(17/3/2017 - La Nación)
Ayer por la tarde, en su casa, rodeado de amor, falleció
Carlos Mathus. Un erudito en todas las ramas del arte, se
caracterizó por su gran generosidad, su libertad de
pensamiento, honestidad intelectual y disposición para
romper con todos los dogmas y tabúes.
Se dedicó al teatro desde su adolescencia, tanto como autor
y director. Fue el creador del famoso grupo TIM Teatro
(Teatro Independiente del Magisterio), de Rosario, en 1956,
donde montó sus propias obras a partir de 1963. Allí fue uno
de los que sentaron las bases de un teatro independiente
modificador.
En 1966 migró a Buenos Aires, donde continuó trabajando, y
luego de presentarse como invitado en el VIII Festival
Internacional de Teatro de Nancy, Francia, produjo uno de
los éxitos mayores del teatro argentino, tanto a nivel
nacional como internacional: La lección de anatomía, obra
que estuvo en cartel 36 temporadas. Se estrenó en 1972 y por
ella pasaron cientos de actores argentinos que, luego, se
hicieron famosos. Con temporadas simultáneas y giras en la
Argentina, España, Brasil, Chile, Venezuela, Paraguay,
Uruguay y Austria, fue un éxito inédito en la historia del
teatro argentino, que recibió el Premio Estrella de Mar
(1976) y el ACE a la permanencia, en 1993.
La producción de Mathus incluyó más de 140 títulos de
teatro, ópera, danza, pantomima, shows musicales, radio y
TV. Su teatro fue siempre innovador, audaz y provocativo, y
fue dueño de un poderoso lenguaje propio. Entre las quince
piezas de su autoría, además de La lección de anatomía, se
destacan Cuarto de espejos y El primero que llega -ambas
estrenadas en el Instituto Torcuato Di Tella de Buenos
Aires-, El jardín de las delicias -seleccionada para
representar a la Argentina en el VIII Festival Mundial de
Teatro de Nancy, Francia, en 1971-, además de Huija, la
muerte -presentada en el Festival de Palermo en 1974 y luego
estrenada en Brasil como Briga de foice en 1985 y,
posteriormente, en Buenos Aires como Doce rounds, en 1990-.
Dirigió obras de Eugene Ionesco, Arthur Adamov, Michel de
Ghelderode, Gregorio de Laferrere, Truman Capote, Timochenko
Whebi y otros autores, y su puesta de He visto a Dios, de
Francisco Defilippis Novoa, recibió el premio a la mejor
dirección en el Primer Certamen Zonal de Teatros
Independientes del Noreste Argentino en Posadas, Misiones,
patrocinado por la Dirección General de Cultura de la Nación
y el Fondo Nacional de las Artes, en 1964.
Como régisseur de ópera, Mathus llevó a cabo las puestas en
escena de Manon Lescaut e Il giovedi grasso, en el Teatro
Colón. En el marco del teatro musical dirigió La historia
del soldado, de Igor Stravinsky, en la que participó el
grupo I Musicisti (hoy Les Luthiers). Fue creador de
espectáculos de mimo, danza, luz y sonido, y responsable de
shows de artistas tales como Elis Regina, Valeria Riz, Lalo
Schiffrin, Toquinho, Vinicius de Moraes y Facundo Cabral,
entre otros. En 1996 reabrió el teatro Empire (donde será
velado) y logró recuperar su esplendor edilicio y artístico.
Mathus fue un maestro y un inspirador para todos los que
trabajaron al lado de él.
Fuente: La Nación
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