(02/08/2024)
Por Elsa Bragato Pierre (Ig: @elsabragato)
El ZagZag Aráoz! Resuena la voz profunda de Daniel
Aráoz en el amplio y cómodo Teatro Caras y Caretas. Su unipersonal
“MasterAráoz” viene de recorrer un largo camino de éxitos, desde el
Chacarerean teatro hasta hoy.
Con textos de su hijo Pedro y suyos
(Pedro también lo dirige) y varios Aráoz más en la ficha técnica (como La
Aráoz Band), el actor hace un despliegue de alrededor de dos horas de
virtuosismo y carisma puro. Se inventa un “alter ego· que lo presenta en un
escenario peculiar: un sillón estilo trono en el centro, el seguidor sobre
él, una mesita y un velador con algunos vasos con intrigante agua que de vez
en cuando, y casi en oscuridad, el actor bebe. Es que exige a su garganta el
máximo a través de varios cuadros: su lugar de origen, la tía Carola, el
financista que los esquilmó, los campos familiares, la mamá y su hermana
actrices refinadas y amorosas, y su llegada al mundo del showbusiness,
trastocando los planes paternos. Ese primer papel de Tarzán, semidesnudo,
acompañando a un estrambótico mago excedido de peso hasta su llegada a la
televisión con un proyecto hilarante en medio de la avenida Libertador y a
contramano. Y el presente, con momentos de éxitos y otros no tanto. De
creérsela y de equivocarse.
MasterAráoz es mucho más que un anecdotario personal simpático, narrado con
una alucinante gama de tonalidades matizadas con estentóreos ¡zagzag! junto
a otros sonidos propios del arsenal histriónico del actor. Es el Aráoz que
nos descubre en esos juegos de creer que somos personajes, es el que recorre
el escenario bailando debajo de las luces de una bola de discoteca, es el
que nos hace cantar, batir palmas, y recuperar la calma cuando habla de ese
éxito que es puro cuento.
De alguna manera, Daniel Aráoz trabaja como un subrepticio hechicero: apunta
al corazón con la calidez de su voz profunda y sus inesperados “zagzag” y,
sin darnos cuenta, nos conduce al lugar especial de la emoción, donde habita
esa lágrima que se quiebra en la garganta justo cuando nos dice que lo único
verdadero es la familia.
MasterAráoz es una confesión conmovedora donde brilla el talento de un gran
actor y, por añadidura, nos inunda de alegría envolviéndonos en una pátina
amorosa donde estalla la emoción.
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