(25/5/2023)
Por Francisco Martín (Ig: @franmartin30)
Dentro del salón de la fama del rock and roll se asientan las estrellas más
influyentes de la historia del género como Queen o The Beatles, pero hoy se
hablará de la figura femenina de espíritu tan imparable como lo es la
cantante Tina Turner. Una espíritu que ahora sólo se inscribe en su gran
influencia a través de millones de personas por su música y performance,
pues murió este miércoles 24 de mayo a la edad de 83 años.
Sus
representantes dieron a conocer la triste noticia en forma del siguiente
comunicado: “Tina Turner, la Reina del Rock and Roll, falleció
serenamente este miércoles a la edad de 83 años, después de una larga
enfermedad en su casa en Ksnacht cerca de Zúrich, Suiza. Con ella, el mundo
pierde una leyenda de la música y un modelo a seguir”.
La
mujer suiza mantuvo su trayectoria musical por más de 50 años,
siendo los 70s y 80s sus años de oro con canciones como “What´s Love Got to
Do?”, "Proud Mary", entre otras que relucen su calidad lírica (y que le
hicieron ganar 8 premios Grammy). Pero más que su habilidad para el canto es
de admirar, algo realmente admirable es su resiliente voluntad en medio de
la adversidad: como el desprecio por parte de sus padres, unos largos y
abusivos años casada con el músico Ike Turner, y la muerte de sus hijos
Craig (suicidio) y Ronnie (cáncer).
En lo
que respecta a su carrera, Tina se matuvo fuera de los escenarios desde el
año 2000, y renunciaría a seguir produciendo música en el año 2013 luego de
las repercusiones de un ACV, pero la razón principal que otorgó ella fue que
“Estaba cansada de cantar y hacer felices a todos”.
En
definitiva, acontecimientos que harían perder la fe en la vida a más de uno.
Y eso hubiera sucedido durante el fallo de sus riñones, luego de una extensa
pelea contra un cáncer colorrectal, de no ser por el inquebrantable apoyo de
su segundo esposo Erwin Bach.
Ambos
se mantendrían juntos hasta la muerte de la cantante. Sus vínculos más
cercanos, así como el amor de millones de fans, lograron hacer de su vida
una por la cual valía la pena seguir viviendo.
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