(27/08/2021)
Por Francisco Martín
Instalación tan longeva que aparenta inmortalidad, el Teatro Nacional
Cervantes forma gran parte de la cultura del teatro y la performance
artística. Uno de los teatros, de hecho, más reconocidos de Argentina. Y fue
una mujer la que ideó el plan de su construcción, la renombrada actriz,
productora y directora teatral María Guerrero. Resulta increíble como, para
la época en la cual nació, pudo moverse en su accionar comercial de manera
impresionante hasta llegar a erigir ese lugar.
María nació en España en 1867, un número bastante destacable considerando
que casi serían 200 años desde que nació, eligiendo la vocación de actríz y
así comenzando con la jóven edad de 18 años. Para casarse con el aristócrata
español Fernando Díaz de Mendoza a sus 28 y el cual le apoyaría en la
construcción de la institución y varios proyectos. Cómo "La dama boba",
resultando en un sensacional éxito el 5 de septiembre del año 1921
Hoy por hoy resulta difícil pasar por alto la dura vida del teatro. Siendo
subastado (debido a la imposibilidad de la pareja teatral de pagar los
gastos del edificio privado), entregándose a manos del Estado argentino, y
víctima de un horrible incendio sesentero. Habiéndose chamuscado gran parte
de las instalaciones y escenario, comenzaron a plantearse los métodos para
su remodelación. Un ángel que abre sus alas para desprender actuaciones
bellísimas fue tan respetado que no resultaba molesto la cantidad de años
que podría llevar reconstruir sus alas, reinaugurándose finalmente en agosto
de 1968.
Hasta el día de hoy, su historia resuena a través de las paredes acústicas y
sus malabares sonoros, impregnando al espectador de tanto sus fantasmas como
sus glorias. Finalmente, configurándose el virtuoso teatro que ahora está a
manos de Sebastián Blutrach, como eterno.
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