La agencia nacional de noticias TELAM
publicó un informe sobre el festival de Cannes, uno de los
eventos cinematográficos mas prestigiosos del mundo.
Hace 66 años, Cannes es sede del festival y mercado de cine más
importante del mundo, un ámbito que es solamente para invitados
especiales, periodistas, programadores de otros festivales y
gente que se mueve en el negocio del cine, ya que el público no
tiene acceso.
El festival cuesta aproximadamente unos
20.000.000 de euros, de los cuales la mitad los pone el Estado
francés y el resto el municipio local y entidades diversas,
además, claro está, de auspiciantes.
Cada día antes de las funciones, grupos de personas piden con
carteles manuscritos por los tickets de invitación, que son los
que manejan productores que tienen asignados un número de
asientos para acompañar las proyecciones y que, de no ser
utilizados, generan un puntaje negativo para próximas entregas,
por lo que muchas veces reparten entradas a esos cinéfilos de a
pie.
El festival se realiza principalmente en el Palais, ubicado
entre la playa y La Croisertte que surca la costanera, consta de
tres bloques principales, ubicados junto al casino local y el
puerto, con dos grandes salas, la Lumiere y la Debussy, además
de otras más pequeñas en niveles superiores, como la Buñuel y la
Bazin.
En los subsuelos se realiza el Marche du Film, apartado que
también se despliega en unas carpas ubicadas frente al mar, el
Village Internacional.
Cannes tiene una población permanente de unos 70.000 habitantes,
cuenta con su policía municipal y una sede de la nacional, pero
el festival eleva el flujo de gente a 200.000 personas o más,
por lo que la policía nacional que recibe un refuerzo desde
París de unos 700 efectivos.
La seguridad del festival es inmensa igual que los controles de
los bolsos de los acreditados, que motiva que en cada una de las
entradas haya seis agentes de ambos sexos y nunca menos de dos
en las salidas o conexiones entre los tres bloques del Palais.
Los controles de acceso cuentan con lectores de códigos de
barras de todas las credenciales.
En los caminos hacia las salas existen controles intermedios que
rondan entre 4 y 6 agentes más, a lo que deben sumarse los
apostados en el interior de las salas y los que controlan las
conexiones entre los tres bloques y los que circulan por los
salones que suman un centenar más.
Existen diversos colores de credenciales de la zona prensa, como
las amarillas, celeste, rosa, rosa con punto amarillo y blanca,
esta última las de mayor privilegio, también las hay de mercado
y de técnicos, así como de la seguridad.
La prensa puede acceder a sus casilleros deslizando la tarjeta
por un lector de códigos de barras. Para entrar a conferencias y
la sala de prensa solo se exhibe la credencial.
En diversos puestos de esta edición de Cannes se instalaron 260
máquinas de café y se estima que una vez finalizado el festival,
se habrán entregado en forma gratuita unas 180.000 fichas.
Los días lluviosos impidieron que en los cinco primeros días se
vieran los clásicos restaurados programados para este año en una
pantalla gigante de la playa. Finalmente ayer se proyectó
”Tiburón”, de Steven Spielberg, en copia nueva especial, que fue
disfrutada por un millar de espectadores.
El sábado al anochecer se proyectará en la Sala Debussy, dentro
de la sección dedicada a clásicos, “A pleno sol”, de René
Clement en copia restaurada, y con la presencia de su estrella
central, Alain Delon.
La prostitución mueve aquí a unas 700 chicas de diversos
orígenes que circulan por las calles y trabajan en los
principales hoteles de La Croisette. Los precios por los
servicios sexuales arrancan en los 800 euros y puede que no
exista un límite claro, pero el valor máximo se eleva a varios
miles.
Es seguro que en ninguna otra ciudad del mundo se vista el
tuxedo, o smoking, como aquí, ya que las fiestas y las galas lo
exigen como condición. Una treintena de comercios venden esos
atuendos a precios que oscilan entre los 200 y los 3000 dólares.
(Fuente: TELAM)