(21/08/17)
Ayer falleció en su mansión de Las
Vegas una de sus grandes leyendas del cine mundial,
protagonista de películas como El profesor chiflado, El rey
de la comedia o El botones
Nacido en Newark (Nueva Jersey) el 16
de marzo de 1926, siempre será recordado por la poderosa
pareja que formó con Dean Martin en los cincuenta. Entre sus
trabajos más célebres se encuentran también En guerra con el
ejército, Loco por Anita, El terror de las chicas o Las
joyas de la familia.
Lewis, que hacía siempre de bufón, y Martin, el galán, eran
los grandes maestros de la comedia desbaratada. Tenían una
capacidad sin igual para transformar en un chiste
situaciones realmente delicadas. Esa capacidad les convirtió
en una fuerza mayor en Hollywood entre 1949 y 1956. La
presencia de ambos fue constante en el cine, la televisión,
el teatro y salas de fiesta.
Tras una década, la fama y el ego
acabó separando a la pareja. Frank Sinatra, amigo de ambos,
logró que volvieran a recuperar la amistad muchos años
después. En 2013, rodó su último filme como protagonista Max
Rose y hasta el año pasado siguió actuando en Las Vegas,
donde había debutado en 1949.
Criado en una familia de artistas judíos de origen ruso, fue
un innovador. Desarrolló nuevas técnicas ante la cámara,
donde perfeccionó el papel de payasón en comedias muy
visuales, y también como director. Incluso se ganó el
reconocimiento como escritor. Para la Paramount fue una máquina de hacer dinero. En más de 50
años, sus películas recaudaron unos 800 millones de dólares,
una cifra espectacular si se piensan los precios del cine en
la época.
Su nombre figura en más de 60 películas, incluyendo su labor
como productor. Ocasionalmente también dirigió series de
televisión. Sus detractores le reprochaban haber sido
demasiado repetitivo con su humor. Como otros artistas
caracterizados por una personalidad compleja, era más
querido fuera de EE UU, donde se le comparaba con Chaplin y
Buster Keaton.
Tuvo que ser ingresado varios días a comienzos de junio en
un centro hospitalario en Las Vegas por una infección
urinaria. En 1983, había sido operado a corazón abierto y de
cáncer de próstata en 1992 y sufrió un infarto en 2006.
La reputación del artista, que no se cortaba al expresar su
opinión política, muy conservadora, se vio dañada hace diez
años a raíz de una serie de chistes machistas y homófobos
durante un telemaratón solidario, en el que por cierto
recaudó 63,7 millones de dólares para la Asociación de
Distrofia muscular en Estados Unidos. El actor se vio
obligado a disculparse.
Lewis logró amasar con su controvertido Teletón, un clásico
en la televisión en Labor Day, más de 2.450 millones de
dólares hasta 2011, año en el que abandonó su dirección. El
mismo se definía como una persona impaciente y su comedia
era muy física. También recibió galardones como
reconocimiento a su carrera en España y en 2009 fue
reconocido con el Jean Hersholt por su labor humanitaria
Fuente: elpais.com