La historia de Víctor Hugo Saldaño,
el único argentino condenado a muerte en Estados Unidos y
que lleva 18 años recluido en el Corredor de la Muerte en
Texas, es visitada por el periodista cordobés Raúl Viarruel
en un documental que tendrá su estreno nacional el próximo
jueves con una función gratuita que desde las 20 se ofrecerá
en el Gaumont (Av. Rivadavia 1635, Capital).
"Saldaño, el sueño dorado", se estrenó el 26 de marzo en
Córdoba, pasó por Pantalla Pinamar y fue seleccionado para
la muestra “Argencine” en Madrid, que se desarrollará entre
el 1 y el 7 de mayo en la capital española.
“La película asume la certeza de lo que es y cómo funciona
el sistema judicial norteamericano para alguien
latinoamericano y pobre como Saldaño”, sentenció Viarruel
durante una entrevista con Télam.
Para fundar esa definición, el periodista que se desempeña
en Radio Nacional de Córdoba repasó la tumultuosa vida de su
coterráneo que en 1989 dejó la casa que compartía con su
mamá y sus hermanos en el barrio SEP de la capital
provincial para iniciar un raid que arrancó en Brasil (donde
se reencontró con el padre que lo había abandonado cuando
tenía dos años).
A dedo y haciendo changas diversas, Víctor Hugo pasó por
buena parte de Latinoamérica hasta que en 1995 llegó a
Estados Unidos y aunque había conseguido trabajo en un
restaurante italiano de Nueva York, decidió irse a Dallas
donde conoció al mexicano Jorge Chávez, su compañero de
fechorías y excesos.
El 25 de noviembre de 1995 la dupla que llevaba un par de
días de juerga ingresó a un negocio de las afueras de Dallas
y se llevó a Paul Ray King, un vendedor de computadoras, de
46 años, quien poco después fue hallado asesinado de cinco
balazos en un bosque cercano.
Las pruebas contra Saldaño fueron contundentes y el
argentino asumió su responsabilidad en el hecho, pero desde
entonces atraviesa un largo calvario en una prisión inhumana
y con una pena de muerte en suspenso.
Aunque Viarruel no pudo acceder al testimonio del
protagonista de su película, el filme reconstruye el caso
desde un pedido humanitario a partir del testimonio de su
madre Lidia, sus abogados y funcionarios de la Cancillería
Argentina.
Pero uno de los documentos salientes que entrega, son las
imágenes inéditas del interrogatorio al que fue sometido
Saldaño por la policía de Texas (filmadas a través de una
cámara de seguridad) y que terminó con su autoincriminación
por el asesinato de Ray King.
“Es un material sensible acercado por una fuente que no
puedo revelar, pero que muestra claramente como Víctor Hugo
es doblegado y coaccionado”, apuntó Viarruel.
La lucha familiar, judicial y diplomática por torcer la
suerte de Saldaño atraviesa el relato haciendo eje en la
labor de Horacio Wamba, ex cónsul argentino en Houston, y en
la búsqueda de una estrategia común.
“Desde hace un tiempo -señaló- hay un trabajo muy intenso
para revertir una situación que fue pasada por alto por
culpa de las relaciones carnales que Argentina estableció
con los Estados Unidos en los 90”.
Pero además de esas vías formales, el responsable del filme
pone el foco en Lidia, la madre de Víctor Hugo, a quien
visitó seguidamente en el sur de la capital cordobesa y a la
que presentó como “la cabeza de una familia que también es
víctima de esta situación”.
Viarruel sostuvo que la película “surgida de mi interés
periodístico pretende ser la mejor herramienta para que el
caso logre visibilidad porque está olvidado”.
“No se trata de exculpar a Saldaño pero sí solicitar que el
caso sea revisado para poder tener una resolución más
favorable y por eso siento que hacer un documental me
permitió mostrar por todos los planos lo que significaba
esto”, concluyó.