Ayer
cumplió 57 años y es uno de los actores favoritos de Hollywood pero como
muchas estrellas del cine ha tenido que pasar infinidad de situaciones
adversas para ser quien es ahora y que lo llevó
varias veces a afirmar que no necesita la
“felicidad para vivir”.
Reeves nació en Beirut, la capital de Líbano. Su madre era diseñadora de
vestuario y su padre un geólogo, que, por azares de la vida y serios
problemas económicos, terminó vendiendo heroína. No solo eso, sino que el
Sr. Reeves se convirtió en adicto a esta sustancia estupefaciente y se
volvió una persona tosca y agresiva, que constantemente maltrataba física y
psicológicamente a su esposa e hijos.
Cuando Keanu tenía dos años, la pareja se separó. El padre del futuro actor
solía desaparecer de la vida de sus hijos por largos periodos y cuando
regresaba, solo humillaba a Keanu y a sus hermanas, Kim y Emma. Así fue la
vida hasta que finalmente un día el Sr. Reeves desapareció.
En 1989 conoció a River Phoenix mientras grababa Te amaré hasta que te mate.
También en Mi mundo privado. Entre tantos encuentros, el par llegó a
compartir charlas que les acercaron como amigos. River le contó que él y sus
hermanos habían sido criados como nómades, sin educación formal, y que sus
padres estaban en una secta religiosa. También señaló que después de un
tiempo se salieron de la misma, pues la práctica de la prostitución
religiosa no les gustó a sus padres. Por eso, además cambiaron el apellido
familiar de ‘Bottom’ a ‘Phoenix’, para marcar un resurgir.
“Hasta ese momento, prácticamente no tenía amigos en la industria, porque no
había conocido a nadie con quien quisiera pasar el rato en privado. Es más
fácil para mí separar mi vida privada de mi vida laboral”, dijo Keanu.
Los dos actores fueron muy cercanos,
tanto que aquel fatídico el 31 de octubre de 1993, cuando River murió tras
ingerir un coctel de narcóticos, Keanu sintió que el mundo se le cayó encima.
Incluso llegó a querer abandonar la actuación y se preguntaba constantemente
si pudo haber hecho algo para ayudar a River a dejar las drogas.
“River sintió las cosas de manera diferente. Se abrió al sufrimiento del
mundo y quería que todos fueran tan felices y libres como él. Disfruté mucho
de su compañía, de su mente, su espíritu y su alma”, dijo en 1994.
En 1998 conoció a Jennifer Syme, una actriz que trabajaba como asistente
personal del director David Lynch. Se enamoraron y al poco tiempo Syme quedó
embarazada. No obstante, la vida no le daría tregua a nadie: en la navidad
de 1999, Syme experimentó un parto prematuro. La bebé, quien se llamó Ava,
vivió unas horas, pero luego falleció
La tristeza hizo que la pareja se separara, pero en buenos términos. En
2001, Jennifer murió tras impactarse con tres camiones cuando regresaba de
una fiesta en casa del cantante Marilyn Manson. Ella fue enterrada junto a
Ava. Reeves se mostró destruido incluso años después del suceso.
“La gente tiene la idea errónea de
que puedes lidiar con esto, pero se equivocan. Cuando las personas que amas
no están, estás solo”, dijo Keanu entonces.
Para complicar más las cosas, la leucemia que su hermana Kim había superado
de niña, volvió. Keanu estuvo con ella y pagó sus tratamientos. El cáncer
retrocedió un tiempo, pero luego regresó, más fuerte que nunca. Desde 2016,
Kim ha estado internada en diversas clínicas de Europa y Keanu se ha
comprometido con la donación de millones de dólares a hospitales y programas
de investigación en la lucha contra el cáncer.
Keanu decidió lidiar con su dolor de una forma diferente al resto de
estrellas de Hollywood: decidió alivianar la vida de los demás, en vez de
sumirse en las adicciones. Así, cuando ganó su fortuna por Matrix, repartió
40 de los 75 millones de dólares que ganó, entre los miembros del
departamento de vestuario y efectos especiales.
“El dinero es en lo último que pienso, con lo que ya tengo puedo vivir
durante los próximos siglos”, dijo “Mi idea de la felicidad está relacionada
con recostarme en la cama con la persona que amo, compartir una cena con
amigos o andar en moto. No tiene nada que ver con un saldo bancario de
varios dígitos”.