(9/2/2016 - TELAM)
Amelia Bence, una gloria del cine argentino de la década del
40, que participó en medio centenar de filmes, radionovelas,
telenovelas y numerosas puestas teatrales, murió a los 101
años en Buenos Aires.
Bence ocupó la pléyade de grandes artistas del cine, del
teatro y la televisión, como lo fueron en su tiempo Mecha
Ortiz, Zully Moreno y Mirtha Legrand.
Nacida el 13 de noviembre de 1914 en Buenos Aires, como
María Amelia Batvinik, integró de niña el Teatro Municipal
Infantil Lavardén, donde conoció a Alfonsina Storni, y, ya
adolescente, impulsada por las hermanas Berta y Paulina
Singerman, ingresó al Conservatorio Nacional de Música y
Declamación.
A los 13 años participó de "Wunder Bar", junto a los
hermanos Enrique y Armando Discépolo y revistó luego en los
elencos de comedias musicales del Teatro Odeón, que dirigía
Enrique Susini, de donde pasó a los elencos de Luis Arata,
Florencio Parravicini, Francisco Petrone y Mecha Ortiz.
Después de algún papel menor en el incipiente cine sonoro,
en "Dancing" por ejemplo, de 1933, fue Luis Saslavsky quien
vislumbró su potencial inventó para ella un papel en "La
fuga" (1937).
Domingo Di Núbila la ubicó entre las actrices de estilo
"netamente cinematográfico", entendiendo como tal el
adoptado por aquellos intérpretes que "conscientes de la
cercanía de la cámara -la cual magnifica los gestos y los
menores detalles- llevan la contención al máximo y se valen
para expresarse de sus propias fuerzas interiores
proyectadas y graduadas esencialmente por los ojos".
"Estos intérpretes -agregó Di Núbila al referirse a ella-
tienen también noción exacta del tiempo que debe durar un
gesto, una inflexión, un matiz, etc. Y la simbiosis de esas
dos facultades crea una suerte de reacción cámara-actor que
llega a los espectadores natural, depurada, sin ningún
atisbo de artificiosidad, casi como si no fuese una
representación".
De esa capacidad suya para el matiz, para el pequeño gesto,
para sugerir estados de ánimo con solo una mirada, se valdrá
Leopoldo Torres Ríos, al realizar su poema intimista "La
vuelta al nido" (1938), donde Bence apareció junto a otra
gloria, José Gola, con quien poro después, dirigida por
Alberto de Zavalía, apareció en "Los caranchos de La
Florida", según el relato de Benito Lynch.
En 1941, Carlos Borcosque acentuó la sugerente personalidad
de Bence, en magistral contrapunto con Elsa O'Connor para
dar verosimilitud a los hechos de "La casa de los cuervos",
el mismo año en que integró el elenco de "Novios para las
muchachas", junto a Mirtha y Silvia Legrand.
Al año siguiente, y para Antonio Momplet interpretó a Sor
Juana de los Angeles "En el viejo Buenos Aires"
y fue convocada para ser la protagonista femenina de "La
guerra gaucha", de Lucas Demare, junto a Francisco Petrone,
Sebastián Chiola y Angel Magaña.
Un año más tarde, Pierre Chenal la llamó para encarnar una
Julia Yañez en "Todo un hombre", junto a Francisco Petrone,
según el relato del español Miguel de Unamuno, junto a
Francisco Petrone y fue Luis Saslavsky quien, conociendo el
oficio como pocos la hizo protagonista de "Los ojos más
lindos del mundo".
"Nuestra Natacha", "Veinticuatro horas en la vida de una
mujer", "Lauracha", "Las tres ratas", "Camino del infierno",
"María Rosa", "El pecado de Julia" y "Alfonsina", serían
nuevas pruebas de su talento y ductilidad.
Sin embargo, fue Daniel Tinayre quien la llevó al punto
culminante de su capacidad interpretativa en dos filmes, "A
sangre fría" (1947), que le reportó un premio como mejor
actriz de la temporada de la Asociación de Cronistas
Cinematográficos de la Argentina y "Danza del fuego" (1949).
De la década del 50 son diez filmes entre ellos "Alfonsina",
donde encarnó a la poetisa Alfonsina Storni, por el que
nuevamente fue premiada por la Asociación de Cronistas, y en
1960, dirigida por Cecilio Madanes, fue una de las
protagonistas de la versión teatral de "Así es la vida", con
Luis Arata y Eva Franco.
En 1966 reemplazó a Malvina Pasrtorino en la puesta porteña
de "El proceso de Mary Duggan" que poco después en Mar del
Plata tuvo como figura central a Mirtha Legrand.
Más cerca en el tiempo, en el Teatro Blanca Podestá de la
calle Corrientes interpretó "Solo 80", de Collin Higgins y
en 1991 "Cartas de amor", donde se reencontró con Alberto
Closas, su marido cuatro décadas atrás.
Bence fue una de las figuras que más distinciones logró a lo
largo de su extensa trayectoria, tanto de la Asociación de
Cronistas como del Instituto de Cine, la Ciudad de Buenos
Aires, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, la
revista Radiolandia y el Club Gente de Cine, entre otras.
En 1943 obtuvo el premio a mejor actriz de la Federación de
Redactores Cinematográficos y Teatrales de Cuba, por su
labor en "Son cartas de amor" y cinco años después recibió
igual distinción del Primer Certamen Hispano Americano de
Cinematografía organizado en Madrid, por "A sangre fría".
En la década del 50 se destacó en "Romance en tres noches",
"Mi mujer está loca", "La parda Flora", en México "Siete
mujeres" y "Las tres Elenas", "El hombre que debía una
muerte", "Dos basuras" y "De espaldas a la puerta", en
España.
A finales de la década del 50 y principios de la del 60
concretó sus primeras apariciones en la pantalla chica, en
series como "Los premios Nobel", donde encarnó a Madame
Curie, "Topaze" o el "Show Standard Electric", este último
dirigido por Fernando Ayala, que reunió un elenco femenino
memorable.
Siguió en cine con "La cigarra no es un bicho", nuevamente
con Tinayre, "La industria del matrimonio", "Los debutantes
del amor" y "Adiós Alejandra", en 1973, que siendo su primer
filme en colores, habiendo cumplido ya 64 años, marcó su
despedida del cine y precedió a su vuelta a la televisión.
A partir de 1996 se dedicó a interpretar en teatro a
Alfonsina Storni, y en la pantalla chica se la vió en
"Romina", "Bianca", "Las 24 horas", "Esos que dicen amarse",
en la telecomedia "Son o se hacen" (1997), dirigida por
Diego Kaplan, con Julieta Ortega y Rodrigo de la Serna y
finalmente en el humorístico "No hay dos sin tres", con
Pablo Granados y Pachu Peña.
Estuvo casada tres veces, con el actor Alberto Closas, entre
1950 y 1957; con Carlos «Charly» Paz, a principios de la
década del 80; y brevemente con el actor y director Osvaldo
Cattone, que la dirigió en "Doña Rosita, la soltera", de
Federico García Lorca.
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Fuente: Telam
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