(30/01/2021) TELAM
El
Ministerio de Cultura comenzará el proceso de restitución del Centro
Cultural Borges, uno de los espacios emblemáticos del arte y de la cultura
en América Latina, con el objetivo de profundizar su carácter patrimonial y
de sumarle una importante participación federal.
El anuncio fue difundido por la cartera a cargo de Tristán Bauer, "después
de una importante y cordial negociación con la Fundación para las Artes",
que desde 1995 gestiona el espacio ubicado en la calle Viamonte 525.
De esta manera, el Centro Cultural Borges, que aloja cuatro auditorios,
salas de exposición, área de talleres, espacios para espectáculos,
seminarios y conferencias en los más de 10.000 metros cuadrados que lo
componen, vuelve al Ministerio de Cultura, que anunció a través de un
comunicado de prensa que "tiene previsto desarrollar importantes proyectos:
siguiendo su tradición histórica, realizando una puesta en valor cultural y
estética, e incluyendo una profunda dimensión federal".
Ahora el Museo Nacional de Bellas Artes tendrá a su cargo un espacio
dedicado a recordar sus orígenes, dado que allí funcionó su primera sede;
otro espacio será destinado a homenajear, en forma permanente, al gran
escritor argentino que da nombre al Centro Cultural.
A su vez, anunciaron que "se concretará el postergado traslado del Museo
Nacional de Arte Oriental, que será renovado y dispondrá de un lugar propio,
acorde a su relevancia y dedicado al arte oriental contemporáneo".
Otra de las iniciativas que se desarrollarán en una primera etapa incluye la
curaduría de la dirección del Palais de Glace de otra de las salas, con
exposiciones que acerquen miradas contemporáneas sobre su acervo, y habrá un
espacio dedicado a impulsar, promover y alentar el mercado de artesanías
locales de la Argentina.
El Centro Cultural Borges comenzó a construirse en 1891, en una obra
ejecutada por los arquitectos Francisco Seeber y Emilio Bunge, y siempre fue
un espacio vinculado al arte, de tal forma que, en 1896, el imponente
edificio de estilo parisino ya albergaba a la primera sede del Museo
Nacional de Bellas Artes. En 1908, parte del edificio se vendió al
Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico.
A mitad de la década de los 40, Antonio Berni, Lino Spilimbergo, Juan Carlos
Castagnino, Demetrio Urruchúa y Manuel Colmeiro realizaron en la cúpula los
impresionantes murales que hoy constituyen un emblema y debieron ser
restaurados en dos oportunidades: la primera en 1978, bajo la dirección de
Antonio Berni, y la segunda en 1991 por un equipo argentino-mexicano
dirigido por Manuel Serrano Cabrera.
En 1989 fue declarado Monumento Histórico Nacional, pero al poco tiempo fue
entregado en concesión a Galerías Pacífico S. A., que lo transformó en
centro comercial.
Fuente: TELAM
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