Nacido en 1916 con el nombre de Issur Danielovitch, en el seno de una familia rusa judía en Nueva York. De orígenes humildes, trabajaba para llevar el pan a la casa de su familia ya desde una edad muy temprana. Egresó con esfuerzos de la universidad de St. Lawrence en Filosofía y Letras y fue un prolífico campeón de lucha libre en ella. Luego ingresó a la Academia Norteamericana de Arte Dramático de Nueva York, allí sería el punto de partida en su carrera profesional dentro del mundo de la actuación y que llevaría poco a poco al estrellato.

Junto a la actriz Olivia de Havilland, fueron de las personalidades más longevas dentro del mundo de Hollywood. Ahora, sólo uno queda en el podio.

“Lust for Life (1956)”, “Spartacus (1960)” y “Paths of Glory (1957)” son algunos ejemplos de su icónica filmografía que quedará impresa en el muro de la época dorada de Hollywood.

Uno de sus hijos, el reconocidísimo Michael Douglas, junto con sus hermanos declaró el inmortal amor hacia su padre: “Para el mundo, él fue una leyenda, un actor de la época dorada del cine que vivió feliz en sus años de oro, un hombre humanitario que se comprometió con causas justas en las que creyó…Pero para mí y para mis hermanos Joel y Peter, él fue simplemente Papá; para Catherine (Zeta-Jones), un maravilloso suegro; para sus nietos y bisnietos, un abuelo amoroso y para su esposa Anne, un maravilloso esposo".

Como últimas palabras expresa: “Déjenme terminar con las palabras que le dije en su último cumpleaños y que siempre serán verdaderas: Papá, te quiero tanto y estoy muy orgulloso de ser tu hijo".

Hasta siempre Kirk, puede que tu persona se haya ido, pero tu legado estará siempre hasta los últimos restos de humanidad. Por amor al arte.

Por Francisco Martín para actoresonline.com