(Fuente : Prensa AAA)
La celebración del Día Mundial del Teatro, con la conducción de Alejandra
Darín y Walter Quiroz, se realizará en la sala Orestes Caviglia del Teatro
Nacional Argentino - Teatro Cervantes el martes 27 de marzo a las 19 hs, con
entrada gratuita.
La celebración se instauró en 1961 por el Instituto Internacional de Teatro
(IIT), dependiente de la UNESCO, destacando la importancia del teatro como
factor cultural en las sociedades de todo el planeta. Pepe Soriano,
presidente del Centro Argentino del ITI (Instituto Internacional del
Teatro), leerá el mensaje internacional escrito este año por la dramaturga
mexicana Sabina Berman, y la actriz argentina Cristina Banegas leerá el
mensaje nacional.
El Comité de organización del acto del Día Mundial del Teatro está integrado
por Ana Seoane, Carlos Di Pasquo, Fernando Díaz y Ricardo Sassone. La
curaduría es de Seoane y Di Pasquo, la dirección técnica y diseño de
iluminación de Díaz, y el guión de Ricardo Sassone. Durante el acto habrá
presentaciones de Roberto Saiz, Mauricio Dayub, Tony Lestingi, Gabriel Rossi,
Livia Fernán, Teresa Gómez, Román Caracciolo, Ingrid Pelicori, Rita
Terranova, Marikena Monti, entre otros.
MENSAJE DÍA INTERNACIONAL DEL TEATRO 2018 - LAS AMERICAS POR SABINA BERMAN
Podemos imaginar
La tribu caza pájaros lanzando pequeñas piedras, cuando el enorme mamut
irrumpe y RUGE, y al mismo tiempo un pequeño humano RUGE como el mamut.
Luego, todos corren...
Ese rugido de mamut proferido por una mujer humana, quiero imaginarla mujer,
es el inicio de lo que nos hace la especie que somos. La especie capaz de
imitar lo que no somos. La especie capaz de representar al Otro.
Saltemos 10 años, o 100, o mil. La tribu ha aprendido a imitar a otros seres
y representa al fondo de la cueva, en la luz temblorosa de la hoguera, la
cacería de esa mañana. Cuatro hombres son el mamut, tres mujeres son el río,
hombres y mujeres son pájaros, árboles, nubes.
Así, la tribu captura el pasado con su don para el teatro. Más asombroso:
así la tribu inventa posibles futuros: ensaya posibles formas de vencer al
enemigo de la tribu, el mamut.
Los rugidos, los silbidos, los murmullos –las onomatopeyas de ese primer
teatro—se volverán lenguaje verbal. El lenguaje hablado se volverá lenguaje
escrito. Por otro derrotero, el teatro se volverá ritual y luego cine. Y en
la semilla de cada una de estas formas seguirá estando el teatro. La forma
más sencilla de representar. La forma viva de representar. El teatro, que
mientras más sencillo más íntimamente nos conecta a la capacidad humana más
asombrosa, la de representar al Otro.
Hoy celebramos en todos los teatros del mundo esa gloriosa capacidad humana
de hacer teatro. De representar, y así capturar nuestro pasado para
entenderlo o de inventar posibles futuros para la tribu, para ser más libres
y más felices.
Hablo por supuesto de las obras de teatro que realmente importan y
trascienden el entretenimiento. Esas obras de teatro que importan, hoy se
proponen lo mismo que las más antiguas: vencer a los enemigos contemporáneos
de la felicidad de la tribu, gracias a la capacidad de representar.
¿Cuáles son los mamuts a vencer hoy en el teatro de la tribu?
Yo digo que el mamut mayor es la enajenación de los corazones humanos.
Nuestra pérdida de la capacidad de sentir con los Otros: de sentir
compasión. Y nuestra incapacidad de sentir con lo Otro no humano: la
Naturaleza.
Vaya paradoja. Hoy, en la orilla final del Humanismo, de la era del
Antropoceno, de la era en que el humano es la fuerza natural que más ha
cambiado y cambia el planeta, la misión del teatro es inversa a la que
reunió a la tribu originalmente para hacer teatro al fondo de la cueva: hoy
debemos rescatar nuestra conexión con lo natural.
Más que la literatura, más que el cine, el teatro, que exige la presencia de
unos seres humanos ante otros seres humanos, es maravillosamente apto para
la tarea de salvarnos, de volvernos algoritmos. Puras abstracciones.
Quitémosle al teatro todo lo superfluo. Desnudémoslo. Porque mientras más
sencillo el teatro, más apto para recordarnos lo único innegable: somos
mientras somos en el tiempo, somos mientras somos carne y huesos y un
corazón latiendo en nuestros pechos. Somos aquí y ahora solamente.
Viva el teatro. El arte más antiguo. El arte más presente. El arte más
asombroso. Viva el teatro”
Fuente: Prensa Asociación Argentina de Actores