frustración de alguien con la capacidad para ser músico. Es el
pan cotidiano. Y en nuestro país hay renombrados casos de directores de orquesta
que apelaron a la frustración, al golpe y al insulto para que sus cantantes y
músicos fuesen los mejores aún a costa de problemas de salud.
El realizador Damien Chazelle (se conoció solo un film anterior suyo en uno de
los festivales de cine de Mar del Plata, un corto donde retrató su propia brutal
experiencia como estudiante de música) ha recibido numerosos premios en el
último Sundance Festival por este film así como está nominado a cinco premios
Oscar 2015. Más que merecidos reconocimientos porque ha sabido captar el
significado de ser músico profesional. El premio musical para el espectador son
algunas canciones que la banda del film ejecuta como “Caravana” y la melodía que
da título al film, “Whiplash”,con un exigente “latigazo” doble de la batería.
Imperdible.
Elsa Bragato
CON PECADO CONCEBIDOS
De Vinko Bresan. Con Kesimir Mikic, Niksa Butjer, Marija Skaricic, entre otros.
Música de Mate Matisic. Duración: 94 minutos.
MUY BUENA. UNA JOYITA DE SÁTIRA SOCIAL
Vinko Bresan es un aclamado director croata, nacido en Zagreb, de 51 años, que
llega a nuestras salas con una de las mejores comedias europeas de los últimos
tiempos. “Con pecado concebidas” es el título en castellano de su “Los hijos del
cura”, en otra traducción de “Svenekikova djeca”. En una isla del Adriático, un
joven sacerdote que llega para ayudar al párroco del lugar observa que hay más
fallecimientos que nacimientos y, en combinación con el quiosquero de lugar y el
farmacéutico, deciden “pinchar” los condones para que no cumplan su función. La
isla se convertirá en un polo de atracción para los turistas que desean ser
padres, provocando un desenlace insólito la llegada del obispo. La tragedia que
se avecina tiene un desarrollo coherente que no abandona esa suerte de picaresca
que Bresan ha utilizado desde el comienzo. Quedan envueltos y enredados desde
los dogmas más recalcitrantes hasta la convivencia de pocas almas en una pequeña
isla.
Una pequeña joya de análisis sociopolítico donde las secuencias novedosas son un
solo un aporte a una narración aparentemente clásica. Vinki Bresan muestra su
poder de síntesis en una inteligente comedia… para pensar.
Elsa Bragato
JUEVES 15 DE ENERO DEL 2015.-
Hay cuatro estrenos esta semana que incluyen la comedia romántica “Los
imprevistos del amor”, de Christian Ditter para los más jóvenes y afectos a los
diálogos melifuos.
EL SÉPTIMO HIJO 3D
De Sergey Bodrow. Con Jeff Bridges, Julianne Moore, Ben Barnes, Kit Harington,
Alicia VIkander, entre otros. Música de Marco Beltrami. Duración: 103 minutos.
MUY BUENA. ENTRETENIDA FANTASÍA SOBRE ESPECTROS Y BRUJAS
Jeff Bridges a sus 65 años parece empeñado en interpretar a personajes
estrambóticos, al estilo de Johnny Depp, que lo alejan de los roles románticos y
profundamente dramáticos como el de “The door in the floor” o “Crazy Heart” que
le valió su primer Oscar como mejor actor, sin desestimar “True grit”. Una aldea
medieval, un bosque de espectros al que “Maestro Gregory”, su personaje en “El
séptimo hijo” , frecuenta y una lucha con una ex amante, la bruja Malkin
interpretada por la bella JuliAnne Moore, son el entorno primario de esta
película basada en el primer libro de la saga “”Crónicas de la piedra Ward” de
Joseph Delaney, lo cual asegura una franquicia exitosa.
El séptimo hijo del séptimo hijo está encarnado por Ben Barnes como “Tom”, cuya
madre ha sido una bruja hecha y derecha en el pasado pero de las buenas. Jeff
Bridges se encarga de darle a su “espectro Gregory” un matiz muy personal y
esperado por la audiencia con frases que suenan a “morcilleo” y sin duda alguna
simpáticas y atrapantes. Y Julianne Moore es una maldita con todas las ganas,
acentuando estas características por un make-up de base blanca con tiznes negros
alrededor de los ojos en los momentos cruciales. La cuestión de Maestro Gregory
es terminar con la maldad en el mundo que encarna esta ex amante suya que mató a
su esposa. Y a uno de sus jóvenes ayudantes.
El camino es largo y permite una narración más que entretenida y disfrutable,
con seres malignos que, de polvo en movimiento, se transforman o en aves
espantosas o bien se depositan en el suelo como bellas mujeres. La técnica
actual todo lo puede. Precipicios que terminan en bellos mares azules,
impactante secuencia inicial sobrevolando montañas y la cumbre de una de ellas
donde un joven Gregory hace de las suyas con Malkin, son atractivas secuencias a
pura acción y música incidental del gran Marco Beltrami.
Destacamos la fotografía, el diseño de producción, el diseño del sonido, el
vestuario, y la escenografía, así como los efectos especiales que apuntábamos.
Si queremos valorar la interpretación, Jeff Bridges está en su salsa componiendo
a este espectro que no lo parece y que, con más de seis décadas de vida, se da
el lujo de participar de coreografías de peleas espectaculares. Es una lucha
cuerpo a cuerpo con brujas y amantes del bien, bocas gigantescas de dragones que
“comen” al espectador, cataratas fantásticas, además de un romance entre los
juveniles Ben Barnes y la fotogénica Alicia Vikander en medio de espectaculares
secuencias de fuego, calaveras, monstruos y espadas al rojo vivo. ¿Un “Señor de
los anillos” devaluado? Puede ser, pero entretiene y vaya cómo!
Elsa Bragato
13 PECADOS
De Daniel Stamm. Con Mark Webber, Devon Graye, Tom Bower, Rutina Vesley, Ron
Perlman y Pruitt Taylor Vince. Música de Michael Wandmacher. Duración: 92
minutos.
BUENA. …PORQUE ATRAPA, NADA MÁS
El realizador alemán Daniel Stamm (El último exorcista) se basó en el film
tailandés “13: Game of death” para narrar esta historia ambientada en una nada
ostentosa Nueva Orleans, “cuna” de otros films gore de superior factura
(recordar “Angel Heart”). Un vendedor de seguros (Mark Webber) pierde su trabajo
y tiene la agobiante responsabilidad de sostener a su novia embarazada, a su
hermano discapacitado y a su padre minusválido. Un reguero de golpes bajos… Este
infortunado hombre recibe un llamado donde se le informa que puede participar de
un reality show realizando 13 tareas de crueldad en aumento por lo que podría
ganar hasta 6 millones de dólares. Una característica de este show es que deberá
matar y comer una mosca (¡Marley lo superó ampliamente en la ingesta de
insectos!). El juego va tornándose más temerario y sangriento. Manipulado por
espectadores invisibles, debe completar las tareas que lo llevan a un camino
sangriento y sin retorno.
La narración se va tornando, a su vez, menos creíble. Sin embargo, es rescatable
el interés que despierta cada tarea por la actuación de Mark Webber, endemoniado
y consustanciado con cada pecado, según el guión que resulta bastante ingenioso
en algunas secuencias, si bien las palmas se la sigue llevando el film original
tailandés.
Por momentos, las vueltas de tuerca de la trama resultan sorpresivas y nos
conducen a un final con sangre que brota de la pantalla, cruel, despiadado e
inhumano.
Es regular el resultado final de la película pero resulta buena la destreza
narrativa para superar sus propios escollos. No es un “gore” genuino, tampoco un
policial acabado. Es un desquiciado juego que solo puede gustarle a los
seguidores del género en un film menor.
Carlos Pierre
CORAZONES DE HIERRO
De David Ayer. Con Brad Pitt, Shia Labeouf, Logan Lerman, Michael Peña, Jon
Brnthal y Brad William Henke. Música de Steven Price. Duración: 134 minutos.
MUY BUENA. OTRA DE GUERRA PARA BRAD PITT
A la manera de “Rescatando al soldado Ryan”, David Ayer (guionista de “Día de
entrenamiento) pone a Brad Pitt al frente de un batallón sobre finales de la
segunda guerra mundial en plena Alemania (un toque de “Bastardos sin gloria” de
Q. Tarantino) tratando de sofocar los últimos ataques de los soldados de Hitler
que no estaban enterados del fin de la conflagración. Tienen una misión sin
retorno a cumplir y cuentan con un casi destartalado tanque Sherman, inferior a
los tanques alemanes en todos sus aspectos. Buena parte del film transcurre en
ese interior donde la amistad, el compañerismo, la solidaridad, se transforman
en los sentimientos cotidianos. Un novato religioso que jamás mató a nadie es
sumado a este grupo de hombres que se han pasado toda la guerra a sangre y
fuego.
Una espectacular toma inicial, un plano largo con un jinete que asoma en el
centro y a lo lejos en medio de un campo de batalla reducido a muerte e
incendios, nos pone en tema de inmediato. “Don “Wardaddy” Collier” – Brad Pitt
recibe a un novato al que debe entrenar incluso obligándolo a fusilar a los
alemanes que encuentran en el camino. De aquí en más, las secuencias serán muy
duras con algunas escasas muy clishés: el aliado que se mete en una casa y pide
comida y baño, la pelea por una joven alemana, la piedad del líder del batallón
por sus impiadosos compañeros y el novato. Un remanso en medio de escenas
filmadas en medio plano de una verosimilitud pocas veces vista hasta ahora
gracias a la tecnología.
Esa Europa con lluvias en abril del 45, los tanques que aplastan a restos de
cuerpos de soldados en su paso hacia las aldeas, las granadas que explotan y se
producen despedazamientos de cuerpos en las narices del espectador, las luchas
finales en un ambiente de polvo rojizo, balazos que retuercen de dolor,
edificios que se derrumban y cuerpos que asoman en los escombros, un final
preanunciado pero aceptado, son solo algunos d e los elementos de esta film
sobre un hecho pequeño y particular de una segunda guerra mundial que pudo o no
existir tal como se lo cuenta, pero que sin duda forma parte de muchas luchas
solitarias de pequeños grupos de hombres para derrotar al nazismo.
Como detalle visual está el corte de pelo de Brad Pitt y algunos de sus
compañeros, pelados a los costados y con copete, un estilo tan de moda hoy que
se ve en algunas fotografías de la época y no en todos los batallones. Otras
particularidades del film es que se rodó en la campiña inglesa y que se empleó
el único tanque Panzer VI Tiger utilizable, perteneciente al Museo de Tanques de
Bovington, de Dorset, al Sur de Gran Bretaña.
Es un film de guerra que impresiona, de gran realización, con buenas actuaciones
aunque tenga algunos clishés. Fuerte, dura, sin medias tintas. No hay que
desestimarlo porque su realismo es impactante.
Elsa Bragato
JUEVES 8 DE ENERO DEL 2015.-
Hay seis estrenos, todos muy interesantes. Entre ellos, el nuevo film del
realizador nacional Juan Taratuto titulado “Papeles en el viento” con un
superelenco integrado por Pablo Rago, Diego Peretti, Diego Torres y Pablo
Echarri, así como el documental nacional “Sordo”, de Marcos Martínez.
SIN CONTROL (JOHN WICK)
De David Leitch y Chad Stahlski. Con Keanu Reeves, Willem Dafoe, Alfie Allen,
Michael Nywvis, entre otros. Música de Joel J. Richard, Tyler Bates. Duración:
101 minutos.
BUENA. ACCIÓN Y SUSPENSO AL POR MAYOR
Keanu Reeves, en sus flamantes 50 años, regresa a la pantalla alejado de su
personaje de “Matrix” y logra convencernos de que es un asesino retirado.
Conforma, junto a Denzel Washington y Liam Neeson, la trilogía de los
cincuentones que se mantienen en forma para realizar films de intensa acción
física, aunque sea coreografiada y tengan dobles de acción para algunas
secuencias.
Para entrar en tema, nunca te metas con alguien que acaba de perder a su esposa,
le roban su Mustang 601 y le matan a su perro, regalo de la mujer para que la
recuerde. Es el caso de John Wick, el personaje que compone Reeves, un asesino a
sueldo que se retiró pero que, ante la sangrienta acción de un joven mafioso
(Ian McShane), decide volver a las armas e iniciar una sangrienta venganza.
El guión está ambientado en New York, buscando los personajes delictivos que
deambulan en la gran ciudad. La mafia rusa es una de las presencias más actuales
y el joven mafioso es el hijo del máximo gangster ruso (Michael Nyqvis), ex jefe
de Wick, quien sabe muy bien que el ex asesino no perdona y su hijo corre
peligro de vida.
Con una fuerte presencia de la ciudad de los rascacielos, de una fotogénica y
singular New Jersey, con tomas zenitales iluminadas, con secuencias del bajo
fondo, miserable y sofisticado a la vez, los directores Leitch y Stahlski
muestran las dos caras de una misma moneda. Hay una densa telaraña de submundo
que va envolviendo la historia y, junto a los violentos, están los que hacen un
culto de la amistad como el personaje que encara Willem Dafoe junto a la bella y
malísima a la vez Adrianne Palicki.
Hay que destacar la intensidad creciente de la venganza que se desata, muy
sangrienta y brutal, con ausencia de policías, aunque el escándalo provocado sea
extremo, respetándose los clishés del género, especialmente cuando de mafias se
trata. Kenue Reeves sale muy bien parado de esta performance, como el dúctil
Willem Dafoe (que en el 2014 anduvo por Buenos Aires), la narración audiovisual
está cuidada en todos sus detalles, coreografías de luchas realmente impactantes
y balaceras que no dejan ganas de enfrentarse con John Wick aunque ya se habla
de que lo volveremos a ver porque da para una saga. Un sólido policial con todos
sus ingredientes.
Carlos Pierre
FOXCATCHER
De Bennet Miller. Con Steve Carell, Channing Tatum, Mark Ruffalo, Sienna Miller
y Vanessa Redgrave, entre otros. Música de Rob Simonsen, West Dylan Thordson y
Mychal Danna. Duración: 130 minutos.
MUY BUENA, INTENSA BIOPIC SOBRE UN MILLONARIO ASESINO
Bennet Miller es el consagrado realizador de “Capote” con el recordado Philip
Seymour Hoffman como protagonista. Tiene un estilo narrativo muy especial,
detallista, un tanto desangelado pero potente porque atrapa al espectador más
allá de la historia en sí. En “Foxcatcher” nos regala otra película donde la
narración no tiene fisuras, logrando una dirección de actores puntillosa, que
acompaña con un trabajo estupendo en postproducción del sonido y una fotografía
que le da aire, respiro, a la historia de los famosos luchadores Schultz, los
hermanos Mark y Dave, contratados por el psicópata millonario John E. Du Pont.
Mark está en la piel de Channing Tatum quien logra superar su etapa de carilindo
para entregarnos una muy buena actuación, mientras que Steve Carell asombra como
el magnate Du Pont al adoptar una gestualidad en la que solo reconocemos al
personaje, la mirada fría y penetrante, el mentón levantado, el andar marchando.
Los datos son absolutamente reales y fueron tomados del libro de Mark Schultz
quien, luego de ver el film, expresó su “odio” al director. Ciertamente,
trasladar un texto literario a la narración cinematográfica no es sencillo y
permite licencias que, como en este caso, produjeron el rechazo del real Schultz.
Recordemos que los hermanos Schultz ganaron medallas de oro en los Juegos
Olímpicos y que Mark Schultz fue dos veces campeón mundial.
Du Pont fue un excéntrico magnate, con serios problemas mentales, dominado por
su madre (una envejecida Vanessa Redgrave, siempre eficaz aún en apariciones
breves), que quiso convertir la finca, de enormes dimensiones, en el centro de
entrenamiento de los Estados Unidos para los luchadores especializados en “lucha
libre”. El primero en ser contratado es Mark, quien organiza ese centro y se
transforma en el amigo del magnate en una relación profesional y fraternal, si
bien el director Miller le da un toque, en una sola secuencia, de algo más
personal, pero no lo define sino que lo deja librado al criterio del espectador
(hecho rechazado por el auténtico Schultz). La mente enfermiza de D Pont lo
llevó a odiarlo y hasta abofetearlo frente al grupo de luchadores, quebrándose
toda relación. Sin embargo, contrató a su hermano mayor, Dave, para reemplazarlo
como entrenador, intentando resquebrajar la relación de los hermanos. Du Pont
está loco por lo que toma una decisión insólita, inesperada, pero no contamos
nada más porque sería develar el “quid” de esta historia.
El tema en sí puede alejar a muchos espectadores: la lucha libre, los ganchos
entre los cuerpos, y otro tipo de posturas para enfrentar al contrincante son
secuencias muy extensas a las que les falta pasión. Secas, a puro golpe, nos
internan en los secretos de la lucha libre sin parlamentos. Y hay una parsimonia
especial en Bennet Miller para mostrar en detalle las luchas, las presentaciones
entre luchadores y el magnate, darle amplitud a la mirada extraviada y soberbia
de Du Pont, lejos de algún rasgo de emoción. El personaje de Mark Ruffalo, Dave
Schultz, es el que tiene más posibilidades de mostrar sus sentimientos, hay
calidez en su entorno, y es un hermano mayor afectuoso que supo preparar a su
hermano en la lucha, además de brindarle contención psicológica. Sin embargo,
Ruffalo no se queda en la comodidad de un personaje amable sino que pone su
cuerpo al servicio del mismo, estilizado, con músculos, y con diferencias
notables en su aspecto. Nos regala una notable actuación. Como detalle apuntamos
la música incidental, especialmente un piano que, con pocos acordes, crea climas
opresivos en las secuencias en las que Miller elimina el audio y se ve el
accionar de los actores.
Fría pero cercana a la perfección de la narración audiovisual, con algunos
altibajos en la expresividad de Channing Tatum más allá de elogiar su gran
trabajo (incluye un aumento excesivo de peso y una escena de furia bien
lograda), “Foxcatcher” se acerca a los Oscars como firme candidata a alguna
estatuilla. Cabe consignar que el film parece, por momentos, un panfleto
republicano por los discursos de Du Pont frente a cámaras para difundir su
centro de entrenamiento. Su afición por las armas de guerra, la práctica de
tiro, y la reiterada mención a defender al país, lo transforman en un
representante del actual “tea-party”. Una narración impecable y actuaciones para
aplaudir.
Elsa Bragato
DE TAL PADRE TAL HIJO
Guión y dirección de Hirokazu Kore-Eda. Con Masahuru Fukuyama, Machiko Ono, Yoko
Maki, entre otros. Música de Takeshi Matsubara, Junichi Matsumoto, Variaciones
Goldberg de Bach. Duración: 121 minutos.
MUY BUENA. LA PATERNIDAD MÁS ALLÁ DE LOS HIJOS PROPIOS
Hirokazu Kore-Eda vuelve a sus temas preferidos, la vida intrafamiliar, y enfoca
en la paternidad acuciada por leyes y condicionamientos no comunes pero hoy en
día habituales como el cambio de los hijos de dos parejas en la maternidad donde
vieron la luz. Con la minuciosidad propia del documental, género en el que Kore-Eda
es también un avezado realizador, dos familias enfrentan la noticia de que sus
hijos fueron cambiados por una nurse. La historia se va hilando con el sustento
de un encuadre donde el paisaje de estas almas conmovidas está respaldado por
una fotografía de líneas convergentes, en una ciudad muy moderna donde las
pagodas no son parte de la cotidianeidad.
Uno de los matrimonios representa la clase media refinada del Japón, con modales
delicados al extremo, mientras que la segunda pareja es más simple. Ni el dinero
de uno ni la vida sencilla del otro pueden superar el drama que enfrentan ambos
por igual: el niño que cada matrimonio ha criado le pertenece al otro, tras
largos seis años. He aquí una paradoja existencial que la criminalidad ha
provocado. Cómo resolver que los hijos se puedan adaptar a los verdaderos padres
cuando fueron criados por otros padres? En la Argentina, el caso más crucial y
doloroso está en los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Las Variaciones Goldberg de Bach para piano acentúan el drama de esta historia
inteligente y difícil sin excederse. Resulta muy interesante, atrapante, para el
espectador el retrato de familia de cada matrimonio que realiza Kore-Eda, con
emotividad y elegancia, pero con contundencia. El acierto del guión reside en no
mostrar quiebres o dobleces en la conducta de los matrimonios, recursos fáciles
para arribar a un final que nos coomplazca. Los lazos de sangre y el rigor de la
ley se unen en una historia audaz, valiente, que, como dijimos, hemos conocido
vastamente desde otro lugar, aunque todos sabemos que estos casos existen. Una
gran película, bellamente emotiva y dramática.
Carlos Pierre
UNA NOCHE EN EL MUSEO 3, EL SECRETO DE LA TUMBA
De Shawn Levy. Con Ben Stiller, Owen Wilson, Robin Williams, Patrick Gallagher,
Steve Coogan, Dan Stevens, Mickey Rooney, Dick Van Dyke, Ben Kingsley, Hugh
Jackman, entre otros. Música de Alan Silvestri. Duración: 105 minutos.
MUY BUENA. INGENIOSA VUELTA DE TUERCA
Nos divierte y toca el corazón “Una noche en el museo 3” por la realización en
sí y la presencia de dos grandes actores que ya no están: Mickey Rooney y Robin
Williams, a quienes les está dedicado el film, además de la actuación de un
ícono de la televisión de los 60, Dick Van Dyke, hoy de espléndidos 89 años. La
vuelta de tuerca en el guión ha sido por demás efectiva a partir de la tabla de
Ahkmenrah, encontrada en las excavaciones realizadas en Egipto en 1938. Es la
que, de noche y por la luz de la luna, se ha venido activando permitiendo que
esqueletos de “saurios” y hombres primitivos, así como el mono Dexter disecado y
el mismísimo B. Roosevelt (Robin Williams), entre otros personajes, cobren vida
y disfruten en las madrugadas de una fraternal convivencia bajo la mirada del
guardia nocturno que compone Ben Stiller, “Larry Daley”.
La tabla egipcia está perdiendo poder por una extraña corrosión y “Larry” y sus
amigos deciden viajar al British Museum de Londres donde están los padres del
Faraón Ahkmenrah, conocedores del secreto de reactivación de la misma. El joven
faraón decide quedarse con sus padres y con la tabla, por lo que los seres del
museo de Nueva York ya no podrán tener vida. He aquí el dilema que encuentra una
vía de solución en la guardia femenina de Londres, la simpática “Tilly” (Rebel
Williams).
Destacamos varias secuencias de humor y con muchos gags así como otras de enorme
emotividad: cuando “Roosevelt”, o sea Robin Williams, se entera de que no tendrá
vida por las noches en New York, le dice a “Larry” que “los deje ir”. Prepare el
pañuelo… La partida del mono Dexter también sensibilizará a chicos y grandes.
Pero a estas secuencias se le suman otras muy simpáticas como el asombro de
“Lancelot” (Dan Stevens) por la representación de “Camelot” en un teatro
londinense por Hugh Jackman, quien se presenta como él mismo. O cuando, por una
tea que está blandiendo, Lancelot empieza a perder su nariz, que se derrite en
la punta colgando ridículamente, o bien los famosos leones de piedra de
Trafalgar Square, centro neurálgico de Londres, que cobran vida. También las
secuencias iniciales de las excavaciones en Egipto en 1938 tienen una recreación
impactante, así como la gran noche de reapertura del museo neoyorquino con las
autoridades presentes y un cambio alocado en las actitudes de los habitantes del
museo, las aventuras en Pompeya y la reactivación del volcán. Y resulta más que
simpática la relación entre la joven rubia que es la guardia nocturna del museo
británico y el hombre primitivo elaborado a imagen y semejanza de “Larry”.
Quizás la más perfecta de las secuencias sea el baile nocturno, que dura
segundos en pantalla, de los fragmentos de estatuas que, en el sector
grecoromano, se lucen en el museo de Londres.
Podríamos hablar de evolución de los personajes o de transformación de otros.
Pero sería inverosímil porque se parte de personajes de cera de un museo, y son
lo que son. Pedirles más sería entrar en otro género y desvirtuar la esencia del
entretenimiento que esta vez está logrado con creces siendo muy superior a la
segunda entrega. En cuanto a los gags, están renovados por los fantásticos
efectos especiales. El guión ha logrado un entorno diferente para los mismos
personajes que resulta muy atrapante para el espectador.
Pensamos que esta tercera película de “Una noche en el museo” es realmente un
regalo de humor, emotividad, y efectos especiales deslumbrantes que rodean a un
elenco de grandes figuras. Fue la última participación actoral del gran Robin
Williams y también de Mickey Rooney, en una brevísima aparición que emocionará a
los adultos. No se la pierda. Es un entretenimiento hecho con madera noble.
NdeR: los tesoros egipcios fueron repartidos en varios museos del primer mundo.
Por lo tanto, los féretros de las familias de los faraones quedaron separados
entre Londres, París y New York especialmente (en los Museos del Vaticano hay
también momias y féretros egipcios pero en menor cantidad). Este hecho explica
que el hijo del gran faraón esté “viviendo” en el museo neoyorquino y sus
padres, en el británico.
Elsa Bragato
JUEVES 1RO DE ENERO DEL 2015.-
OUIJA
De Stiles White. Con Shelley Henning, Olivia Cooke, Vivis Colombetti, Sierra
Henermann, Daren Kagasoff, Ana Coto, Bianca Santos, Douglas Smith, entre otros.
Música de Anton Sanko Duración: 89 minutos.
BUENA. SUSTOS EN CADENA PARA LOS MÁS JÓVENES
La Ouija es un viejo juego: una tabla, varios interesados en los espíritus y una
pequeña madera que les irá armando un mensaje sobre un abecedario si el espíritu
aparece. El consejo más sano es no meterse con la Ouija, no jugarlo porque, en
verdad, no es un juego y se atraen espíritus malignos que no han podido subir y
merodean nuestras viviendas tratando de cobrarse alguna venganza o sea matando
al que se meta con ellos. A partir de esta premisa común, Stiles White armó un
buen producto con jóvenes actores. Los adolescentes, especialmente en los
últimos años de la escuela secundaria, son los preferidos para este tipo de
género.
Una jovencita, que quedó sola en la casa, juega con una Ouija que encontró en el
desván. Y termina ahorcándose. Sus amigas (una mesera y dos hermanas huérfanas
de madre con el papá que ha viajado), su novio y el de la fallecida no superan
la ausencia e intentan traerla a la tierra mediante el viejo juego. Su mejor
amiga lo había practicado. La frase “Hola amigos” (en inglés) le aparece a todos
y esto indica que nadie se salvará, salvo algún artilugio de último momento. Un
fantasma está haciendo de las suyas y vaya cómo. Le cosieron los labios y solo
espera que alguien corte esos malditos hilos y pueda lanzar su tenebroso grito
de terror. Pero no se queda solo con este pedido. El alma en pena es bastante
“malita” y se las trae.
No es una novedad. Ni el tema ni la presencia de adolescentes en el elenco. Pero
Stiles White supo conseguir atmósferas opresivas, sustos que aumentan el terror
y mantienen en vilo al espectador más avezado. Y la película, que no nos ofrece
ninguna novedad, cumple con su objetivo, destinado especialmente a los más
jóvenes.
El trabajo en el sonido es muy bueno y la banda sonora aparece en el momento
justo acentuando el terror. Hay una excelente toma secuencia en los primeros
minutos, y mucho silencio que funciona muy bien para meternos el miedo en el
alma. Al menos, la narración es muy atractiva desde el punto de vista
fotográfico y por los efectos conseguidos, si bien el film tuvo un presupuesto
modesto. Por lo visto, muy bien empleado.
Elsa Bragato
EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS
De Peter Jackson. Basada en El Hobbit de J.R.R.Tolkien. Tercera y última parte.
Con Martin Freeman, Ian Holm, Christopher Lee, Benedict Cumberbatch, Cate
Blanchett, Orlando Bloom, entre otros. Música de Howard Shore. Duración: 144
minutos.
BUENA. DESANGELADA SUCESIÓN DE BATALLAS
Esta tercera y última parte de El Hobbit : la batalla de los cinco ejércitos
(las anteriores fueron El Hobbit: un viaje inesperado y El hobbit: la desolación
de Smaug) encuentra a Bilbo Bolsón, tío de Frodo (el personaje que nos guía
durante las tres películas de El señor de los Anillos en una sucesión de luchas
y caminos mágicos) termina sus recuerdos sobre por qué tiene el llamado Anillo
Unico, que dejará a su sobrino. La visita del Mago Gandalf en las anteriores dos
películas lo lleva a una serie de luchas impensadas. En este caso, está en la
Ciudad de los Lagos, una reminiscencia muy bella de Venecia, donde se acerca un
gran peligro, tal como terminó el segundo film: se ha despertado una fuerza
maligna, la del estupendo dragón Smaug que le ha robado el tesoro a los enanos y
los ha echado de sus tierras. Bilbo no consigue que Thorin, enano poderoso,
devuelva el tesoro y provoca luchas impensadas con los Orcos y otros ejércitos.
Y el incendio de toda la Ciudad de los Lagos en secuencias de notable valor
estético y técnico.
El film se vuelve alocado por las luchas cuerpo a cuerpo, muy bien
coreografiadas, que se añaden a las batallas, impulsadas por la tecnología que
produce miles de soldados en la pantalla. Tiene un punto de unión que salva de
la incoherencia total al guión y es Bilbo joven (Martin Freeman) y ya anciano,
cuando ha comenzado a recordar lo que estamos viendo, personaje que encarna el
actor Ian Holm.
Mantener en alto la franquicia ha provocado esta caída en tres films vistosos
pero sin la pasión que existió en la trilogía “El señor de los anillos”, única
en su género marcando un hito en la historia del cine. En los tres Hobbits,
incluyendo esta última parte que tiene puntos de enlace con “El señor…” (uno d e
los guionistas es nada menos que Guillermo del Toro, hombre de fantástica
imaginación) se sumaron otros escritos de Tolkien. Y hay luchas y hechos que no
están en los libros originales de Tolkien. Esto debe ser así siempre que se
transporta un texto literario al cine por obvias razones de narración
audiovisual. Sin embargo, en este caso hay muchos elementos que se agregan y no
aportan nada.
Destacamos la secuencia de la furia de Smaug sobre la Ciudad de los Lagos, la
lucha cuerpo a cuerpo de Thorin con el troll Azog sobre el hielo, cierto
romanticismo sin gracia y frío entre Tauriel y Kili, y las batallas que están
realizadas a la perfección. En medio de estas secuencias, solo se suman hechos
que alargan el film sin gracia alguna. Cate Blanchett está desconocida tanto
física como actoralmente.
Es una película atractiva visualmente, pero con baches argumentales que tal vez
sean exceso de personajes y de hechos. Distrae, establece la unión con la
trilogía “El señor…” pero sin esa pasión que sentimos a flor de piel en la
primera trilogía mencionada. Faltó ángel y sobró tecnicismo a favor de una
franquicia que debe ser taquillera sí o sí.
Elsa Bragato
LA FAMILIA BELIER
DE Eric Lartigau. Con Karin Viard, Francois Damiens, Louane Emera, Roxane Duran,
entre otros. Música de Michel Sardou. Duración: 100 minutos.
BUENA. BOCANADA DE AIRE FRESCO PARA EMPEZAR EL AÑO
“La familia Belier” es aire puro, fresco, para comenzar un año con esperanzas,
con ganas de que todo es posible, aún en medio de las adversidades. Una
sugerencia, más que moraleja, que debió estrenarse en Navidad. Así las cosas,
decimos que es una comedia bien francesa, sobre una familia afincada en las
afueras de la ciudad, dedicada a la fabricación de queso a partir de sus propias
vacas. El padre (Rodolphe Belier), la madre (Gigi) y el hijo pequeño (Quentin)
son sordomudos. Solo la mayor, Paula (Louane Emera), de 16 años, no tiene
discapacidad, y ayuda a sus seres queridos a comunicarse con el medio que los
rodea. Paula canta en el coro del colegio y su voz llama la atención por lo que
es llevada a un concurso de la Radio France.
La vida rural francesa es el entorno de este film e incluye el crecimiento de
los hijos de la familia, que robustece aún más la gran conexión entre todos. De
alguna manera, y allá a lo lejos, nos recuerda la excelente tira “Nano” de Canal
13 porque aquí Paula se comunica con sus padres y hermano mediante el lenguaje
de señas. Ni aún con este detalle, el film pierde dinamismo. Todo es vertiginoso
dentro de un clima muy amable y cálido.
La emoción es inevitable en varias secuencias y esto no significa que se caiga
en el melodrama. Son emociones genuinas ante una realidad que nos puede tocar de
cerca o no pero que está contada con buena entraña, en forma natural, con
diálogos y situaciones que conmueven. Linda de ver, nuestros corazones no salen
indemnes, salen emocionados y con una esperanzadora mirada sobre la vida. Pudo
caerse en los clishés, en un costumbrismo pesado, en un melodrama familiar, pero
no ocurre nada de eso. Una buena película para empezar el año sin efectos
especiales y limpiarnos un poco el alma de tanta balacera que puebla la
cartelera porteña.
Carlos Pierre
JUEVES 25 DE DICIEMBRE DEL 2014.-
EL APOCALIPSIS
De Vic Armstrong. Con Nicolás Cage, Cassi Thomson, Chad Michael Murray, Lea
Thompson y Nicky Whelan. Música de Jack Lenz. Duración: 111 minutos.
REGULAR. CAÍDA EN PICADA DE NICOLÁS CAGE
Es un film raro que produce el efecto contrario en el espectador. O se ríe o se
asusta. Por lo general, ocurre lo primero. Partimos de una antinomia entre el
guión, con fuerte acento religioso, bíblico, y su realización, con una técnica
muy buena y eficaz, donde no se escatimó lo puramente material, es decir, coches
accidentados, disturbio sy saqueos que sobrevienen al rapto o desaparición de
los niños del mundo y también de algunos hombres considerados “buenos”. Es la
mano de Dios.
El guión se torna poco creíble y pueril al proponer este apocalipsis en la
Tierra, y su correlato en un avión de línea entre New York y Londres piloteado
por su impertérrito capitán, personaje que encarna Nicolás Cage. Este ha sido
descubierto por su hija (Cassi Thomson) en una infidelidad con una azafata, y,
desde tierra, sigue los avatares del avión tratando de hacerlo aterrizar.
Nada es convincente. Nicolás Cage como el papá “Rayford Steele” aparece forzado
y hierático, sin expresividad frente a cámaras, no dota a su rol de nada. Para
muchos, Cage toma cuanto papel se le alcanza en forma mecánica y no le importa
nada más que su cachet. Es la impresión que da por lo que marca una “caída a
pique” en su carrera aunque, por lo visto, no le preocupa.
Es una de las peores películas del año y va camino a recibir esta distinción,
superando a “Transformers 4”, otro bodrio fenomenal.
Carlos Pierre
APUESTAS PERVERSAS (CHEAP THRILLS)
De E.L.Katz. Con Pat Healy, Sara Paxton, Ethan EMbry y David Koechner. Duración:
88 minutos.
REGULAR. DEGRADACIÓN HUMANA, SANGRIENTA Y MORBOSA
El cine independiente puede considerarse, en el género del gore y del terror, o
una genialidad o una basura. Hay términos medios y es el caso de “Apuestas
perversas” que remeda “Propuesta indecente” pero dentro de otro contexto: bajo
presupuesto, cámara a puro medio plano en casi todas las secuencias, buenos
actores y un guión sin distinción y sí cargado de escoria espiritual. El elenco
salva a este film por rostros conocidos en el género del terror, de allí su
presencia en diferentes festivales donde ha obtenido importantes galardones. En
el circuito comercial, es una atracción para morbosos o bien una forma de
acicatear el morbo del ser humano.
Craig pierde su trabajo y lo están por desalojar. Se reúne casualmente con un
amigo de otras épocas y ambos, en una noche de tragos para olvidar el futuro
negro que se les viene, aceptan el convite de un matrimonio de perversos, una
bella mujer joven con un hombre de mediana edad que hace alarde de su dinero. La
invitación está hecha: la casa y las apuestas, que irán cumpliendo los dos
desgraciados hasta la automutilación o la escatología más degradante, el consumo
de drogas y un “gore” intenso, bien logrado, pero desagradable. No siempre se
puede mirar la pantalla grande. El dinero es el consuelo para estos
desgraciados, es decir, dos hombres sin la gracia del futuro digno.
Se puede recomendar el film para los que aman este cine. El libre albedrío los
guiará o no a la sala de cine pero se pagará la consecuencia de casi una hora y
media de degradación humana. No nos complace este cine, entendemos su
existencia, aplaudimos a los actores que sobreviven en ese medio, pero se pueden
tener otras ideas para mostrar la pobreza espiritual y las consecuencias del
capitalismo salvaje en la vida de los pueblos. La droga, la mutilación, las
heces, no resultan edificantes. Ni siquiera por un puñado de dólares.
ESCOBAR: EL PARAÍSO PERDIDO
De Andrea Di Stefano. Con Josh Hutchrson, Benicio del Toro, Clauda Traisac,
entre otros. Música de Max Ricther. Duración: 120 minutos.
MUY BUENA. POTENTE “BENICIO DEL TORO”
Elsa Bragato
ESCOBAR: PARAÍSO PERDIDO
De Andrea Di Stefano. Con Josh Hutcherson, Benicio del Toro, Claudia Traisac,
Brady Corbet, entre otros. Música de Max Richter. Duración: 120 minutos.
MUY BUENA. BIOPIC FAMILIAR DE UN MONSTRUO
Está de moda en la televisión. No podía faltar del cine. “Escobar: paraíso
perdido” es la otra cara de Pablo Escobar, el poderoso narcotraficante que fue
considerado un dios por los pobres de sus país y un monstruo por sus enemigos,
aún los supuestos, porque los mató sin piedad. Carga sobre sus espaldas miles de
asesinatos. Murió en su ley. En el caso de la película, el debutante en
largometrajes Andrea Di Stefano convocó a Benicio del Toro que, con bigotes,
asemeja lindamente, hay que decirlo, al desagradable Escobar real. Pero está en
segundo plano. La historia de este temible patrón del mal es tomada
lateralmente. Un surfista canadiense se enamora de una bella colombiana que es
nada menos que la sobrina de Pablo Escobar. Josh Hutcherson compone a Nick, el
surfista canadiense, luego de ser el “Peeta” de las supertaquilleras “Los juegos
del hambre”. El joven actor de 22 años no desentona y, junto con Benicio del
Toro, compone un papel interesante que le da tinte de thriller romántico a un
policial intenso.
“María” es Claudia Traisac y lleva al seno de su familia a Nick. La
cotidianeidad del jefe de narcotráfico era diferente, amaba a su familia, pero
eso no le impedía ordenar telefónicamente el asesinato de quien quisiera, como
ocurrió con tres presidenciables de su país. Es interesante cómo Di Stefano no
deja de lado la pintura social de Colombia, que es el fondo constante que sirve
de justificación, aunque no se la comparta, a las actividades de Escobar. Amado
por los pobres, con quienes se comportó como Robin Hood, este lado positivo se
contrapuso siempre a su deseo de poder y de dinero, llegando a ser uno de los
hombres más ricos del mundo.
Nick ve el horror del “entrecasa” del mafioso y, sin querer estar, queda en
medio de situaciones que ayudan al thriller policial. Si nos atenemos al título,
alude más a Pablo Escobar que a Nick, quien guía en buena medida el guión.
Intentando una explicación, Escobar perdió su paraíso y el joven Nick, novio de
la sobrina del narcotraficante, también. Lo que soñó no fue. El paraíso estuvo
en el amor de María pero su realidad fue tan tremenda que perdió esa ilusión
primera. Andrea Di Stefano cabalga entre el thriller violento, el policial
atenuado y la comedia romántica casi costumbrista. No es poco, por lo que pueden
notarse baches narrativos. La historia y la actuación de Del Toro suplen estas
contingencias.
Agregamos que la actuación de Benicio del Toro, potente y sólida, aún en un
segundo lugar, ocupa el primero porque es contundente. Del Toro tiene el
suficiente oficio y el don de tornar sus performances en únicas, poderosas y
atractivas para el público. Con sus más y sus menos, destacamos este film por
aportar una muy buena visión del costado poco conocido del mafioso colombiano, y
entrando en familia de una manera casi ingenua para toparse con la monstruosidad
de un asesino sin piedad. No se la pierda.
Carlos Pierre
JUEVES 18 DE DICIEMBRE DEL
2014.-
Hay nueve estrenos de cine. La
curiosidad está dada por el film “Adiós al lenguaje”, rodado
en 3D, de Jean Luc Godard, el gran maestro de cine francés, hoy de 84
años, que acaba de recibir el Premio del Jurado en el último festival de
Cannes. Recordamos “Sin aliento”, “Vivir su vida” y, sin comparar,
encontramos un Godard diferente e igual al mismo tiempo, más brutal,
escatológico, sesudo como siempre. Es para los fans de la “nouvelle vague”,
que disfrutarán del regreso de un maestro en un film con altibajos,
reflexivo “a la francesa”, y fragmentario (el título lo amerita), así como
estarán frente a personajes desnudos y un perro que es todo un símbolo. “Amores locos”, de Beda Docampo Feijóo, del 2009, llega sin
difusión a las pantallas. Feijóo nació en Vigo pero recibió educación en
Buenos Aires, fue guionista de la aclamada “Camila” de M. L. Bemberg y
presentó éste, su primer film , en el país hace un año. La producción fue
rodada en España con actores hispanos. También llegan “Qué puede un
cuerpo?” de César Gonzàlez, llamado el “poeta villero”, un segundo
largometraje que muestra el mundo que conoce, el de los excluídos (González
nació en la Villa Carlos Gardel) y “En los ojos de la memoria”,
documental de Betiana Burgardt sobre Epecuén, el pueblo que quedó sumergido
en 1985 por una inundación. Con el tiempo, el salitre de las aguas lo han
convertido en un pueblo fantasma. Burgardt armó este film con testimonios de
ex pobladores de la ciudad y una fotografía muy interesante.
Debemos señalar que hacia fin de
año se producen borbotones de estrenos de films nacionales y de otros
extranjeros que por falta de salas en su momento no fueron exhibidos.
Ninguno tiene repercusión en la taquilla. Salen a competir sin resguardo
alguno porque no existieron privadas, porque no tienen difusión ni siquiera
entre todos los críticos. En el caso de los films nacionales, este desorden
de programación de estrenos conspira contra los nuevos productos. Muchos de
éstos no tienen la calidad que se exige, aunque reflejan una voluntad férrea
de hacer cine. Cuentan con los espacios INCAA y también con salas “off”
circuito comercial. Sin embargo, la competencia es muy dura y difícil en la
cartelera comercial y lamentablemente no tienen asegurada una buena
performance al menos en esta ciudad. Los distribuidores deberían
resguardar a los nuevos autores del cine nacional buscando la forma de que
tengan difusión y salas adecuadas sin incluirlos en los estrenos comerciales
de cada jueves.
EL PERRO
MOLINA
De José Celestino Campusano.
Daniel Quaranta, Florencia Bobadilla, Carlos Vuletich, Damién Avila, entre
otros. Música de Claudio Miño. Duración: 88 minutos.
REGULAR. ACTUACIONES QUE
DERROTAN AL FILM
José Celestino Campusano es uno
de los realizadores nacionales más interesantes del nuevo cine. Tiene una
vasta filmografía de la que rescatamos, para nuestro gusto, “Vikingo”.
Investigador de los submundos que rodean a Buenos Aires, conocedor de
códigos barriales y de personajes marginales de riquísima personalidad, nos
sorprende con este melodrama donde “El perro Molina” es un delincuente al
que ya no le va bien pero tiene su “corazoncito” y se ve mezclado en un
drama amoroso entre un comisario y su muy joven esposa.
El tema es folletinesco: la
joven esposa se va ante el maltrato del marido y consigue trabajo en el
prostíbulo de la zona. Pero no cuenta con que el “mandamás” del lugar se
enamorará de ella. Al mismo tiempo, Molina (Daniel Quaranta, el mejor actor
del elenco) intenta rearmar su “negocio”.
El film es fallido por las
actuaciones. Hay recitados más que interpretaciones, se nota en demasía la
ausencia de experiencia de algunos integrantes del elenco. La pintura, el
retrato, del suburbio y de este aspecto en especial del mismo
(delincuencia-prostitución-códigos de amistad) están esbozados pero las
interpretaciones tiran abajo cualquier buena intención del director.
Técnicamente, según se informa, es más compleja que las anteriores de
Campusano por el uso de una cámara “Red One” y hubo mayor producción.
Reconocemos en Campusano una
capacidad única para bucear en lo marginal, en lenguajes y costumbres que
permanecen ocultos en la gran ciudad aunque existan. Es un gran mérito.
Lamentamos que, en esta oportunidad, el hecho cinematográfico en sí no nos
haya convencido por las actuaciones, insistimos. Los personajes en sí mismos
y la temática, más que interesantes. Campusano nos sorprenderá gratamente la
próxima vez con un producto mejor actuado.
Elsa Bragato
BUONGIORNO
PAPÁ
De Edoardo Leo. Con Raoul Bova,
Marco Giallini, Edoardo Leo, Rosabell Laurenti Sellers, entre otros.
Duración: 110 minutos.
REGULAR. TELEFILM LLEVADO AL
CINE
Edoardo Leo es uno de los nuevos
realizadores italianos que nos llega a través de un tema común hoy en día: a
un padre cuarentón, metrosexual, que trabaja en los medios, mujeriego, le
aparece una hija de 17 años que no viene sola sino con el abuelo materno.
Sin que exista explicación alguna, “Andrea” (Raoul Bova) convive con un
amigo de toda la vida, “Paolo” (el mismo Edoardo Leo), marginado por la
personalidad avasallante del primero. Es una historia absolutamente
previsible con algunas notas de humor que pone el suegro (la madre de la
adolescente ha fallecido) y los padres de Andrea, envueltos en una
separación escandalosa.
Planteada la idea, surgen las
dificultades para que este film sea considerado como tal y no un telefilm:
las tomas en medios planos son propias de la televisión. La linealidad
también de los personajes es otro elemento que desmerece la realización. Y
la actuación de Raoul Bova dista mucho de ser la de un padre; en realidad,
parece un novio contrariado. No ocurre lo mismo con Layla (Rosabell Laurenti
Sellers),y el abuelo materno, Enzo (Marco Giallini), quienes aportan muy
buenas actuaciones.
La historia transcurre en Roma
pero no la turística, y algunas secuencias en la antigua Orvieto. Es justo
reconocer que la historia nos atrapa tanto como un culebrón pero que, a la
hora de analizarla como cine estrictamente, nos damos cuenta de que hemos
visto un folletín televisivo y no un film hecho y derecho. Algo que viene
ocurriendo con frecuencia con varios estrenos de los últimos meses.
Elsa Bragato
REGRESO DEL
INFIERNO (EL PACTO 2)
De Dallas Hallam y Patrick
Horvath. Con Caity Lotz, Camilla Luddington, Scott Michael Foster, Patrick
Fischler, entre otros. Música de Carl Sondrol. Duración: 96 minutos.
MALA. SUSTOS TIBIOS ENTRE
MUERTOS Y VIVOS
Los realizadores Hallam y
Horvath se unieron para continuar la historia planteada en “El pacto”, que
se estrenó el 12 de junio de este año y la dirigió entonces Nicholas
McCarthy. Pero no lograron llegar a buen puerto. La amistad que une a los
dos directores los impulsó a dirigir en forma mancomunada, único motivo que
justifica esta codirección. El guión también surgió “a cuatro manos” y se
recurrió a tantos lugares comunes que el terror policial propuesto quedó en
la idea y no en la narración.
Ambientada en una zona tranquila
y despoblada de Los Angeles, un asesino serial llamado Judas fue muerto;
esto ocurrió en el primer film. Sin embargo, un agente del FBI asignado al
caso descubre que hay otro asesino que lo imita. El agente del FBI (Patrick
Vishler) y el oficial de policía (Scott Michael Foster) están en la misma
situación que los espectadores, tratando de descubrir al asesino. Es que
habiendo “muerto” Judas en el primer film, hubo que dotar de un “killer” de
verdad a la secuela para dotarla de fuerza si bien el muerto hace
apariciones, es un fantasma que perturba a una joven, dedicada a la limpieza
de “horrores”, y pretendida por el oficial de policía. Sus pesadillas crecen
en ferocidad sangrienta. Presentados los personajes y lo que hay que lograr,
la película transita entre la tibieza del relato y la sucesión de clishés
por lo que se torna aburrida y esquemática. Sabemos de antemano todo lo que
va a pasar. Lo preocupante de “El pacto 2” es que deja abierta la puerta a
una tercera parte…
Carlos Pierre
LA ENTREGA (The
drop)
De Michael Roskane. Con James
Gandolfini, Noomi Rapace, Tom Hardy, entre otros. Música de Marco Beltrami.
Duración: 108 minutos.
MUY BUENA. NOTABLES ACTUACIONES
EN INTENSO POLICIAL
El film está dedicado a James
Gandolfini porque fue su último trabajo. Como se recordará, el actor
falleció el 19 de junio del año pasado momentos antes de ingresar al
festival de cine en Roma. Gandolfini había vuelto, con este personaje de “el
primo Mary”, al rol de un mafioso. La historia se centra en Brooklyn y en el
submundo de los bares que son elegidos por la “mafia rusa” para que oculten
momentáneamente el dinero mal habido, por venta de droga, por ajustes de
cuenta, por apuestas ilegales (“las entregas”). Allí trabaja Bob, un
fenomenal Tom Hardy que lleva sobre sí el peso de la narración. Como segundo
de “el primo Mary”. En “off” nos presenta su barrio y lo que ocurre aún
cuando uno no lo desea. Casi apático, se enternece por un cachorro malherido
y lo rescata. Y será este perro el que lo conduzca a un horror que no desea
repetir y a Nadia (Noomí Rapace, la sueca que conocimos en la trilogía “Millenium”,
de S. Larsson), quien lo ayuda a socorrer al animal, iniciándose una amistad
muy agradable. Sin embargo, ambos personajes adolecen de normalidad en algún
sentido. “Bob” va a misa, pero no se confiesa por lo que algo oculta y Nadia
acepta la incipiente relación porque es capaz de creer en el costado
bondadoso de un asesino.
El guión fue escrito por Dennis
Lehane, a partir de un cuento de su autoría titulado “Animal Rescue”, y
consignamos que es el mismo guionista de “Río místico” y “Gone, baby, gone”
por lo que está asegurada una narración intensa. La particular performance
de Tom Hardy transforma un policial en una pieza de envergadura: el
espectador tendrá los pelos de punta, sin vueltas, durante la larga hora y
media del film. Si matan o no al cachorro, si es Bob el asesino o es “el
primo Mary”, Nadia como víctima o victimaria, los mafiosos chechenos que no
se andan con vueltas y una fecha clave para una gran “entrega”: el Superbowl”.
Además de detalles escabrosos: un brazo arrojado en una bolsa de residuos en
medio de miles de dólares y la “ayuda” de los chechenos para limpiar el
terreno, mientras la policía acecha y “el primo Mary” engaña hasta a “Bob”.
Pero ambos esconden algo más. Un autorobo, un loco suelto que purgó años de
cárcel y loqueros, y el cachorro son los tres elementos en los que se
fundamenta un policial de pocos personajes y mucha calidad.
La trama es intensa y posee un
volumen creciente que impacta en los nervios del espectador, “La entrega” es
uno de esos policiales que se recomiendan enfáticamente porque no decepciona
en ningún aspecto. No es necesario romper coches o balaceras interminables
para crear climas tenebrosos y perturbadores. Roskane lo logra con Tom
Hardy, que nunca cambia su tono de voz ni se perturba, pero que es de
cuidado. Gandolfini aporta la nobleza de su actuación, de sus mínimos gestos
para hacernos creer todo lo que dice y hace. Y Noomí Rapace se ajusta a un
rol pequeño pero definitorio. No se la pierda.
Elsa Bragato
EL APRENDIZ (THE
NOVEMBER MAN)
De Roger Donaldson. Con Pierce
Brosnan, Luke Bracey, Olga Kurylenko, Bill Smitrovich, entre otros. Basada
en la novela de Bill Granger “There are no spies”. La productora es Irish
DreamTime, fundada por Pierce Brosnan y Beau St. Clair en 1996. Música de
Marco Beltrami. Duración: 108 minutos.
BUENA. INTRIGA INTERNACIONAL
Pîerce Brosnan regresa intacto a
uno de sus mejores papeles, el de ex agente de la CIA, con todo el bagaje
que le ha dejado el personaje del Agente 007. Coproduciendo su regreso al
cine, nos regala un rol a su medida en una narración con muchísimo ritmo,
excelente fotografía, y tensión perturbadora. Compone a Peter Deveraux, que
debe proteger a una testigo muy valiosa, que encarna Olga Kurylenko como
“Alice Fournier”, de su antiguo amigo David Mason, a cargo de Luke Brucey.
La tierra es Serbia y aún perduran las heridas de la lucha fraticida así
como la división “oriente-occidente”. Se establece una lucha encarnizada
entre el gato y el ratón dentro del mundo del espionaje internacional para
asegurar el testimonio de “Alice” sobre los crímenes de guerra. Los roles
cambian, el espectador agradece el suspenso.
Todo tiene sentido, hasta el
título: “El hombre de noviembre” es la traducción literal del título en
inglés y es el sobrenombre del agente encarnado por Brosnan porque a su paso
todo lo destruye como el otoño boreal en ese mes del año. Destacamos la
continuidad en la acción que no deja resquicio para el tedio con un Brosnan
que apuesta a la solidez de su actuación por conocer al dedillo el arte de
hacer cine frente y detrás de cámaras y el personaje que le toca en suerte,
cercano a todos los espías que compuso y, en especial, a “007”.
Las locaciones aportan sus
respectivas bellezas turísticas: Montenegro, Lausana, Belgrado y Moscú,
ricamente fotografiadas. Es decir, un policial intenso, con todo lo que
tiene que tener, bien realizado y con un galán al que no le hacen mella los
años. Un plato servido para disfrutar a partir de las novelas de Bill
Granger sobre el agente November Man.
Carlos Pierre
JUEVES 11 DE DICIEMBRE DEL 2014.-
Este jueves hay 11 estrenos para todos los gustos. “Grandes héroes” es la
animación de la semana sobre un robot inflable y gordo que recuerda a las
figuras notables del gran Fernando Botero. Reafirma la unión de Disney con Pixar
y Marvel. Simpática e ingeniosa. “Un pasado imborrable” reúne en pocas
semanas a la pareja protagónica formada por Colin Firth y Nicole Kidman (el film
anterior fue “Antes de despertar), en este caso sobre la vida de Eric Lomax,
capturado en la segunda guerra por los japoneses. Es un buen film con flasbacks,
nos habla de las cicatrices de la guerra. “Una buena mentira” nos trae a
Reese Witherspoon intentando recuperar a los llamados “niños de Sudán”, ya
grandecitos, y una supuesta reinserción en la sociedad norteamericana. Tiene más
características de telefilm que de film. “Rambleras” es uno de los dos
films uruguayos que se estrenan esta semana (el otro es “Zanahoria”) de Daniela
Speranza, una ficción sencilla y agradable sobre tres mujeres de diferentes
edades y estados civiles. Trabajan Adriana Aizenberg y Nicolás Pauls. Es una
buena comedia.
Los estrenos de esta semana tienen novedades poco comunes y que suelen darse
hacia fin de año solamente: inclusión de films latinoamericanos como los
uruguayos que mencionamos así como el brasileño “El blanco afuera, el negro
adentro”, que acaba de ganar la Competencia Latinoamericana del Festival
Internacional de Cine de Mar del Plata, un docu-ficción sobre las condiciones de
dos jóvenes, uno en silla de ruedas y el otro con una pierna ortopédica, la vida
fuera de la “ciudad de los blancos” con la radio clandestina y cierta
ciencia-ficción que aporta interés. Buena. Así como el film cubano “Juan de
los muertos”, que comentaremos en detalle.
Se incluyen los documentales “UNASUR en Haití, Reflejos de la Argentina
solidaria”, una visión nacional sobre las condiciones de Haití, país
olvidado por el mundo donde, luego del brutal terremoto de enero del 2010, la
indigencia es el rasgo más común en su población, y “Reconstruyendo a Cyrano”,
de Eduardo de la Serna, que nos muestra el backstage de la puesta en escena de
la obra “Cyrano” y los esfuerzos que se hacen en el teatro independiente
nacional para llevar a cabo una puesta en escena. Ambos documentales son muy
interesantes, aún con la diversidad de sus contenidos.
CALVARIO
De John Michael McDonagh. Con Brendan Gleeson, Kelly Reilly, Elaine Cassidy,
David McSavage, M. Emmet Walsh, entre otros. Música de Patrick Cassidy.
Duración: 102 minutos. Destacamos la participación de la productora argentina,
Flora Fernández Marengo, a través de Reprisal Films.
MUY BUENA. DURO CUESTIONAMIENTO A LA PEDOFILIA EN LA IGLESIA
La dosis de ficción que el irlandés John Michael McDonagh logra en su guión
ayuda a sobrellevar el duro enfoque de la pedofilia en la iglesia católica
irlandesa, encarnada por un “cura bueno” que protagoniza un monumental Brendan
Gleeson. El tema es muy actual en Irlanda donde no tuvo objeción de los
eclesiásticos y además se ajusta a la política actual del Papa Francisco de
denunciar y acorralar, si cabe la expresión a los pedófilos que ensucian el
sacerdocio.
El padre “James Lavelle” es el eje de este film que recurre a un montaje muy
ágil y a un limitado elenco para contarnos la historia de un crimen relacionada
con los “curas malos”, los pedófilos. Desde el inicio, la narración nos muestra
al padre Lavelle en un confesionario, un largo primer plano donde el diálogo con
un feligrés anuncia lo por venir, duro, directo, lenguaje sin vueltas. El
thriller acompaña entonces la vida de este sacerdote que se preocupa por una
sociedad, aún siendo pequeña, aquejada por vicios y enfrentamientos para los que
no tiene muchas respuestas. Es sencillamente un ser humano que lleva consuelo y
que asume su incapacidad por no tener la solución de los problemas sino tan solo
ser la guía para que cada uno encuentre su camino por sí mismo.
Hay cuatro momentos muy especiales en la vida del padre Lavelle: su “condena a
muerte” en el comienzo porque “matar a un cura bueno un domingo” es sublimar el
pecado de los pedófilos, el reencuentro con su hija (Lavelle enviudó y tomó los
hábitos, una similitud no buscada con la vida del escritor Lope de Vega), el
incendio de la iglesia y el asesinato de su perro. Lavelle es un pecador
también, fue alcohólico, y no oculta sus debilidades humanas sino que las
transmuta en piedad hacia el prójimo enfrentando el destino que en una semana
tendrá: su muerte a manos de un oculto feligrés. Se destaca la amistad con un
escritor de la zona, interpretado magistralmente por M. Emmet Walsh, uno de los
personajes positivos que dan “aire” al thriller.
Brendan Gleeson, que ha sido aclamado por este trabajo, nos regala todos los
matices posibles en una actuación memorable: sus conflictos como padre, su
imposibilidad de solucionar la enfermedad espiritual de la comunidad, su dolor,
su furia, y su entereza. Es la segunda performance en largometraje que realiza
para McDonagh (la anterior fue en “The Guard”). Hay una frase que rescatamos:
“Se habla mucho de los pecados y muy poco de las virtudes”, que incluyen el
perdón, una de las bases del pensamiento cristiano.
Es decir, desde la óptica de un sacerdote, McDonagh aborda una temática
existencialista por excelencia. Es el hombre frente a sí mismo, su finitud, sus
tormentos, su capacidad de lucha, sus pecados, sus logros, su piedad hacia sí
mismo y hacia el prójimo.
John Michael McDonagh es un potente realizador independiente de origen irlandés
y tiene un actor fetiche, Brendan Gleeson. Este film, polémico, es un pasaporte
directo al gran público por temática y por realización. No es necesario tener un
supermillonario presupuesto y un elenco multitudinario para llegar al corazón y
al pensamiento de la audiencia haciendo lo que se llama lisa y llanamente
“cine”.
Elsa Bragato
CHARLA CON LA PRODUCTORA FLORA FERNÁNDEZ MARENGO
Flora Fernández Marengo vive en Londres y viaja asiduamente a Buenos Aires. Es
productora de cine independiente y publicista, habiendo ganado numerosos premios
por su actividad. Fundó en el país la productora “Labhouse” y “Reprisal Films”
en Gran Bretaña, productora de cine independiente junto al director John Michael
McDonagh y el productor Chris Clark. La película “The Guard” es fruto de esta
unión profesional, y logró en la Berlinale 2011 una mención especial en la
categoría Panorama. En una charla luego de la exhibición del film para los
cronistas, nos contó que el tema de la pedofilia y el repudio de la comunidad
católica son muy fuertes en Irlanda, al punto que muchos feligreses han dejado
de serlo. “La iglesia de Irlanda no tuvo ninguna objeción sobre el film”,
indicó, y ya fue presentado en el Sundance Festival, entre otros, con buena
aceptación. El lanzamiento es paulatino, todavía faltan España e Italia, países
con fuerte raigambre católica. Subrayó que John McDonagh concibió el guión en
pocos días, si bien era un tema que tenía “in mente” hacía más de una década y
que siempre se pensó en Brendan Gleeson como protagonista. Ya en el rodaje, se
necesitaron seis semanas para realizarlo, para luego pasar a la postproducción.
En cuanto a la recuperación de la inversión, se ha logrado en buena parte
gracias a la repercusión internacional. La crítica irlandesa apoyó abiertamente
el nuevo film de John Michael McDonagh.
HASTA QUE LA MUERTE LOS JUNTÓ
De Shawn Levy. Con Jane Fonda, Jason Bateman, Tina Fey, Adam Driver, Rose Byrne,
Kathryn Han, entre otros. Música de Michael Giacchino. Duración: 103 minutos.
BUENA. UNA FAMILIA EN APUROS
La muerte del patriarca familiar obliga a la reunión de los cuatro hijos con la
madre, a cargo de Jane Fonda. Toma de sorpresa que “Hillary” insista en que los
hijos (cuatro con mayoría de varones) cumplan con una celebración judía dado que
el fallecido era un católico ateo mientras que la ella era judía no practicante
y jamás habían tenido en cuenta ninguna de las dos religiones. Jane Fonda
compone a una madre escritora preocupada por su apariencia, por lo que se hace
alusión continuamente a su nueva cirugía mamaria y a qué amante “le podrían
corresponder ahora”. En esta celebración familiar empiezan a ocurrir situaciones
no esperadas, desde el encuentro de cuñados y cuñadas que deciden hacerse el
amor salvajemente hasta el reencuentro de “Judd” (Jason Bateman), eje del guión,
con una novia de otros años. Separados, casados por conveniencia, los hijos de
“Hillary” muestran toda la gama posible de logros y fracasos personales que, por
cierto, estallarán en algún momento. Esa reunión familiar no solo servirá para
cumplir, en parte, el deseo del padre fallecido sino para la solución de viejos
problemas conyugales de los cuatro hermanos. La que da la nota es “Hillary”
quien tiene nuevos “hábitos amatorios”, sorprendiendo a sus ya grandecitos
hijos.
La comedia tiene ritmo, es ágil, tiene una veta un tanto diferente por el motivo
de la reunión familiar que excede el hecho del último adiós al progenitor, y
muestra la integración judeocristiana en los últimos 50 años así como un apego a
las celebraciones religiosas más a la fuerza que por propias convicciones. La
apertura sexual del Tercer Milenio irrumpe con fuerza en una familia que intenta
ser tradicional pero que se ve avasallada por la realidad. La hipocresía ya no
vale. Para pasar un grato momento y hacerse algunos replanteos.
Elsa Bragato
ZANAHORIA
De Enrique Buchichio. Con César Troncoso, Martín Rodríguez, Abel Tripaldi, entre
otros. Música de Mario Buchichio. Duración: 100 minutos.
MUY BUENA. CONSECUENCIAS DE LAS DICTADURAS RIOPLANTESES
Enrique Buchichio es un joven realizador uruguayo, crítico de cine además, que
logró con “Zanahoria” el premio Colón de Oro del 40 Festival de Cine
Iberoamericano de Huelva, el premio Manuel Barba por la Asociación de la Prensa
de Huelva al mejor guión y el premio Radio Excelcior de España. Encara,
basándose en hechos reales y en crónicas periodísticas del 2004, habiendo
cambiado algunos nombres por obvias razones. Se filmó en Montevideo y en
locaciones de Canelones en el 2013, nueve años después de conocidos los hechos
reales.
Es un thriller político que aborda la llamada “Operación Zanahoria”, que
supuestamente el ejército uruguayo había ideado para exhumar los cuerpos de los
detenidos ilegalmente y hacer desaparecer todo tipo de evidencias sobre torturas
y “NN”. La historia se centra en dos periodistas de un diario de izquierda,
“Alfredo”(Abel Tripaldi) es el experimentado incluso en política mientras que su
asistente es el joven “Jorge”(Martín Rodríguez). Deciden investigar este
operativo a raíz de un artículo periodístico y conocen a un misterioso sujeto,
“Walter” (César Troncoso), ex integrante de fuerzas de represión, quien les
promete documentos para que realicen la gran nota. Esto obliga a los personajes
a una serie de encuentros nocturnos, persecuciones y búsqueda de material de
alto riesgo para sus vidas y las de sus familiares. Es interesante que se haga
referencia a la realidad, en ese momento, las elecciones democráticas con el
Frente Amplio como ganador. Esto le da una gran verosimilitud al relato.
El film cuenta con una narración atractiva, sencilla, con muy buenas tomas, y
genera interés en el espectador. Lejos estamos en esta parte del mundo de
suculentas inversiones para hacer una película por lo que la realización de
Buchichio es una demostración de cine sin artificios, basándose en una buena
dirección actoral, en un guión atrapante y diferente, en diálogos interesantes y
en el clima de suspenso logrado. Por otra parte, el tema forma parte de la
idiosincrasia de nuestros pueblos y una película “Zanahoria”, con elenco
desconocido para nosotros, tiene un beneficio adicional que no podemos
desconocer: mantener viva la memoria sobre lo que no puede suceder nunca más.
Elsa Bragato
JUAN DE LOS MUERTOS
De Alejandro Brugués. Con Alexis Díaz de Villegas, Jorge Molina, Andrós
Perugorría, Andrea Duro, Jazz Vilá, entre otros. Música de Julio de la Rosa.
Duración: 91 minutos. Ganadora del Goya a la mejor película extranjera en la
última edición. Coproducción con España.
MUY BUENA. ZOMBIES PARA UNA SÁTIRA POLÍTICA
Pocos films cubanos llegan al país, poca información al respecto también. “Juan
de los muertos”, de Alejandro Brugués, ganadora del Goya al mejor film
extranjero en la última edición de estos galardones, es una sabia sátira
política sobre la situación en la isla caribeña. Juan y su gran amigo tienen,
cada uno, un hijo. Juan es padre de Camila (Andrea Duro) que vive con su madre
en España, y su compañero, Lázaro (Jorge Molina), de Vladi California (Andros
Perugorría). De pronto, la colonial La Habana tiene una paz que llama la
atención mientras por televisión se anuncia que el “imperio” está provocando
“incidentes” llamando a toda la población a reunirse en la gran plaza. Será la
oportunidad para que los que ya son zombies, y nadie se ha dado cuenta de ello,
se hagan un festín. Juan decide salir de la pobreza, habiendo comprobado que hay
formas de matarlos, y organiza con sus amigos una empresa llamada “Juan de los
Muertos, matamos a sus seres queridos”, por lo que recibe numerosos pedidos de
ayuda y se lanza a las calles provocando matanzas al mejor estilo Quentin
Tarantino. En esta cruzada está acompañado por
La alusión a la situación política está presente, especialmente entendible para
quienes vivimos en esta parte del mundo: luchar en la isla, salvarla de los
“zombies”(los políticos? =y hasta flamear una bandera norteamericana para alejar
a estos seres poseídos. Se suceden muchas situaciones entre graciosas y
mordaces, sangrientas a la vez, como la vecina octogenaria y su marido zombie, o
los policías sobrevivientes y sus antiguos métodos (obligan al grupo que comanda
Juan a desnudarse en la vía pública). El caso es que la salvación está a mano,
un buen automóvil equipado con flotadores, y Miami cerca. También es “especial”
una de las secuencias del final, cuando los zombies cantan “A mi manera”, o
cuando se encuentran con un “gringo” que habla en inglés.
El film es un muy buen producto y, por sobre todo, es una sátira que tiene un
doble sentido fantástico. Se podrá estar o no de acuerdo con la postura de
Brugués que nunca mancha el nombre ni de Cuba ni de su gobierno. Y aquí está el
secreto del film: nadie sale herido (bueno, los zombies sí, quedan masacrados).
Y se muestra el obstinado amor de los cubanos por su tierra. Realmente, una
joyita que va a entusiasmar a los amantes del género y también a aquéllos que
deseen ver una película diferente con un muy buen contenido que trasciende lo
que se ve para dejar el mejor mensaje: la libertad pero también el respeto por
terruño y sus habitantes.
Elsa Bragato
JUEVES 4 DE DICIEMBRE DEL 2014.-
Hay 10 estrenos de los más variados, terror, épica, casamientos, animaciones, e
historias de vida.
“Habitares” de Marina Zeising es un documental sobre la vida de Herta
Scheurle conocida como Sonia Staber, actriz argentina que trabajó especialmente
en Alemania, llegando a conocer a Rainer Fassbinder, dedicando su vida a la
enseñanza del alemán, además del firme propósito de volver a actuar. Es una
historia pequeña, intimista, donde la directora se da el permiso de aparecer en
cámara como entrevistadora. Interesante para estudiantes de cine.
En el caso de “Un pasado infernal”, de Vincenzo Natali, tenemos el terror
fantasmagórico con lejano parecido a “Los otros”, muy lejos por cierto de “El
conjuro” y de su spin-off “Annabelle”, de bajo presupuesto pero de altísima
efectividad. Es una sucesión de clishés sobre un asesino serial, una suerte de
“limbo” entre el cielo y la tierra, conformando un producto que solo pueden
atraer a los fanáticos del género. Más de lo mismo.
“Paddington” está basado en la serie de cuentos sobre este oso especial
que inventó Michael Bond en 1958 (año de la fecha del primer libro). Mezcla
actores de carne y hueso con este oso cuya figura es bastante rudimentaria,
dados los efectos técnicos actuales. Simpática, atrae a los chicos de mediana
edad con el recorrido por Londres, lugar que elige el oso que decide dejar Perú
para ir a una ciudad “de sus sueños”. El film cuenta con las actuaciones de
Nicole Kidman (no es la primera vez que es protagonista de una historia para
chicos), Ben Whisawy y Hugh Bonneville, entre otros. Simpática. Buena.
“El hijo buscado” de Daniel Gagliano es la ópera prima de este realizador
con el protagónico de Rafael Ferro junto a Sofía Brito, María Ucedoy, Lali
González (trabajó en “7 cajas”, excelente film paraguayo que recomendamos).
Gagliano nos sumerge en la búsqueda que inicia un hombre por tener un hijo
viajando hasta Misiones, especialmente las Tres Fronteras (estuvieron en la mira
del mismísimo Bush hijo durante su presidencia en USA); sus deseos de paternidad
encontrarán no pocos obstáculos y seres poco amigables y mafiosos. La fotografía
es excelente, hay un gran trabajo de sonido, buena música de Carlos Páez y
buenas actuaciones (varias actrices misioneras). Es un tema de actualidad bien
realizado. Buena.
El documental “Años de calle” de Alejandra Grinschpun resume en 73’ la
vida de un grupo de jóvenes que viven en situación de calle, la relación que
establecen con la realizadora y el equipo que la acompaña, el paso del tiempo, y
los rumbos que cada uno van tomando. Es un trabajo muy interesante que resume 10
años de investigación, mostrando una realidad dolorosa para la que todavía se
esperan respuestas.
Una agradable sorpresa es el documental uruguayo “El casamiento” de Aldo
Garay quien, al ser invitado a la boda de Julia, de 66 años, ex travesti, y de
Ignacio, de 76, obrero de la construcción, decidió contar la historia de la que
ya había registrado algo en el 2003. Entonces, Julia e Ignacio se habían
conocido un 24 de diciembre en una famosa plaza de Montevideo y no se separaron
jamás. Pasaron los años, operación mediante (hoy Julia es transexual y no
travesti), y la pareja continuó hasta casarse. El trabajo de Garay es muy
interesante y atrapa desde la emoción y ternura al espectador, intercalando las
filmaciones de hace 11 años con el casamiento actual. El cine uruguayo tiene
poca producción anual pero siempre da sorpresas: recordamos “Whiskey”, “El
perro”, “El baño del Papa” y le sumamos este documental de Garay que va al
rescate de los sentimientos y de la compleja simplicidad de la vida común. Muy
bueno.
“La hermana de Mozart” es un film francés, del 2010, sobre el gran músico
austríaco y su hermana menor. Del realizador René Féret, a lo largo de 120
minutos nos hace un fiel retrato, entendemos, de la época. “Nannerl” fue la
hermana menor del genial compositor y una niña prodigio. “Nannerl” era una
eximia violinista y acompañaba a su hermano en las giras familiares que el
patriarca Leopold les organizaba por las cortes europeas: esta vida se cortó
cuando el padre viajó solo con Wolfgang a Italia, por lo que Nannerl no pudo
ocupar el lugar que merecía. Se ajusta bastante a la biografía de W.A.Mozart,
aunque hay licencias pequeñas sobre la vida de la jovencita. Es un film
apasionante para los amantes de la música y en especial del genio de los Mozart.
Muy buena, con bellos pasajes musicales.
“Osvaldo Bayer: la livertá”, del rionegrino Gustabo Gzain, que ya fuese
presentado hasta en Berlín, cuenta con el protagonismo y la voz en off del mismo
Bayer, escritor y pensador de 87 años a quien recordamos por muchas obras pero
especialmente por “La Patagonia rebelde”. Su pensamiento, su relación con la
vida misma, su respeto por la naturaleza y “el otro”, están narrados, expuestos
con especial esmero fotográfico. Es un muy buen documental que merece ser visto
por todos.
CHEF: LA RECETA DE LA FELICIDAD
Escrita, dirigida y producida por Jon Favreau. Con Sofía Vergara, Scarlett
Johansson, Dustin Hoffman, John Leguizamo, entre otros. Música de Nicola Piovani.
Duración: 115 minutos.
BUENA. “ROAD MOVIE” DE “FAST FOOD”
Energía es lo que surge en forma inmediata de este film de Jon Favreau que va
desde la mesa de cocina de un afamado restaurante hasta el camión-quiosco que
vemos en las esquinas de New York. El protagonista es el mismo realizador y
compone a un chef chispeante y entusiasta que se niega a repetir el menú en un
local a cargo de un obstinado Dustin Hoffman, aferrado al éxito conseguido en
muchos años por los mismos platos.
El chef se siente desairado, se da por despedido y emprende una suerte de “road
movie de comida rápida”. Separado de su esposa (la bella Sofía Vergara), con
quien mantiene buenos lazos por el hijo de ambos, acompañado por su mejor amigo
(John Leguizamo) y muy lejos de la relacionista del restaurante (Scarlett
Johansson), nuestro chef inicia una patriada por Miami, Austin y New Orleans,
ofreciendo comida chatarra que está preparada con esmero, lo que marca la
diferencia.
El guión es muy ágil y tiene a su favor los paisajes de las amplias y extensas
carreteras norteamericanas, diferentes y generosos, y costumbres de cada ciudad
y pueblo. Es contagiosa la vitalidad de este chef por su férrea voluntad. Es
realmente un canto al placer de la comida, desde la ofrecida en lujosos
restaurantes hasta la que se come de pie en un carrito neoyorquino. Un film muy
agradable y simpático, sin más pretensiones. Para pasarla bien.
Elsa Bragato
ÉXODO: DIOSES Y REYES
De Riddley Scott. Con Christian Bale, Joel Edgerton, Sigourney Weaver, John
Turturro, Ben Kingsley, María Valverde, entre otros. Música de Alberto Iglesias.
Duración: 150 minutos.
REGULAR. FLACO RETORNO A LA ÉPICA
Los films épicos siempre tienen su público. Y nos remontan a los inicios del
Cinemascope con “El manto sagrado” y una seguidilla de películas históricas que
conmovieron a los espectadores de hace 60 años. En este caso, Riddley Scott,
quien dedica el film a su hermano Tony, nos redescubre la figura de Moisés, su
crianza en la corte egipcia de hace 1300 años A.C., y la relación con su
padrastro (John Turturro) y su hermanastro (Joel Edgerton), quienes deberán
defenderse mutuamente como si fuesen hermanos de sangre. La primera gran batalla
es contra los Hititas y comienza la acción, las luchas cuerpo a cuerpo, hasta
medir la verdadera hermandad entre el futuro Ramsés II (el faraón de los
monumentos egipcios, que vivió hasta los 90 años, y que se enfrentó a Moisés).
Moisés se exilia por defender a los hebreos, esclavos de los egipcios, se casa,
y solo regresa para advertir a su medio hermano sobre las calamidades que se
acercan por no dar libertad a los oprimidos. Y es quien lleva a su pueblo al
Exodo, que tardará muchas décadas, hacia la Tierra Prometida.
Riddley Scott se basa en el relato bíblico contenido en el Antiguo Testamento,
que forma el Pentateuco y constituye la Tora de los judíos. No va más allá ni
siquiera en su narración por lo que se vuelve muy esquemática, desaprovecha a
los actores que tiene (Sigourney Weaver ni se reconoce, Ben Kinsgley es casi “un
suspiro” en pantalla), y le quita “pathos” a los personajes. Christian Bale
compone a Moisés como si fuese Batman, con un dejo de melancolía casi constante.
Su casamiento en un poblado en medio del desierto ocurre entre una secuencia y
otra, no media ni una aproximación al romance, tan solo unas miradas de los dos
protagonistas. Esto significa que muchas de las escenas planteadas son abruptas,
hay que estar atentos a las elipsis del guión, y luego a las elipsis
cinematográficas, constantes en el film. Así pasamos de un protagonista en su
madurez a uno anciano, desconociendo qué pasó con su mujer y con su hijo, al
menos en la ficción presentada.
Lo mejor de este film épico son los efectos especiales que reproducen las plagas
con las que la ira de Dios castigó a Egipto: desde las aguas repletas de sangre
y la muerte de los peces, hasta la invasión de ranas, de piojos, de langostas,
de granizo, la muerte del ganado, la llegada de las tinieblas y la más tremenda
que fue la muerte de los niños egipcios. La división de las aguas nos remitió a
los tsunami que la vida real y el cine mismo nos han mostrado. Fue el menos
logrado de los efectos especiales.
Muy minimalista a pesar de panorámicas (parecen maquetas), esquemática en su
narración, Riddley Scott está muy lejos de “Gladiador” y más cerca de la
soporífera “1492, la conquista del Paraíso”. Su destacable característica de
“arrollar” al espectador con todo tipo de sensaciones se observa en los efectos
especiales de las plagas, no así en la dirección general de los actores,
deslucidos y sin pasión, ni siquiera en el tratamiento de la historia bíblica. A
pesar de todo, es uno de los pocos films épicos que nos llega y, con sus más y
sus menos, tiene su público.