(25/11/2024)
Por Francisco Martín (Ig: @franmartin30)
Desde el viernes 22 de noviembre, la capital de Rosario se
encuentra celebrando la vida y obra del icónico Roberto Fontanarrosa. En
este festival inaugurado por el espacio Cultural Fontanarrosa, y abierto al
público, se celebra tanto el 80º aniversario del nacimiento del escritor
como la pronunciación de su discurso sobre las "malas palabras" frente al
Congreso Internacional de la Lengua Española en el Teatro El Círculo.
Entre su gran variedad de actividades podemos encontrar
tertulias que llamaron a audiencias multitudinarias, entre ellas la que
mantuvieron el sábado el cantautor catalán Joan Manuel Serrat junto al
consagrado escritor argentino Eduardo Sacheri dentro del Teatro El Círculo.
En formato de plantel de fútbol, el escritor conducía la
charla develando cada punto sobre el que conversar. El humor, el fútbol, la
poesía y la complejidad fueron temas que calaron hondo en los sentimientos
de Serrat, más aún gracias a las experiencias que tuvo junto a su amigo "el
Negro".
"Nos conocimos en el Mundial 82, en Barcelona. Estaban
Maradona y Kempes. Con Menotti hicimos buenas migas enseguida (...) nos
fuimos a un boliche. Estaba lleno de argentinos. Ahí, en la barra, estaba
este tipo barbudo, peludo y negro. Nos presentamos y nunca más dejamos de
charlar", expresó Nano al contar su primera impresión del rosarino al cual
volvería a encontrar en Argentina un año después "en aquel tiempo, cuando yo
vine aquí, Argentina era la luz y España era gris. Yo venía de un gobierno
totalitario y aquí había sueños".
Sacheri, mientras trazaba junto a Nano la dirección de este
encuentro, leyó el cuento de Fontanarrosa "Los Nombres" y continuaron la
charla sobre el país de la celeste y blanca. Serrat realizó un análisis
sobre la situación de Argentina actual, acentuando de forma crítica "Este
presente no es para nada envidiable. Hoy la prensa es considerada el enemigo
del pueblo. La prensa no tiene la misión de elogiar a nadie, la sociedad se
desarrolla con los valores de la libertad, la justicia y la democracia". Y
sentenció: "La sanidad y la educación debe ser publica".
Finalmente, para cerrar sus rememoraciones de aquellos buenos
encuentros con el Negro, Serrat proclamó a su amigo, parafraseando a
Machado, como "un hombre, en el mejor sentido de la palabra, bueno".
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