| (20/4/2023) 
	Por Francisco Martín (Ig: @franmartin30)La 
	batalla cultural presentada por las cabezas de Estado de la Federación Rusa 
	se asentó en numerosas áreas de la vida cotidiana, como la expresión de 
	valores extrernos a los de la ortodoxia rusa, que tiende a ser mermada. En 
	las artes liberales, albergues de la transgresión y el perspectivismo ante 
	sistemas aparentemente utópicos, no se producirían excepciones. El 
	prestigioso Teatro Bolshói de Moscú retiro de su curado catálogo a la aclamada pieza de ballet "Nuréyev" tras considerarse "propaganda de los 
	valores no tradicionales", en palabras del director del teatro Vladimir 
	Urin.
   "Nuréyev" 
	es una obra de ballet del director ruso Kiril Serébrennikov. La pieza se 
	basa en la historia del legendario bailarín soviético Rudolf Nureyev, el 
	cual se volvió un hito mundial en el mundo occidental luego de desertar de 
	la Unión Soviética y el Kirov Ballet en 1961. Ya en Europa, expresó ante el 
	público su bisexualidad y un deseo de bailar irrefrenables que le 
	concibieron otros 30 años de carrera excelsa. Fue capaz de regresar 
	temporalmente a la Unión Soviética y estar al lado de su moribunda madre 
	sólo a partir de serle otorgado una visa transitoria, muchos años después. 
	Murió a los 54 años, en 1993, a causa del VIH.   Se 
	cree que un cúmulo de razones impiden la puesta en escena, entre ellas la 
	muestra de las tendencias homosexuales del bailarín, consideradas una 
	desobediancia ante las leyes del país, y la infamia del director entre los 
	miembros del aparato estatal. Serébrennikov se encuentra actualmente 
	exiliado del país oriental por acusaciones de malversación de fondos 
	públicos, las cuales considera absurdas. |