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"Medida por medida (la culpa es tuya)", la excelencia en estado puro

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(16/11/2024) Por Elsa Bragato
 

Adaptación y dirección de Gabriel Chamè Buendía. Con Matías Bassi, Nicolás Gentile, Elvira Gómez, Agustín Soler y Marilyn Petito, Música de Sebastián Furman y Gabriel Chamé Buendìa. Escenografía e iluminación de Jorge Pastorin. Vestuario de Cecilia Allassia. Entrenamiento de baile: Damián Malvacio. Asistente: Lorena Booth. Duración: 105 minutos. Teatro Politeama.

XXXXX – LA EXCELENCIA EN ESTADO PURO

Cuando se está frente a una puesta rayana en la genialidad creativa, se hace cuesta arriba intentar tan siquiera un comentario crítico. “Medida por medida (la culpa es tuya)” es una obra de William Shakespeare escrita entre 1604 y 1605 con puesta de Gabriel Chamé Buendìa. Como ocurría en tiempos isabelinos, los temas no eran propios, se tomaban de la juglaría, de lo que el pueblo escuchaba. En este caso, Shakespeare se basó en versiones de “Promos y Casandra”, de George Whetstone, de 1578.
Ahora bien, ¿y en qué se basó Gabriel Chamé Buendía para llevar un clásico de la sátira social a una puesta que trasciende lo convencional, que de tan performática se transforma en sustancial? La pregunta tiene una respuesta posible: en la incordia intelectual de un teatrista que bucea desde hace una larga década en la fusión entre los temas shakespeareanos y las capacidades que un actor puede desarrollar tanto en lo histriónico como en lo físico.
Y va más allá: mientras en el escenario se producen hechos hilarantes, actores que se transforman en acróbatas, que se escabullen entre almohadones de un sillón, o se esconden en tramoyas que, en algún momento, hacen bailar al compás de un conocido ballet o de un pasaje coral del monumental Requiem de Mozart, algunos integrantes del elenco quiebran la cuarta pared e interpelan al público, lo mojan con un agua supuestamente bendita, o maldita según la mordacidad de Shakespeare, o se arrojan sobre el público, obligándolo a sonreir a una extraña cámara. Nadie está a salvo ni del sarcasmo de los textos de Shakespeare ni de los actores que dirige Chamé Buendía.
Shakespeare cuestiona las consecuencias del poder de su época, la hipocresía, el machismo, la injusticia, tanto como Chamè Buendìa lo pone en escena aggiornado sin tapujos: desde la excitación del suplente del Duque de Viena, hasta la situación social actual o el parto de la mujer del condenado a muerte. Espeja el ayer con nuestro presente.
Mientras tanto, se entreteje la perversión con la injusticia, la inmoralidad con lo divino. Desde lo más bajo hasta lo más sublime, Shakespeare pulveriza la conducta humana tanto como Chamé Buendìa logra exponerla.
De una comedia donde no se salvan ni políticos ni monjas, se llega a una puesta en escena que resulta difícil de calificar, salvo destacar una y otra vez que la actualidad perenne de los textos de Shakespeare lograron en Gabriel Chamè Buendìa y su elenco (Buendìa Theatre) una fusión de nivel superlativo que linda con lo indescriptible, con la creatividad sublime de alguien que tiene la sensibilidad para captar la sutileza no escrita del Bardo Inglés.
Elsa Bragato, Actoresonline.com
 

 

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